MURCIA.- El candidato de Cambiemos Murcia, el socialcristiano Ignacio Tornel, ha anunciado
que, en caso de gobernar en la Glorieta, estudiará la posibilidad de
poner en marcha un transporte público colectivo "casi gratuito", lo que
conllevaría un gran ahorro "medioambiental, económico, de contaminación,
de ruido y de caos circulatorio".
"A primera vista es un plan un
poco loco pero, por encima de la primera impresión, la verdad es que es
una inversión que revierte en los ciudadanos en forma de mejora de la
salud, del medio ambiente y de la movilidad", según Tornel, quien
apuesta por ser "valiente" en temas de este tipo.
Tornel ha afirmado que él se
atrevería a hacer este tipo de experiencias consistentes en hacer
"inversiones fuertes en sectores básicos" para la ciudad. "Si a la gente
le facilitas no tener que coger el coche, al final, no van a coger el
coche", añade el candidato de la coalición.
Lo
que no puede ser, según Tornel, es que en 2015 sigamos como hace 40
años, cuando desplazarse desde una pedanía a la ciudad implicaba "perder
toda la mañana" y era como hacer un viaje. En la actualidad, recuerda
que hay pedanías como la Era Alta o Rincón de Seca que llegan a contar
cuentan solo con un autobús cada hora.
"Eso es una locura",
lamenta el candidato de Cambiemos Murcia, quien se pregunta qué empresa
va a querer implantarse en el polígono de San Ginés, por ejemplo, si no
hay "una facilidad de transporte para que sus potenciales clientes
puedan venir a Murcia, estar en el polígono y luego hacer gestiones aquí
o allá".
En el ámbito del transporte,
Tornel reprocha que el plan de movilidad que se aprobó en diciembre de
2013 "no tiene ninguna aplicación práctica", por lo que "hay que
reconsiderar el valor del transporte".
Cambiemos Murcia concibe el
transporte "como un derecho y como una oportunidad, no solo a título
individual de la persona que quiere trasladarse de un punto a otro, sino
como una oportunidad para las empresas", subraya.
Por ejemplo,
Tornel remarca que una empresa que quiera asentarse en Murcia hará un
informe en el que valore la capacidad de sus potenciales clientes para
utilizar el transporte público, y el balance en la capital de la Región
"sería negativo, lo que supone perder la oportunidad de negocio".
Actualmente,
recuerda que el Ayuntamiento de Murcia invierte 15 millones de euros al
año en transporte, y cree que es "poco dinero". Tornel, en caso de
gobernar, "no bajaría la inversión de 20 millones de euros, para que la
gente pueda utilizar el transporte público colectivo, que es el más
rentable de todos".
Por
otra parte, Tornel ha destacado que Murcia se encuentra en una
situación "extraña", puesto que dispone de tres empresas que gestionan
el transporte público: la del tranvía y las dos compañías de autobús.
Para
Cambiemos Murcia, esta situación es una "locura", y apuesta por la
existencia de un órgano gestor "público". De hecho, ha lamentado que la
extinta Empresa Pública del Transporte "cayó en desgracia desde que se
mostró crítica con el tranvía, hasta que desapareció finalmente".
Además,
Tornel apuesta por iniciar la remunicipalización del transporte, algo
que reconoce que no es una labor fácil y que no se puede conseguir de un
día para otro, pero que se puede llevar a cabo dando pequeños pasos.
Por ejemplo, cree que la remunicipalización se puede empezar por ciertas
líneas de transporte como la 61 entre Aljucer y Murcia, que se ha
suprimido.
El candidato de Cambiemos Murcia apuesta por investigar
esa posible remunicipalización, ya que es una opción que "permite
ahorrar dinero", empezando por el beneficio industrial, que no baja del
seis por ciento, así como el IVA, que no baja del 20, 12 o 15 por
ciento. Por lo tanto, esta medida supone una inversión inicial pero
garantiza un ahorro de dinero posterior y un control público de la
gestión.
A la hora de llevar a cabo la remunicipalización, Tornel
reconoce que revertir los contratos "no va a ser una labor fácil", y
habría que intentar "llegar a acuerdos" con las empresas o "intentar
denunciar contratos".
Sea como sea, asegura que esta medida
supondría asumir a todos los trabajadores desde la empresa pública, por
lo que no implicaría la eliminación de puestos de trabajo.
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