El
imperio de los medios es atroz. Son muchos, sí; pero son más quienes
pugnan por salir en ellos porque han aprendido la lección de que los
medios, además de determinar el orden del día, son "hacedores de Reyes" (King's makers),
hacen y deshacen carreras. Hay, pues, que estar en los medios. Y eso
¿cómo se consigue cuando hay tantos y tanta gente pidiendo audiencia?
Sobresaliendo del guirigay general haciendo o diciendo alguna
estridencia. Esto puede conseguirse con algún dislate, estilo
Albert Rivera, del que las redes hagan luego chirigota. Nada se viraliza
más que las chirigotas. Mortifican, pero hablan de ti y de eso se
trata en campaña. Si dices cosas de sentido común, nadie te escucha.
La
estridencia también consiste en hacer el ganso. Ayer el PP distribuyó
unas fotos de Cifuentes, Rajoy y Aguirre pedaleando plácidamente por el
Río. También corrieron por la red con los consabidos retoques de fotoshop,
gracias a los cuales los tres aparecían, entre otras cosas, montados
sobre tres animales del jurásico del tipo tiranosaurio. Pero también da
igual. Lo bueno es que nos vean aunque sea haciendo el ridículo.
Lo
que ya no es tan conveniente es que salgas a la calle con las manos en
los bolsillos, a dar un paseo de lo más normal con tu amigo Bauzá, de
Baleares, y te monten un escrache llamándote cosas feas como corrupto o
amigo de Rato. Hay que controlar los medios.
Eso
Aguirre lo hace de maravilla. Está siempre en primera y abriendo
noticiarios. ¿Por qué? Porque sus estridencias consisten en
atacar personalmente a sus rivales, Carmena y Carmona, siendo extraño
que, con lo aviesa que es, aún no haya confundido de buena fe los
apellidos. Pero lo primero es atacar. Con eso se consiguen dos cosas. En
primer lugar, reducir el tiempo que dedica a defenderse a su vez de los
ataques y, en segundo, obligar a los adversarios a perder el suyo en
defenderse.
Eso es lo que hace Carmena en una larga entrevista
muy matizada, muy tranquila y en la que además, renuncia a atacar a su
rival personalmente. Es una actitud muy digna que habla mucho a su
favor, pero no sé si le garantiza tanta audiencia como las diatribas de
Aguirre. Esta despacha las acusaciones con la habitual contundencia de
quien tiene prisa por pasar al ataque. Pone en cuestión la integridad de Carmona y hurga en una supuesta herida moral de Carmena
y su marido. Pero minimiza las cuestiones del suyo, dejándolas en
faltillas, casi incorrecciones administrativas. Lo cual no es de
extrañar para quien presenta la desobediencia a la autoridad y el hecho
de llevarse por delante la moto de un agente sin duda como medidas de
agilización del tráfico de Madrid.
La
que peor maneja los medios es Cifuentes. Está ahora en todos marcándose
una defensa en el estilo que las malvadas redes llaman un "Ana Mato" o
"Infanta Cristina" de yo no estaba cobrando en negro, no sabía nada y soy una víctima.
Demasiado tiempo en la defensa; demasiado cuerpo fuera. No es creíble
que no supiera nada. Si estaba contratada y recibía una nómina, ¿cómo no
miraba la cotización de la seguridad social? ¿Era una nómina black? ¿Una nómina-jaguar?
(*) Catedrático emérito de Ciencia Política en la UNED
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