miércoles, 20 de mayo de 2015

El fiscal denuncia que los abogados del Ayuntamiento de Murcia solo buscan favorecer al alcalde en el 'caso Umbra'

MURCIA.- El todavía alcalde de Murcia, Miguel Ángel Cámara (PP), estaría disponiendo para su defensa en el 'caso Umbra' de supuesta corrupción de dos gabinetes o grupos de abogados bien diferentes: uno privado, constituido por los letrados José María Caballero Salinas y Vicente Sanmartín, a quienes en apariencia paga de su bolsillo, y otro público, sufragado con los impuestos de todos los ciudadanos de Murcia, que estaría velando de manera más o menos encubierta por los intereses del primer edil y del resto de los funcionarios públicos encausados. 

Unos abogados, estos últimos, que están personados en la causa en calidad de acusación popular o particular -teóricamente en representación de los ciudadanos y en defensa de los intereses públicos-, pero que en la práctica se estarían limitando exclusivamente a aportar el material legal y a impulsar aquellas iniciativas que benefician a Cámara, al exconcejal de Urbanismo Fernando Berberena y a la antigua cúpula de la Gerencia de Urbanismo: Alberto Guerra, Pedro Morillas, Joaquín Peñalver..., según publica 'La Verdad'.
Tal es, al menos, la opinión que al Fiscal Anticorrupción, Juan Pablo Lozano, le merece la labor que viene desempeñando en este asunto la pretendida acusación popular, a la que acusa de estar ejerciendo «en fraude de ley, con claro abuso del Derecho y con vulneración de la buena fe procesal», al estar «procediendo de facto a defender a los imputados del ámbito municipal y la legalidad de todo lo actuado por la Corporación».
El Ministerio Público, que esta semana ha pedido al titular del Juzgado de Instrucción número 8 de Murcia, David Castillejos, que expulse del 'caso Umbra' a esa acusación, pone de relieve «la contradicción y el fraude» que supone «considerar que todo lo referente al Convenio Nueva Condomina resulta ajustado a derecho, y que ninguna responsabilidad penal ni civil existe en esta pieza separada» y, pese a ello, seguir utilizando «la atalaya procesal que le brinda esa posición de acusador». A tal extremo habría llegado esta 'acusación' que en sus escritos ya ha dejado caer que solicitará el sobreseimiento para todos los funcionarios públicos imputados, entre ellos el propio Cámara.
A modo de ejemplo de una posición acusadora que «es mero artificio, meramente retórica y carente de sustrato real», Lozano señala que esa parte se ha limitado a lo largo del proceso a defender que el Convenio Nueva Condomina fue legal, salvo en los referente a la cesión del 10%, pero que tal ilegalidad ya se vio corregida por sentencia de lo contencioso; que ese proyecto solo ha traído beneficios al municipio; que el protocolo marco que en 1999 firmaron Cámara y el hoy presidente del Real Murcia, Jesús Samper, nunca fue secreto ni reservado; que todo se hizo conforme a la ley «pese a que se utilizaron a conveniencia dos planes generales (PGOU) distintos; que los reparos que puso la Comunidad eran una mera «discrepancia técnica...».
Es más, les reprocha el fiscal que en ningún momento han llegado a solicitar una sola diligencia de investigación, por lo que si finalmente acaba descubriéndose alguna conducta digna de ser castigada no será por su exhaustiva labor 'acusadora'.
Ante todo ello, el representante del Ministerio Público se pregunta, de manera retórica: «¿A quiénes pretenden acusar, si todo ha sido legal? ¿No está realmente utilizando de forma fraudulenta la figura del acusador para tratar de ser un defensor más? ¿Qué sentido tiene que de cara a un hipotético juicio oral la 'acusación' del Ayuntamiento realice de facto una defensa de los imputados, al margen de sus respectivos abogados defensores, presentando un futuro escrito de 'acusación' absolutorio?».
Razones, todas ellas, por las que ha reclamado al magistrado Castillejos que expulse de ese caso a los representantes del Ayuntamiento...

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