lunes, 6 de abril de 2015

La mala imagen de Murcia por la 'era Valcárcel' / Apunte de Argárico

Nadie discute ya que la imagen percibida de la Región de Murcia por la Opinión Pública española tras  la 'era Valcárcel' es de las peores, sólo superada por la de Baleares, Comunidad Valenciana, Cataluña y Andalucía, todas regiones autónomas a la orilla del Mediterráneo y semidestruidas en su tejido socioeconómico por la corrupción estructural de PP, PSOE y CiU según el caso. 

Pero los casi veinte años en el poder de Valcárcel ha precipitado nuestra tierra a una sima de la que parece poco menos que imposible de salir por muchos datos que se manipulen a conveniencia de San Esteban por la Cámara de Comercio y la CROEM. Murcia está en la ruina moral y económica más absoluta tras la 'era Valcárcel' y lo malo es que el recambio general y generacional que se vislumbra es más de lo mismo por la baja calidad de la nueva clase política emergente y su ectoplasma social correspondiente.

Ese primer recambio - aún controlado por Valcárcel y el PP- parece haber resultado falluto a tenor de las primeras actuaciones técnicas del nuevo presidente del TSJRM, el tal Pascual de Riquelme, ya en la mira del abogado regeneracionista murciano José Luis Mazón y, posiblemente, también en la de Diego de Ramón en solidaridad con la Fiscalía. Si así empieza el meritorio de menos méritos, cabe pensar en otro tongo más en favor del desprestigio del sistema y para salvar a los corruptos haciéndoles ganar tiempos procedimentales en los juzgados de lo penal. Pero lo que ahora viene es otra cosa, el cambio político puro por mutaciones, evoluciones y formaciones emergentes, en los otros dos poderes.

Comencemos por el final: 'Ciudadanos'. Apunta a ser el mayor fiasco en la historia de la reciente democracia española y, en la Región de Murcia, mucho más. Oportunistas, resentidos, transfugas, tramposos... es lo que trasciende acude a enrrolarse en este partido improvisado y manipulado, vaya a saber usted por quien, sabido que su nacimiento fue auspiciado en su día desde el CNI para ayudar a conjurar el 'problema catalán' aunque luego no sirvió de nada y quedó en manos de un chiquilicuatre sin cintura política ni bagaje ideológico, harto de pasear por nuestro país años, sin encontrar eco a su proyecto entre gente potable. 

Queda demostrado así como desde Barcelona no se puede organizar un partido con vocación territorial en toda España y, mucho menos, con un liderazgo tan frágil e inmaduro. Si en la Comunidad Valenciana, Zaplana y sus secuaces han controlado en la sombra el reciente proceso de C's, en la Región de Murcia no se ve lejos a Valcárcel y sus fieles. Miguel Sánchez es un 'don nadie' político con pretensiones de llenar un hueco que nadie de cierta categoría política aspira a hacerlo. 

Su paso por el Ayuntamiento de su Caravaca natal ha sido suficiente para saber que nos encontramos ante un verdadero bluff político desde su presidencia del Consejo de la Juventud de la Región de Murcia en los 80. Estamos ante un individuo ambigüo, cuyo único objetivo es colocarse y medrar en cuanto puede. Su trayectoria desde adolescente avala esta tesis. Gusta poco cuando se le oye y se le ve por radio y televisión porque no sabe ocultar bien aunque sólo hable para no desvelar sus verdaderas intenciones. Político tóxico donde los haya y se teme que muchas más cosas en cuanto toque algo de poder, si es que lo toca, de la mano del PP porque no se le ve coaligado con la izquierda regional con su currículo.

Algo pasa también en 'Podemos' cuando el profesor Francisco Jarauta se desculga de la lista a la Asamblea Regional, donde estaba previsto que fuese de nº 2. No valen excusas ahora con las socorridas razones de salud. Debe ser que ya no ve tan claro el filósofo aragonés la posibilidad de este proyecto, en cuanto a alternativa real de poder, tras las elecciones andaluzas y los errores de bulto cometidos a discreción, tanto por Monedero como por Errejón y el iluminado e inmaduro neocomunista Pablo Iglesias, que parece no saber bien en qué país está ni el tipo de sociedad que lo integra aunque su discurso esté plagado de las reivindicaciones de la mayoría. Su único mérito es haber hecho de portavoz en 'La Sexta', estación televisiva catalana controlada por el ex presidente Zapatero.

Con un 15% de intención media de voto al 'espíritu del 15-M' y la pirula que los comunistas de IU-Verdes (ahora emboscados en 'Cambiemos Murcia' para despistar mejor al electorado, una vez más señor Marset) les han hecho en el municipio de la capital de la Región, el único bastión importante donde puede hacer algo 'Podemos' es Cartagena gracias a la inteligencia más que demostrada y la intuición política de una mujer como la eurodiputada Lola Sánchez Caldentey, en claro desacuerdo estratégico con la 'troika' dirigente en Madrid aunque cohabitando en Bruselas y Estrasburgo por necesidades del guión.

La aparición en escena del discreto profesor universitario de Historia del Arte, el navarro Óscar Urralburu, gracias a la falsa y trucada democracia asamblearia, hoy bastante desinflada al comprobar los actores pasivos su burda manipulación, quiere decir que ningún simpatizante o militante autóctono ve claro a dónde conduce el proyecto, más mediático que ideológico y programático, de 'Podemos', ahora con una dirección nacional titubeante, y algo errática, tras el fácil y demagógico grito de 'Viva Cartagena! que encandiló a tanto necesitado, harto, en las elecciones europeas. 

En el caso de la Región de Murcia, hay un capítulo añadido que va contra el teórico espíritu de 'Podemos'. Gente indeseable, con intereses profesionales inconfesables, ha utilizado a colectivos espectro subvencionados desde las administraciones públicas murcianas y controlados por esos 'submarinos', para lograr una situación interna de poder, de cara a un eventual futuro de asentamiento en la política regional, con el objetivo de hacerse a plazo en Murcia con la marca para puro beneficio personal y empresarial en temas medioambientales. 

En cuanto a UPyD, otro partido de aluvión con gentes de muy escasa calidad política (con muy contadas excepciones), vive aquí también los efectos del enrocamiento de la líder Rosa Díez y ahora, en Murcia, el control exógeno de candidatos por entes, también indeseables, para llevar el agua a su molino si llega la ocasión de coaliciones, y ante la pérdida progresiva de control por su lideresa vasca. 

Hasta la irrupción de 'Ciudadanos' en el escenario político nacional no se pudo comprobar que UPyD estaba trufado de rufianes de la peor calaña política que, a las primeras de cambio y vistos los resultados de las encuestas, han saltado a otras formaciones de mejor proyección demoscópica, donde les han hecho - o se han hecho, con trampas y a codazos- un sitio al sol en espera de resolverse la vida por cuatro años, al menos. 

Porque estamos ante un partido de muchos parados o subempleados. O de aspirantes a mejorar o para ascender donde ya se está. Quienes no han logrado ser candidatos han buscado el sol en 'Ciudadanos' y quienes lo han logrado esperan resultados para seguir en UPyD o marcharse a 'Ciudadanos' si este partidillo obtiene mejores resultados por ser UPyD un colectivo de gentes con vocación de transfugas. 

Lo de IU-Verdes es la crónica de una muerte anunciada tras su absoluta vampirización por el PCE. El invento no da en la Región de Murcia mucho más de sí porque ya no queda nadie ajeno a los comunistas aunque en su interior trata de resistir un núcleo opuesto a los manejos, absolutamente antidemocráticos, del catedrático de Medicina, el marxista-leninista Pedro Marset, que ha logrado, no obstante, telecontrolar a 'Podemos' en el municipio de Murcia (el tal Alzamora no será concejal al ir el nº 5 en la lista del nuevo invento comunista local 'Cambiemos Murcia'). 

Esta es una buena salida táctica ante una marca ya imposible de secundar por un electorado murciano que percibe el tongo y la manipulación de los burócratas del PCE regional que, como el torrente, busca su salida por dónde puede y a cualquier precio. Su mayor experiencia y madurez política ha dado, no obstante, el resultado que vemos en Murcia y ya veremos por dónde sale en la Asamblea Regional si su nueva fórmula electoral ('Ganar la Región de Murcia') le equipara electoralmente a 'Podemos' y se le adelanta con el PSRM para formar Gobierno. 

Pues no queda duda que, a diferencia de los neocomunistas de 'Podemos', Marset y los suyos forman parte de la casta murciana más deplorable y protegida por corruptos de campeonato, como es el caso del ex alcalde socialista de Cartagena, José Antonio Alonso, y sus amigos foreros, aquí mamporreros del 'clan de Marset' con un primer éxito táctico en la capital frente a los imberbes políticos de 'Podemos' y el que esperan también de su candidatura 'Ganar la Región de Murcia' en la que igualmente se emboscan los comunistas murcianos aunque no con candidatos de relleno de 'Podemos' gracias al olfato político y el arrojo de Lola Sánchez, que queremos creer no ha tenido el responsable y vicario en Murcia de Pablo Iglesias y la línea oficialista.



