Esto no va. O
no acaba de ir. Está la interminable agonía de Grecia. Está ahora el
desafío británico. Está la incertidumbre en España tras el 24-M. Europa
no vive su mejor momento que se diga. Y además los datos no ayudan: la
eurozona sólo creció un raquítico 0,4% el primer trimestre y no remonta
del todo, pese a la inyección del BCE. De ahí esta frase de Philippe
Legrain: ‘La eurozona en su conjunto es un desastre’.
Legrain
es un conocido periodista británico, uno de los máximos
expertos en cuestiones europeas, singularmente las económicas.
Por eso sigue su argumento: ‘Mientras la economía de EEUU es casi un
10% mayor que hace siete años, la de la eurozona es un 1,5% más
pequeña. Y España le ha ido incluso peor: su economía se ha achicado
un 5%’. Ahora, con el resultado electoral, ha llegado ‘El momento
Syriza de España’, según el título de un artículo de Legrain en la
revisa Foreign Policy este fin de semana.
El análisis que compara el éxito del partido izquierdista griego Syriza con los avances de Podemos en España hurga a fondo cómo está el percal. Por ejemplo: ‘Con unas elecciones generales a fin de año, hay horror e incredulidad en el establishment español, y en las autoridades de la eurozona, de que los votantes puedan estar aparentemente tan equivocados como los griegos, en especial por el hecho de que la economía española está creciendo ahora de nuevo. Pero si los partidos tradicionales son corruptos e incompetentes, ¿hay quien se extrañe de que los votantes estén desesperados en busca de una alternativa?’.
Como experto en economía, buena parte del largo texto está dedicada a desmontar o por lo menos a poner en perspectiva la supuesta recuperación española. Dice, entre otras cosas: ‘Las políticas del PP han transferido la mayor parte del coste de la crisis a los deudores, los pobres y los contribuyentes normales. Se ha usado dinero público para rescatar bancos en quiebra, a sus ricos y políticamente conectados propietarios y a sus incompetentes y bien pagados gestores’. Sigue: ‘La ayuda del Estado al sector bancario superó los 371.000 millones de euros entre 2008 y 2012, más del 36% del PIB español de 2013, incluyendo 40.000 millones solicitados a la eurozona’.
Legrain le atiza duro a los ‘acreedores temerarios’, en particular bancos alemanes y franceses, para financiar la burbuja del ladrillo. Pero sobre todo a un Gobierno que los ha rescatado ‘mientras muchas familias luchan con deudas impagables y algunos han perdido sus casas’. De hecho, añade, ‘se está sangrando al pueblo español para rescatar a corruptas élites españolas, lo mismo que a bancos e inversores alemanes y franceses’.
Algunas otras frases escogidas. Una: ‘Los partidos tradicionales han llevado la economía del país a la cuneta’. Dos: ‘El Gobierno Rajoy ha fracasado en el arreglo de los problemas de la economía, pese a lo que se oye desde la máquina d propaganda del PP’. Tres: ‘Aunque es cierto que la economía creció un 2,7% en tasa interanual en el primer trimestre y que el paro está bajando un poco, la recuperación no es tan impresionante como puede parecer, y difícilmente justifica la gestión del PP’. Cuatro: ‘Bajo presión de Berlín, Bruselas y Frankfurt, el PP promulgó brutales y contraproducentes medidas de austeridad’. Cinco: ‘Un estudio de la Comisión estima que la austeridad en España en 2012 y 2013 redujo la producción un 8,75% del PIB; esto es, unos 100.000 millones de euros, o 2.100 euros por persona’. Seis: ‘El reciente brote de crecimiento parece lejos de ser sostenible y la exportación ya se ha frenado (…. El crecimiento se ha basado sobre todo en el ahorro de los hogares y en gastar más, aunque los salarios están estancados o a la baja’.
Y así bastantes más. Pero no sólo de economía pura y dura vive la debacle del PP. Legrain se fija también, cómo no, en la corrupción. Aparte de los datos, comenta: ‘Los escándalos de España son como los de Italia en los años 90. Desembocaron con cárcel para políticos culpables y acabaron con los partidos que habían dirigido Italia desde el fin de la II Guerra Mundial. Hasta ahora, la vieja guardia española, el PP y el PSOE que se han alternado desde que el país emergió de la dictadura de Franco, se mantiene. Pero si no pueden limpiarse a sí mismos, hace falta una escoba’. En concreto: ’En una democracia liberal, el Gobierno español habría caído hace mucho tiempo’.
