El CIS debería replantearse la publicación de su próximo barómetro, prevista para fechas próximas al inicio de la campaña electoral que dará comienzo en la madrugada del día 8 de mayo. ¿Qué sentido tiene publicar una macroencuesta sobre los comicios locales y autonómicos del próximo día 24, si el acontecimiento político más importante que ha sucedido en los últimos meses no lo tiene en cuenta?
Desde
que Rodrigo Rato fuera detenido por unas horas, el
exvicepresidente económico del Gobierno con José María Aznar,
artífice del milagro económico de finales de los años 90 y uno de
los iconos del Partido Popular, la información no ha dejado de ser
portada de los periódicos de información nacional.
Lo ha
sido también en los más influyentes diarios internacionales. El
Financial Times le dedicaba las cuatro columnas de apertura de la
edición del fin de semana del 18-19 de abril. Días después su
corresponsal en Madrid, Tobias Buck, centraba su análisis en las
consecuencias electorales que tendría el caso para el Partido
Popular y para su presidente, Mariano Rajoy.
Según el diario de
la City, no hay lugar a dudas de que la investigación va a
perjudicar las perspectivas electorales del Gobierno de Mariano
Rajoy. Como destacaba la semana pasada en estas mismas página A. R.
Mendizabal al hacerse eco de la información, “los analistas dicen
que el furor mediático en torno al caso Rato está relegando las
noticias favorables sobre la recuperación económica de
España, al tiempo que atiza la ira de los votantes anticorrupción
dentro del partido gobernante”.
Además Buck añadía que “la
desazón en el partido ha dado pie a rumores de que podría buscar un
cambio de liderazgo para las elecciones generales”. ¿Qué decir de
lo que han escrito los medios españoles y de lo que cuentan en
privado diputados y algunos miembros del Ejecutivo?
En El
País, Javier Casqueiro aseguraba que el ‘caso Rato’ y su gestión
agrava las grietas del Gobierno de Rajoy. Los ministros reconocen la
existencia de al menos dos grupos divididos por edades y sintonías
y la falta de una figura que encarne su 'milagro económico'.
Pues
lo que resulta tan evidente para los más diversos analistas a los
que uno quiera acudir resulta insuficiente para que el CIS se
replantee su decisión de publicar su barómetro sin introducir
más datos a su sondeo.
Según han confirmado a la agencia Europa
Press, el grueso de las entrevistas realizadas para elaborar su
macroencuesta se han realizado antes del estallido del
denominado 'caso Rato' el pasado 16 de abril.
Se justifican
en el CIS en que el trabajo se realizó en fechas muy similares a la
de hace cuatro años, entre mediados de marzo y mediados de abril, es
decir, antes de que la opinión pública tuviera conocimiento de la
investigación al que fuera también presidente de Bankia y
director general del Fondo Monetario Internacional.
Como
recuerda Europa Press, los primeros días del trabajo de campo sí
coinciden en cambio con el cierre de la instrucción del caso de 'los
papeles de Bárcenas'. En concreto, el 22 de marzo el juez Pablo Ruz
señaló al PP como responsable civil subsidiario por un delito
fiscal al no haber declarado los donativos irregulares que, según
dejó anotado su extesorero Luis Bárcenas, recibió en 2008, el único
ejercicio al que no alcanza la prescripción.
Durante la
realización de las entrevistas se celebraron las elecciones en
Andalucía con la victoria del PSOE, pero sin mayoría absoluta,
elecciones que han confirmado el despegue de Podemos y Ciudadanos,
el desplome del PP e Izquierda Unida, y la confirmación de la
desafección popular con UPyD.
También en esas fechas se
hicieron más evidentes las profundas tensiones internas entre los
dirigentes del Partido Popular que apoya al Gobierno y el propio
entorno de la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría. La
tensión de María Dolores de Cospedal con Javier Arenas parece quedar
en un segundo plano ante la gravedad de la crisis Gobierno-Partido.
En
esas fechas también fue noticia el desfile de altos cargos de la
Junta de Andalucía ante el Tribunal Supremo para declarar por el caso
de los ERE fraudulentos.
Pero ninguna de esas informaciones
ha tenido las consecuencias que está teniendo el ‘caso Rato’. Si
el CIS no ampliara su recogida de datos tras la detención de
Rodrigo pondrá en cuestión la validez de los sondeos que dará a
conocer previsiblemente a finales de la próxima semana. Ellos
sabrán lo que hacen. Pero no tiene sentido que en un organismo
público tan reputado no amplíe el período de sondeos para que entre
en el computo la cuestión política más relevante que ha sucedido
en lo que va de año.
(*) Periodista
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