En el PSRM queda poco por decir tras haber retorcido la democracia el secretario general y candidato a San Esteban, González Tovar, con la candidatura al Ayuntamiento de Murcia. Pedro López llevaba su juego personal; es verdad. Y no admitía injerencias de Princesa en su lista municipal tras haber ganado unas supuestas primarias -también las ganó Tovar, adelantándose a la llegada de Pedro Sánchez a Ferraz, porque con la renovación él no hubiese sido candidato- pero no era de fiar para un virtual pacto de coalición postelectoral PP-PSOE en La Glorieta, que ahora es casi seguro con el tal José Ignacio Gras por su currículo y trayectoria de absoluto entreguismo a la reacción murciana.

Aquí se aventa, también de la mano del transfuga Mario Gómez, de C's, un gran tripartito PP-Ciudadanos-PSRM para evitar el desembarco de 'Cambiemos Murcia', que es IU reinventada tras vampirizar a 'Podemos' con una trampa elemental en la que han caído los imberbes de Pablo Iglesias en la capital de la Región. De ahí que Tovar necesitase con urgencia quitarse de enmedio a López, financiación de la campaña aparte. Probó en la Universidad con rectores y ex rectores para enfrentar a Ballesta pero no le salió. Luego alguien le sugirió a Gras y su dinero fresco para la campaña y miel sobre hojuelas. La crisis del PSRM en Cartagena pasó a ser un asunto menor.

Finalmente el PPRM. El candidato Pedro Antonio Sánchez sigue siendo virtualmente un imputado. Como Ballesta (impuesto por Cámara a Valcárcel, en detrimento de Moya-Angeler, con la exigencia añadida de ser senador en su momento), no gusta al electorado propio ni siquiera a la militancia más recalcitrante. En principio, parece un pelele más pelele que era Valcárcel en su día. Martínez-Pujalte trata de llevarlo a su órbita con la promesa de introducirlo en Madrid ahora que el mentor del lumbrerense, García-Legaz, no atraviesa su mejor momento en Génova 13.

La reciente foto de Sánchez con Rajoy ha resultado criminal para el candidato. Como que se siga diciendo que es el 'delfín' de un Valcárcel desprestiagiado políticamente y sujeto de un pié por el magistrado Abadía, seguirá perdiendo votos a chorros en su propio caladero. Además, el candidato Ballesta se lo come por imagen en la circunscripción con más votos y puede que hasta en la que está Mazarrón, patria chica del ex rector. Puede que no le baste para alcanzar San Esteban con los escaños proporcionados por el otro Sánchez desde C's, dando por sentado que va a seguir siendo un desimputado.

La sensación que da el primer Sánchez, encantado de haberse conocido y sin oficio que se sepa, excepto el de político, es que está en manos de unos cuantos caciques (Fuertes, Mendoza, Egea...), por lo que no ha podido parar en la Asamblea Regional una impresentable Ley del Suelo, y de políticos del PP, como García-Legaz, Martínez Pujalte y el propio Valcárcel, chantajeado políticamente por la alcaldesa de Cartagena, Pilar Barreiro, no hablando de él en su declaración ante el Supremo sobre 'Novo Carthago' a cambio de volver a ser candidata al cargo, y posibilitar así un escape del pasado, sin mayores sobresaltos, por parte del ex presidente regional aunque haya doblado el déficit público de la hacienda en la Región de Murcia. 

Sin embargo, el PP tiene en su haber varias varios asuntos que le explotarán en campaña en una Región ya muy lacerada por la mala, irresponsable y sectaria gestión pública, de la que el actual presidente Garre no se escapa tampoco: nueva 7RM onerosa y de muy baja calidad, el deterioro de la Sanidad pública y su virtual privatización, el maltrato a la Dependencia, un inviable aeropuerto de Corvera, el fiasco de la desaladora de Escombreras, significativa caída de la inversión extranjera, corrupción galopante en las administraciones públicas, pobreza disparada, déficit público desbocado, AVE innecesario y sin soterrar,  falsas obras faraónicas para cazar subvenciones públicas y manga ancha con el 'fracking' aparte de claudicación ante Castilla-La Mancha en cuanto a los caudales para el Tajo-Segura. Este es un balance que, por lógica, tendrá su castigo en las urnas, diga lo que diga mi ahora apesadumbrado bachiller lorquino aunque casi siempre sea un ángel muy oportuno.

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