domingo, 3 de mayo de 2015

“Juego de Tronos” y la pelea Monedero – Pablo Iglesias / José Oneto

Este lunes, Podemos elige al sucesor de Juan Carlos Monedero, el número 3 de la organización que nació con el movimiento ciudadano del 15-M. El que salga elegido, sea el que sea, será admirador de esa serie de culto que se llama “Juego de Tronos” y que forma parte de las señas de identidad de quienes tienen el poder en la organización que lidera Pablo Iglesias. De todos, menos de quien la semana pasada decidió romper no la dirección, porque ha visto que muchos de los suyos han caído en los mismos males que han venido denunciando en esa casta que tanto han criticado y que llevan instalados en el Juego de Tronos del poder, desde hace casi cuarenta años.

“Juego de Tronos” es a la política lo que una película porno es al amor”. El juicio pertenece a Juan Carlos Monedero, el número tres e ideólogo de Podemos. Un juicio de ese tipo, completado con otro, complementario, de que lo verdaderamente importante es Eduardo Galeano, periodista, escritor y analista de izquierda recientemente fallecido, y no esa serie televisiva que se ha convertido en objeto de veneración y culto entre los dirigentes de Podemos, es un auténtico sacrilegio para ese pequeño grupo que maneja uno de los partidos que más han conmocionado la política española desde el inicio de la transición.

Un sacrilegio, una provocación, especialmente para Pablo Iglesias, hasta el punto que fue el regalo que el secretario general del partido, regaló al rey Felipe VI en la reunión que mantuvo recientemente con los europarlamentarios españoles en Bruselas. Dentro de Podemos “Juego de Tronos” es la Biblia, especialmente desde que se hiciese público que Pablo Iglesias había coordinado un libro sobre la citada serie televisiva que lleva por título “Ganar o morir. Lecciones políticas sobre Juego de Tronos”. 

Al líder de la nueva izquierda española, lo que le ha hechizado de ‘Juego de tronos’ es su trasfondo de lucha por el poder y su traslación al panorama actual. Es la lucha entre grandes familias -los Lannister, los Bargatheon, los Stark, los Targaryen… por el control del Trono de Hierro. Según Iglesias a través de la serie se puede entender a Max Webber, a Maquiavelo, a Gramsci…”. Y, sobre todo, “comprender lo que significa la responsabilidad del Estado y la legitimidad”.

En ese “Juego de Tronos”, que es la política diaria según la interpretación que de la serie norteamericana hacen los dirigentes máximos de Podemos, el que ha perdido, dentro del férreo grupo de dirección de Podemos (Iñigo Errejón, Pablo Iglesias, Carolina Bescansa, Luis Alegre…), ha sido quien era el encargado de elaborar el programa electoral, el ideólogo, Juan Carlos Monedero, el más veterano de todos (53 años) y, probablemente, el mentor y profesor de todos ellos. Para Monedero” la política debe gestionar el conflicto. No debe generarlo ni vivir en él, sino entender que existe, visualizarlo y nombrarlo, pero para poder solventarlo. Si la política sólo fuera ese momento que aparece en Juego de Tronos, sería algo de enfermos”.

La caída de Juan Carlos Monedero, en permanente conflicto con el número dos del partido Iñigo Errejón, el responsable de las elecciones europeas del pasado año, el responsable de las municipales y autonómicas de mayo, el responsable de los posibles pactos que se puedan producir en el futuro, el responsable, también, de descafeinar el programa electoral en esa huida hacia la transversalidad en la que se han aparcado parte de lo que desde el principio fueron las señas de identidad del Movimiento, es un duro golpe para Podemos

Algo que puede producir muchos daños colaterales, en plena campaña electoral, y también, en pleno estallido de esa burbuja que ha situado al partido como la primera fuerza política del país, para colocarla, en estos momentos, en tercer o cuarto, partido, junto con PP, PSOE y Ciudadanos y, también, en pleno debate con un sector crítico que quiere volver a la frescura y a la pureza de lo que fue el 15-M.

Entre el conflicto con Errejón, por el que ha optado Iglesias, la falta de apoyos con la que cree no haber contado Monedero en su conflicto con Hacienda, y el rumbo que ha tomado Podemos, adaptándose a una nueva realidad para intentar llegar a los máximos colectivos posibles, la ruptura parecía inevitable… y, en efecto se ha producido. Es lo que llaman en el “Juego de Truenos”, ganar o morir.

No hay comentarios: