domingo, 5 de abril de 2015

La reforma de las cooperativas de crédito, incluida la de Murcia, se queda para la próxima legislatura


MADRID.- A juicio de las cooperativas de crédito españolas, caso de la Caja Rural Regional de Murcia, no tendría sentido la integración forzosa de todas ellas –o, al menos, de la mayoría- en sendos SIP, es decir, los sistemas institucionales de protección que protagonizaron las llamadas ‘fusiones frías’ en las cajas de ahorro y que, según sus críticos, “prácticamente nacieron muertos”. Arguyen que el sector –que a diferencia de los grandes bancos, supervisados ahora por el BCE, depende en exclusiva del Banco de España- cuenta ya con suficientes grandes grupos.

En el sector, de hecho, consideran «altamente improbable» que dé tiempo a tramitar una reforma en esta legislatura, sobre todo porque no se trata de un tema precisamente pacífico a nivel regional e incluso local. El objetivo declarado por el Gobierno era impulsar las fusiones en un sector que, incluso con las concentraciones de los últimos años, soporta una gran atomización con unas 60 entidades. El siguiente paso sería que las principales entre las que quedasen se transformaran en bancos.
Esa bancarización, que añadiría luego su salida a Bolsa en algunos casos, es el punto crítico, dado que en el sector la ven innecesaria. «Una cosa es que centralicemos más algunas áreas, tengamos un enfoque más operativo y reforcemos los fondos de insolvencias, y otra que renunciemos a un modelo histórico de probada solvencia y utilidad», apuntan.
Alegan que, con una cuota de mercado del 6,5%, dan un servicio regionalizado «indispensable» tras la transformación de las cajas de ahorros en bancos, «evitando así la exclusión financiera del mundo rural». No obstante, desde Unace (su patronal) no ven mal que aumentara la transparencia del sector y se abrieran nuevas vías para captar capital –eso sí, claramente reguladas y eliminando cualquier posible tinte especulativo- en aras a elevar su solvencia.
La reforma de las cooperativas de crédito figura entre las que reclamó en su día la ‘troika’ (Banco Central Europeo, Comisión Europea y Fondo Monetario Internacional) cuando dio ‘luz verde’ al rescate del sector financiero español. Pero desde el sector critican que no se haya tenido en cuenta que su modelo, amén de viable, funciona sin grandes problemas en otros países de la Unión Europea como Francia (con entidades tan importantes como Crédit Agricole y Crédit Mutuel), Alemania (donde son coordinadas por la poderosa DGRV), Austria, Holanda, Finlandia e incluso Suiza.

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