viernes, 1 de mayo de 2015

El gran pacto por el bipartidismo / Javier Orrico

La operación Moneo ha resultado espléndida y de una gran eficacia. De un solo golpe han conseguido salvar al PP, reconstruir el bipartidismo, recuperar al PSOE para dirigir la oposición, poner a la Región de Murcia, por una vez, en el mapa político, y regresar a la España eterna. No hay memoria de un pacto tan fecundo. 

No debemos, pues, temer por España, porque siempre vuelve, sea como esperpento, farsa, astracán o sainete, a sus verdaderas esencias, a su naturaleza inmutable: las dos Españas, el Frente Popular contra la CEDA, liberales contra absolutistas, moderados contra progresistas, Joselito y Belmonte, Cristiano y Messi. 

Habían aparecido como las fuerzas renovadoras, el soplo de los dioses nuevos, el comunismo pop y los liberales sensatos, los rompedores de la partitocracia anquilosada, los enterradores de la Segunda Restauración monárquica, para acabar, ay, pena, penita, pena, en la continuación del pacto del Tinell del totalitarismo catalán contra el PP. ¿Y eso era todo? ¿El pacto de la Montaña que volvió a parir un ratoncito? 

No sólo son nuevos: son torpes. Muy torpes y, en algún caso, de un cinismo al que no se atrevería ya ni la casta. ¿Cómo pueden haber traído a Errejón, el becado que nunca apareció, la metáfora y resumen de la corrupción universitaria, a criticar ´el amiguismo´, payos, Errejón criticando el amiguismo? 

De esta Operación Tuertos Reunidos sólo salen reforzados los que ya estaban iniciando el cortejo fúnebre: en primer lugar, el PP, que ha quedado como la única fuerza que ofrece estabilidad; luego, y como gran triunfador, Rafael González Tovar, que vuelve, aunque sea ahorcado, a liderar la oposición y aparecer como presidente del Gobierno regional del Frente Popular redivivo, y que ha conseguido, pásmense, presentar al PSOE, el partido con más imputados y mayor historia de corrupción de la democracia, como partido limpio, sin eres ni PSC, ni cursos de formación ni ná; y en tercero, Pujante, al que se lo estaban comiendo, y al que ahora podrán votar los suyos desde la certeza de que es un voto útil. 
Y, por último, Zapatero, el fautor del pacto PSOE-Podemos que está detrás de todo. Genial. La regeneración, de manos del degenerador.

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