Estamos acostumbrados. A final, el pesoe de Andalucía, el partido
más corrupto que durante más de treinta años ha gobernado y empobrecido
la región, se va a merendar a los de Ciudadanos. Y a los de Podemos, que
parece que con su abstención en la segunda vuelta permitirán a Susana
Díaz presidir la región con el mayor índice de parados de esta España de
miles de coches oficiales, miles de secretarias, de chóferes, de
asesores... Es lo que espera el pepé para no mancharse antes de las
Generales donde deberán hacer el salto mortal para seguir con el
bipartidismo que tambien les ha venido a ambos.
Pues
sí, Susana Díaz seguirá gobernando Andalucía gracias a Ciudadanos.
Gracias a Podemos. Con lo que la jugada será perfecta. Porque aparte de
otros cuatro años en el Palacio de San Telmo, por el camino los votantes
entenderán que no sirve votar a alternativas diferentes a los dos
partidos de la casta. A final, esos partidos emergentes, que eran la
esperanza de tanto cabreado, tanto desilusionado, pues resulta que le
dan la gobernabilidad a los corruptos de siempre. Para que sigan
repartiendo puestos en tantos y tantos cargos remunerados, con el dinero
de todos los contribuyentes, que ven un espectáculo grotesco sin poder
hacer nada, salvo no votarles.
La habilidad del
pesoe para fagocitar a partidos emergentes está demostrada. En sus
filas hay miles de tránsfugas de Izquierda Unida, del Partido
Andalucista y de tantos y tantos que, a cambio de un puesto en las listas,
se pasaba a las huestes de Chaves, de Griñán. Y como el pesoe sí paga
traidores, pues los hace incluso ministros y siempre les premia en
altísimos cargos. Fernández Ordóñez, López Aguilar -ahora implicado en
un feo asunto de malos tratos-, son el primer y último ejemplo de
conocidos tránsfugas.
No sé que le ofrecerá Susana a los de Ciudadanos, a
los de Podemos, que están nerviosos por pisar moqueta y caerán, como
todos, en las sentinas del poder. Sí, ese poder que tiene su cementerio
de elefantes en instituciones que sólo sirven para justificar sueldo
vitalicio, coche oficial, chófer, oficina y secretaria. Lugares tan
pomposos como el Consejo de Estado, el propio Senado, Tribunales de
Cuentas en todas las autonomías... Cientos de organismos públicos donde
colocar a miles y miles de amigos que no pueden quedarse en la calle
después de haber sido los redactores del Boletín Oficial del Estado.
Una
pena lo de Ciudadanos y Podemos. Los votantes les irán abandonado hasta
que se diluyan, como ha pasado con todos los que seguían al
correspondiente flautista de Hamelín.
(*) Periodista y editor de www.muyconfidencial.com
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