lunes, 11 de mayo de 2015

España no puede cantar victoria pese a la evolución del sector exportador en los últimos años

BARCELONA.- Durante los últimos años, la capacidad de resistencia de las exportaciones españolas se ha puesto de manifiesto. Así, tras la fuerte contracción del comercio mundial ocurrida en 2009, España fue, junto con Alemania, de las primeras economías de la eurozona capaces de recuperar el terreno perdido, según el Monitor de Coyuntura de 'La Caixa'.

En par­ti­cu­lar, las ex­por­ta­ciones de bienes au­men­ta­ron, en pro­me­dio, un 4,8% anual en tér­minos no­mi­nales entre 2007 y 2013. En tér­minos reales, el in­cre­mento se situó en el 3,4% anual. La buena evo­lu­ción de las ex­por­ta­ciones es­paño­las, ade­más, se pro­dujo a pesar de que la de­manda de nuestro prin­cipal socio co­mer­cial, la eu­ro­zona, se en­con­trara en horas ba­jas. Sin duda, la di­ver­si­fi­ca­ción de las ex­por­ta­ciones tanto a nivel geo­grá­fico como de pro­ducto fue clave para re­lanzar el sector ex­por­tador es­pañol.
Un claro re­flejo de la mayor in­ter­na­cio­na­li­za­ción de la eco­nomía es­pañola es que las va­ria­ciones de la de­manda ex­terna global se tra­ducen en un mayor in­cre­mento de las ex­por­ta­ciones es­paño­las. 
Así lo re­fleja un simple ejer­cicio en el que se re­la­cionan el au­mento de la de­manda global con el cre­ci­miento de las ex­por­ta­ciones es­pañolas antes y des­pués de la re­ce­sión. Según este, dado el in­cre­mento de la de­manda global que se ha pro­du­cido du­rante los úl­timos tres años, el au­mento de las ex­por­ta­ciones es­pañolas de bienes ha sido de 0,8 p. p. al año su­pe­rior al que se hu­biera pro­du­cido con el mo­delo ex­por­tador an­te­rior a la cri­sis. La misma ló­gica puede apli­carse al pe­riodo an­te­rior a la re­ce­sión: entre los años 2000 y 2008, el in­cre­mento de la de­manda ex­terna de bienes se tra­dujo, en pro­me­dio, en un au­mento anual de las ex­por­ta­ciones de bienes del 10,1%. (1) En cam­bio, con el pa­trón de las ex­por­ta­ciones ob­ser­vado entre los años 2011-2013, estas ha­brían au­men­tado un 11,5%, 1,4 p. p. más que con el pa­trón del pe­riodo an­te­rior.
De todas for­mas, en 2014 la evo­lu­ción del sector ex­por­tador ha abierto al­gunos in­te­rro­gan­tes. En tér­minos reales, las ex­por­ta­ciones de bienes du­rante los tres pri­meros tri­mes­tres del año cre­cieron un 4,1% in­ter­anual en pro­me­dio, 0,2 p. p. por de­bajo del avance de 2013. Sin em­bargo, en tér­minos no­mi­na­les, el ritmo de avance fue bas­tante más mo­desto: entre enero y no­viembre de 2014, las ex­por­ta­ciones no­mi­nales de bienes cre­cieron un 2,2% in­ter­anual, una cifra muy por de­bajo del pro­medio anual an­te­rior a la cri­sis, del 5,4%, e in­cluso del ya más mo­de­rado 3,6% de 2013. 
La ra­len­ti­za­ción de las ex­por­ta­ciones no­mi­nales se debe, sobre todo, a la de­bi­lidad de des­tinos como Latinoamérica, África y la Europa no co­mu­ni­ta­ria, adonde se di­rigen un 20% de las ex­por­ta­ciones es­paño­las. En cam­bio, las ex­por­ta­ciones hacia la eu­ro­zona se ace­le­raron sus­tan­cial­mente: cre­cieron cerca del 4%, 2,3 p. p. más que en 2013.
La dis­pa­ridad entre los avances reales y no­mi­nales de las ex­por­ta­ciones es con­se­cuencia de la caída del precio de las ex­por­ta­cio­nes, es­pe­cial­mente re­le­vante en los bienes de ca­pital e in­ter­me­dios. Este fe­nó­meno se ob­serva en la ma­yoría de países desa­rro­lla­dos. En EE. UU., por ejem­plo, la caída del precio de las ex­por­ta­ciones se situó en el 3,2% en 2014.
En España, la caída del precio de las ex­por­ta­ciones su­pone un im­por­tante con­tra­tiempo. Resta brillo al buen com­por­ta­miento de las ex­por­ta­ciones en tér­minos reales y, sobre todo, di­fi­culta la con­so­li­da­ción de su­pe­rá­vits de la cuenta co­rriente. Un ob­je­tivo al que la eco­nomía es­pañola no puede re­nun­ciar dada la ele­vada deuda ex­terna que aún po­see. 
La ca­pa­cidad de cre­ci­miento del sector ex­por­tador es­pañol nos ha sor­pren­dido a todos du­rante los úl­timos años, pero no se puede cantar vic­to­ria. La re­cu­pe­ra­ción de la eu­ro­zona, lenta y errá­tica, es un factor de apoyo con el que es mejor no con­tar, y el factor precio está de­mos­trando ser muy dañino. Sigue siendo de suma im­por­tancia se­guir tra­ba­jando para me­jorar la com­pe­ti­ti­vidad de la eco­nomía es­pañola.

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  1. Exportaciones es­pañolas en tér­minos no­mi­nales hacia las siete prin­ci­pales áreas de des­tino.

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