MURCIA/CARTAGENA.- El Obispo de la Diócesis de Cartagena presidió en la Santa Iglesia Catedral de Santa María la Eucaristía de celebración del 88º Aniversario de la Coronación Canónica de la Virgen de la Fuensanta.
Durante la homilía, Mons. Lorca Planes resaltó la
figura de María como testigo fiel de la vida, muerte y resurrección de
Nuestro Señor: “María permanece junto a la cruz, el amor le hacer estar y
no darse a la fuga. La han dejado sola, pero ella está firme en la fe,
en la confianza en la Palabra dada”.
Hoy lunes, se bajará a la
Virgen de la Fuensanta del camarín del retablo mayor de la Catedral y se
colocará en el presbiterio para recibir las últimas muestras de cariño
de los murcianos antes de volver a su santuario. Y mañana, a las 7:00
horas, tras la celebración de la Eucaristía, se iniciará su regreso al
santuario en romería acompañada por cuantos fieles lo deseen.
Por otra parte, la explanada del puerto de Cartagena se quedó pequeña ayer para albergar a las más
de 5.000 personas que desde distintos puntos de la geografía murciana se
desplazaron hasta Cartagena para participar en la Celebración Diocesana
de la Caridad, convocada por el Obispo de Cartagena y ante la presencia
de la Virgen de la Caridad.
Sobre las 16:00 horas la patrona de
Cartagena abandonaba su basílica santuario para dirigirse al puerto,
donde llegó a las 17:30 horas arropada por los vítores y aplausos de los
cartageneros y demás fieles. Una vez colocada la imagen junto al
presbiterio comenzó la celebración de la Eucaristía presidida por Mons.
Lorca Planes y concelebrada por cerca de 200 sacerdotes. En la
celebración participaron también los seminaristas de los tres seminarios
diocesanos (San Fulgencio, San José y Redemptoris Mater).
El Sr.
Obispo agradeció a la Junta de Gobierno del Santo y Real Hospital de
Caridad que accediera a trasladar a la imagen de la Virgen de la Caridad
para participar en esta celebración y comenzó su homilía hablando de
María como ejemplo de fe: “María es la mujer fuerte, de convicciones
firmes, ella es de Dios y vive para Dios y mantiene la confianza de que
el plan del Padre se cumplirá”.
Habló también de la
bula Misericordiae vultus del Papa Francisco con motivo del Año Jubilar
de la Misericordia y recordó a los presentes que la vocación del
cristiano es “salvar al justo, ayudarle a salir del tormento, a dar el
pan necesario al hambriento y el agua al sediento; estamos para decir a
todo el mundo que creemos en la dignidad del hombre y de la mujer,
imagen de Dios”.
Mons. Lorca recordó el trabajo que miles de
hombres y mujeres desempeñan en la Diócesis en las distintas labores de
caridad que se llevan a cabo desde parroquias, instituciones o
asociaciones, en proyectos que “abarcan a la persona en su totalidad… En
la caridad no se miran las fronteras, ni los credos, ni el color de
piel, no se miran las ideologías, ni otra particularidad que nos impida
atender a los pobres, a la persona que tiene necesidad. Tenemos una
razón para esto, el mandamiento del amor: Amar a Dios y al prójimo”,
explicó el Prelado, invitando, además, a los presentes a hacer un
recorrido por las obras de la caridad de la Diócesis, como el “mayor y
más hermoso patrimonio”.
Dirigiéndose a la Virgen de la Caridad le
presentó a los sacerdotes, seminaristas, matrimonios, seglares, jóvenes
y niños de la Diócesis; así como a los enfermos, los encarcelados, los
perseguidos, los huérfanos, los inmigrantes, los desesperados y los
moribundos: “En tu regazo confiamos los gritos de los necesitados”.
Durante
la homilía, el Sr. Obispo anunció que el próximo curso pastoral se
dedicará a la caridad y la misericordia. Explicó que había pensado
dedicar un año a la reflexión pero que a raíz de la declaración, por
parte del Papa Francisco, de un Año Jubilar de la Misericordia la
Iglesia Diocesana se sumaba a esta iniciativa: “Repetiremos la caridad y
la misericordia de Dios. Si duplicamos la fe, ¿no vamos a duplicar la
caridad en la misericordia? Son dos pilares esenciales”, destacó.
En
el momento del ofertorio se presentó el trabajo de caridad que se está
desarrollando en la Iglesia Diocesana a través de los representantes de
diferentes instituciones o asociaciones como Jesús Abandonado, Manos
Unidas o Pastoral Penitenciaria. En ese momento se presentó ante la
Virgen de la Caridad la ilusión de un nuevo proyecto fruto de este Año
de la Caridad, que a petición del Sr. Obispo, pondrá en marcha Cáritas
Diocesana para favorecer la incorporación a la vida laboral de los
jóvenes de la Región de Murcia. Un proyecto en el que se está trabajando
desde hace meses y que en breve será presentado en rueda de prensa.