Conclusión: España ‘necesita un Gobierno que se comprometa a acabar con la corrupción política y a promulgar reformas económicas constructivas’. ¿Las recetas? Éstas: ‘Las pérdidas de los bancos deben recaer en sus accionistas y acreedores, no en los contribuyentes. Para impulsar los salarios y el empleo, el próximo Gobierno debe bajar los impuestos sobre el trabajo de la gente y abrir el mercado laboral a los jóvenes. Debe también promover la inversión y las reformas para relanzar la productividad y por tanto el nivel de vida. Eso incluye, y es importante, romper la pinza insana que tienen los grande bancos, las empresas monopolísticas y los funcionarios corruptos e incompetentes sobre la economía y la política. España necesita un capitalismo abierto, no un capitalismo de amiguetes’.
El análisis que compara el éxito del partido izquierdista griego Syriza con los avances de Podemos en España hurga a fondo cómo está el percal. Por ejemplo: ‘Con unas elecciones generales a fin de año, hay horror e incredulidad en el establishment español, y en las autoridades de la eurozona, de que los votantes puedan estar aparentemente tan equivocados como los griegos, en especial por el hecho de que la economía española está creciendo ahora de nuevo. Pero si los partidos tradicionales son corruptos e incompetentes, ¿hay quien se extrañe de que los votantes estén desesperados en busca de una alternativa?’.
Como experto en economía, buena parte del largo texto está dedicada a desmontar o por lo menos a poner en perspectiva la supuesta recuperación española. Dice, entre otras cosas: ‘Las políticas del PP han transferido la mayor parte del coste de la crisis a los deudores, los pobres y los contribuyentes normales. Se ha usado dinero público para rescatar bancos en quiebra, a sus ricos y políticamente conectados propietarios y a sus incompetentes y bien pagados gestores’. Sigue: ‘La ayuda del Estado al sector bancario superó los 371.000 millones de euros entre 2008 y 2012, más del 36% del PIB español de 2013, incluyendo 40.000 millones solicitados a la eurozona’.
Legrain le atiza duro a los ‘acreedores temerarios’, en particular bancos alemanes y franceses, para financiar la burbuja del ladrillo. Pero sobre todo a un Gobierno que los ha rescatado ‘mientras muchas familias luchan con deudas impagables y algunos han perdido sus casas’. De hecho, añade, ‘se está sangrando al pueblo español para rescatar a corruptas élites españolas, lo mismo que a bancos e inversores alemanes y franceses’.
Algunas otras frases escogidas. Una: ‘Los partidos tradicionales han llevado la economía del país a la cuneta’. Dos: ‘El Gobierno Rajoy ha fracasado en el arreglo de los problemas de la economía, pese a lo que se oye desde la máquina d propaganda del PP’. Tres: ‘Aunque es cierto que la economía creció un 2,7% en tasa interanual en el primer trimestre y que el paro está bajando un poco, la recuperación no es tan impresionante como puede parecer, y difícilmente justifica la gestión del PP’. Cuatro: ‘Bajo presión de Berlín, Bruselas y Frankfurt, el PP promulgó brutales y contraproducentes medidas de austeridad’. Cinco: ‘Un estudio de la Comisión estima que la austeridad en España en 2012 y 2013 redujo la producción un 8,75% del PIB; esto es, unos 100.000 millones de euros, o 2.100 euros por persona’. Seis: ‘El reciente brote de crecimiento parece lejos de ser sostenible y la exportación ya se ha frenado (…. El crecimiento se ha basado sobre todo en el ahorro de los hogares y en gastar más, aunque los salarios están estancados o a la baja’.
Y así bastantes más. Pero no sólo de economía pura y dura vive la debacle del PP. Legrain se fija también, cómo no, en la corrupción. Aparte de los datos, comenta: ‘Los escándalos de España son como los de Italia en los años 90. Desembocaron con cárcel para políticos culpables y acabaron con los partidos que habían dirigido Italia desde el fin de la II Guerra Mundial. Hasta ahora, la vieja guardia española, el PP y el PSOE que se han alternado desde que el país emergió de la dictadura de Franco, se mantiene. Pero si no pueden limpiarse a sí mismos, hace falta una escoba’. En concreto: ’En una democracia liberal, el Gobierno español habría caído hace mucho tiempo’.
Conclusión: España ‘necesita un Gobierno que se comprometa a acabar con la corrupción política y a promulgar reformas económicas constructivas’. ¿Las recetas? Éstas: ‘Las pérdidas de los bancos deben recaer en sus accionistas y acreedores, no en los contribuyentes. Para impulsar los salarios y el empleo, el próximo Gobierno debe bajar los impuestos sobre el trabajo de la gente y abrir el mercado laboral a los jóvenes. Debe también promover la inversión y las reformas para relanzar la productividad y por tanto el nivel de vida. Eso incluye, y es importante, romper la pinza insana que tienen los grande bancos, las empresas monopolísticas y los funcionarios corruptos e incompetentes sobre la economía y la política. España necesita un capitalismo abierto, no un capitalismo de amiguetes’.
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