Ansiedad y ambición de poder pierden a Pedro Antonio / Vera Mª Cubí

Tiene tanta ansiedad por llegar al cargo de presidente de la Comunidad Autónoma y tanta ambición política, que firma todo lo que le pongan delante y sacrifica a todo el que tenga que sacrificar en aras de conseguir su objetivo. Pedro Antonio Sánchez, un tipo más que vulgar y algo descerebrado con apariencia de sensato, se dispone a asaltar los cielos (como ese otro iluminado de Zamora) y luego a tirar por la borda a todos aquellos que se atrevan a preguntarle qué hace. Que se prepare Valcárcel, que antes de Navidad (como asegura uno de los oráculos políticos de la Región) habrá sido abandonado y apuñalado por la espalda por este sujeto de cuidado que pone una cara primero y luego tiene otra.

Sin embargo esa ansiedad y ambición de poder le van a perder antes de lo que él se cree. Su amigo Miguel le ha despejado desde fuera el camino de los adversarios internos del PP -especialmente Cámara, que ya es un cadáver político a partir de mañana sábado, y Valcárcel por exigencia del guión- pero es más difícil que pueda con el abogado de Elche, Marcos Sánchez Adsuar que, en nombre de los socialistas de Puerto Lumbreras, puede acabar con él en el TSJ por el más que grave 'caso Auditorio'. Valcárcel, que ya ha comenzado a ni fiarse del monstruo político que ha creado (el 'delfín' ha aceptado en un documento firmado con Ciudadanos revisar públicamente todos los puntos negros de los  20 años de su mentor político en San Esteban) confía ahora con cierta impaciencia en esa imputación por los juzgados de Lorca y que sea la doctora Patricia Fernández, diputada regional electa y también electa alcaldesa de Archena, quien en muy pocos meses acceda al cargo que tenga que dejar Sánchez a toda prisa.

Miguel Sánchez, líder regional de 'Ciudadanos', asegura que, si Valcárcel y Pedro Antonio Sánchez (investigados por los casos Novo Carthago y Auditorio, respectivamente) son imputados en el futuro, también exigirán que se vayan en base al pacto firmado hoy.

Porque otro de los que ya no se fía un pelo Valcárcel, ni nadie en el PP y sus aledaños, es el también diputado electo, consejero en funciones y ex alcalde de La Unión, Francisco Bernabé, tras haber dejado en quiebra técnica el Ayuntamiento y descubrirse, por una reciente denuncia ante la Fiscalía Anticorrupción y su actuación frente a una irregularidad del Club Náutico de Los Nietos, el tipo de sujeto que es; algo que ya se pudo aventar con el fiasco de la recuperación de Portmán por parte de un individuo extranjero en busca y captura. Tales son las amistades que frecuenta este joven abogado de pueblo, también de ambiciones desmesuradas y mucho riesgo, que no se puede parangonar con el alcalde en funciones de Yecla, Marcos Ortuño, y también diputado autonómico electo, a efectos de portavoz parlamentario del PP en la futura Asamblea Regional que puede presidir el más que previsible - y héroe de Chinchilla-, el viejo ingeniero Juan Guillamón Álvarez.

Volviendo al de Puerto Lumbreras, y como recuerda hoy un diario impreso local, apartar a los imputados de la política; excluir de cualquier cargo a los que falseen sus currículums; prohibir las condonaciones de deuda a los partidos; acabar con las donaciones a los partidos por parte de empresarios que tengan contratos con la Administración; tipificar el delito de financiación ilegal de partidos políticos en el Código Penal con responsabilidad penal de las formaciones y los sindicatos; obligar a los partidos a publicar en sus páginas webs sus reglamentos, estatutos, presupuestos, ingresos y gastos electorales; exigir a los partidos la creación de un órgano interno anticorrupción y obligar a los partidos a elegir a sus candidatos electorales mediante primarias, son aspectos firmados por exigencia de 'Ciudadanos' que se volverán en su contra al menos que Mendoza le regale de urgencia el título universitario que dice tener y no tiene. Porque Sánchez ha falseado deliberadamente su currículo a sabiendas al no poseer el grado que dice haber obtenido en la Universidad.


Conseguida la defenestración de Cámara y ya en vía judicial la más que probable imputación de Valcárcel por la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo,  la normalización del PP después de 20 años de bicefalia de los dos grandes traidores a Calero se aventa en el horizonte cuando los notables recalcitrantes militantes del partido hablan del pobre Alberto Garre como alguien bastante mejor que el líder. El estado de opinión pública interna es que debe correr el agua cuanto antes y pasar página de los corruptos que lo han desprestigiado ante la sociedad murciana. Ninguno de esos notables da ya un duro por Cámara y no quiero pensar qué harán con un Valcárcel descabalgado y con problemas judiciales de calado, que tenga que dejar su escaño en Bruselas y volver a su realidad anterior. 

Por algo ha sido el gran negociador en la sombra con 'Ciudadanos'. Nada de lo hecho ha sido al margen suyo. Mérito de Valcárcel es la dimisión de Bascuñana tras la visita de Pedro Antonio Sánchez a La Moncloa y, sobre todo, la de Cámara como secretario regional del PP. Ignora que la decapitación política del alcalde de Murcia en funciones es la suya propia por elevación. El 'calerismo' -que todavía existe y parece estar vivo- se dispone a pasar ahora juntas todas las facturas y potencia a Garre como su cara más visible pese al amargo final de etapa por culpa de ese otro caradura de Juan Calos Ruíz - con título leve obtenido en la UCAM en la línea del concejal Cascales, dos productos políticos típicos del valcarcelato a punto de concluir-. 

Mientras tanto, en Cartagena, el PSOE de Tovar no saca rédito del odio africano entre José López (MC) y la ya casi ex alcaldesa del PP, Pilar Barreiro. La mala fama política de Tovar tras su paso por la Delegación del Gobierno y sus modos antidemocráticos lo han perdido en todas las instancias posibles para el PSRM, que mañana conseguirá menos parcelas de poder de las que aspira. Belén Castejón ha sido víctima de la más que tutela política de Tovar pero, sobre todo, de las sospechas fundadas de que con un gobierno municipal socialista vendrán de nuevo al Ayuntamiento de Cartagena las malas influencias del ex alcalde imputado José Antonio Alonso. Prefieren los del Movimiento Ciudadano, incluso los de 'Ciudadanos', cien veces antes a un PP gobernando en minoría ya sin Barreiro, a que vuelva la corrupción estructural de los mismos aunque bajo otra bandera. Aparte que el centro local, hoy por hoy, se fía más de la derecha en trance de regeneración que de una izquierda fraccionada y llena de sombras enmedio de inútiles recién llegados.