2.000 portapasos se turnaron
Miles de fieles se adueñaron de las calles de la ciudad y los cartageneros demostraron una vez más su plena devoción hacia la Patrona. La jornada comenzó a las 16.00 horas, momento en el que la Patrona salía a la calle, a la espera de sus fieles. Más de dos mil portapasos se turnaron para cargar a la Caridad en sus hombros.
Las autoridades civiles se unieron al desfile a las puertas del Palacio Consistorial. El destino de la procesión, el puerto, fue el lugar donde se celebró la misa, presidida por el obispo, José Manuel Lorca Planes.
Pero el baño de fieles no fue solo por parte de los cartageneros, sino que multitud de personas, concretamente cincuenta autobuses procedentes de distintos puntos de la Región se desplazaron hasta la ciudad portuaria para ver a su Patrona en el Día de la Caridad.
160 sacerdotes acompañaron al obispo durante la misa y finalizada la homilía con un viva la Virgen de la Caridad, viva nuestra madre, presentó un proyecto diocesano propuesto por Cáritas para la formación de jóvenes desempleados para ayudarles en la búsqueda de empleo.
Tras terminar la misa, la Patrona volvió a la Basílica en procesión con un recorrido más largo, algo que a los fieles no les dio miedo ya que la acompañaron a su vuelta.
En los casi trescientos años de historia de la imagen, ésta se ha procesionado en 37 ocasiones, contando con la de ayer. La última tuvo lugar en 2010, en que acudió a Santa Lucía para festejar el año santo jubilar en la parroquia de Santiago.
Anteriormente la Virgen de la Caridad procesionó en 2005 durante dos días por las calles de Cartagena y estuvo en el Hospital de Caridad con motivo del cincuenta aniversario de la restitución de su corona.
Durante el siglo XX la imagen napolitana fue llevada por las calles de Cartagena en otras cuatro ocasiones: en 1923, 1939, 1955 y, en 1993 para conmemorar el tercer centenario de la creación del Santo y Real Hospital de Caridad.
Con anterioridad al siglo XX, se había procesionado en 30 veces: a su llegada al Puerto y en otras 29 en rogativas por agua o epidemias durante los siglos XVIII y XIX.
Por lo que la salida de ayer fue su número 37 en su historia.
2.000 portapasos se turnaron
Miles de fieles se adueñaron de las calles de la ciudad y los cartageneros demostraron una vez más su plena devoción hacia la Patrona. La jornada comenzó a las 16.00 horas, momento en el que la Patrona salía a la calle, a la espera de sus fieles. Más de dos mil portapasos se turnaron para cargar a la Caridad en sus hombros.
Las autoridades civiles se unieron al desfile a las puertas del Palacio Consistorial. El destino de la procesión, el puerto, fue el lugar donde se celebró la misa, presidida por el obispo, José Manuel Lorca Planes.
Pero el baño de fieles no fue solo por parte de los cartageneros, sino que multitud de personas, concretamente cincuenta autobuses procedentes de distintos puntos de la Región se desplazaron hasta la ciudad portuaria para ver a su Patrona en el Día de la Caridad.
160 sacerdotes acompañaron al obispo durante la misa y finalizada la homilía con un viva la Virgen de la Caridad, viva nuestra madre, presentó un proyecto diocesano propuesto por Cáritas para la formación de jóvenes desempleados para ayudarles en la búsqueda de empleo.
Tras terminar la misa, la Patrona volvió a la Basílica en procesión con un recorrido más largo, algo que a los fieles no les dio miedo ya que la acompañaron a su vuelta.
En los casi trescientos años de historia de la imagen, ésta se ha procesionado en 37 ocasiones, contando con la de ayer. La última tuvo lugar en 2010, en que acudió a Santa Lucía para festejar el año santo jubilar en la parroquia de Santiago.
Anteriormente la Virgen de la Caridad procesionó en 2005 durante dos días por las calles de Cartagena y estuvo en el Hospital de Caridad con motivo del cincuenta aniversario de la restitución de su corona.
Durante el siglo XX la imagen napolitana fue llevada por las calles de Cartagena en otras cuatro ocasiones: en 1923, 1939, 1955 y, en 1993 para conmemorar el tercer centenario de la creación del Santo y Real Hospital de Caridad.
Con anterioridad al siglo XX, se había procesionado en 30 veces: a su llegada al Puerto y en otras 29 en rogativas por agua o epidemias durante los siglos XVIII y XIX.
Por lo que la salida de ayer fue su número 37 en su historia.
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