domingo, 12 de abril de 2015

La Consejería de Agricultura quiere revalorizar las tierras de secano con plantas aromáticas y medicinales

MURCIA.- La Consejería de Agricultura y Agua, a través del Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Alimentario (IMIDA), trabaja desde hace años en la selección de plantas aromáticas y medicinales, ricas en componentes con demostrada actividad antioxidante y bacteriostática, para ofrecer a los agricultores alternativas a los cultivos marginales de cereal y revalorizar así las tierras de secano.

El director del IMIDA, Adrián Martínez, destacó que este organismo ha constatado que en la Región "existe una gran variabilidad de este tipo de plantas que son ricas en componentes aromáticos, muy demandados por la industria farmacéutica, cosmética y agroalimentaria", según han informado fuentes del Gobierno regional en un comunicado.
Así, apuntó que "las líneas de investigación iniciadas pueden dar resultados muy satisfactorios, ya que los agricultores murcianos conseguirían plantaciones homogéneas y multiplicarían por cinco sus rendimientos. Además les permitiría ofrecer, directamente incluso, a los mercados europeos un producto de calidad con gran valor añadido".
Y es que, el IMIDA empezó a investigar en la selección de plantas aromáticas para cultivar cuando descubrió que existía una superproducción de muy pocas especies que colapsaban el mercado, con lo cual se hacía necesario ofrecer a los agricultores nuevas variedades.
El Departamento de Recursos Naturales inició varios ensayos de cultivo en fincas experimentales y en parcelas de los propios agricultores, lo cual facilitó que estos asumieran posteriormente la metodología de cultivo propuesta por el IMIDA. Se trató de averiguar cuáles eran las técnicas de cultivo más adecuadas para obtener mayores rendimientos.
Según José Antonio Sotomayor, investigador de este Departamento, los ensayos demostraron que el tomillo rojo, el más apreciado por su aceite esencial, se podía cultivar en la comarca del Noroeste con escasas aportaciones de agua de riego. Los trabajos realizados en el IMIDA han demostrado, a través de la destilación individualizada de las plantas, que existe una gran variabilidad en los rendimientos en aceite esencial entre plantas de una misma especie cuando se cultivaban en las mismas condiciones.
De este modo, se pudo encontrar plantas que triplican su porcentaje en aceite esencial, por lo que su selección y posterior clonación para establecer con ellas el cultivo representa una gran mejora en el rendimiento de futuras plantaciones.
Por otro lado, el agricultor que quiera cultivar tomillo puede planificar su plantación para que no le coincidan las épocas de floración, de tal forma que las recolecciones tampoco se solapen.
Tres especies que pueden entrar en una alternativa de cultivo son el tomillo de invierno (Thymus hyemalis), que se da entre febrero y marzo, continuar con el tomillo común (Thymus vulgaris), con recolección entre abril y mayo, y acabar el ciclo cultivando tomillo rojo (Thymus zygis), que se recolecta en julio.
La investigación también reveló que las poblaciones naturales de romero (Rosmarinus officinalis) presentan una gran variabilidad y sus propiedades son diferentes según su procedencia geográfica, pero, además, también se presenta una gran heterogeneidad en la composición química entre plantas de una misma población.
Por ello se vio la necesidad de llevar la investigación al estudio de plantas individuales, para seleccionar aquellas que presentaran mayor potencial antioxidante y bacteriostático.
El objetivo es obtener, a partir de estas plantas seleccionadas, variedades de romero con una composición tipificada, y que puedan ser cultivadas por los agricultores (en la actualidad el romero se recolecta directamente del monte).
De esta forma se conseguirían plantaciones homogéneas de mayor valor añadido, con cuyo cultivo se podrían revalorizar las tierras de secano, ya que el romero se puede cultivar con muy poca aportación de agua.
Una vez homogeneizado el cultivo, el siguiente paso sería que los agricultores se asociaran para exportar su producción a países europeos, tales como Suiza y Alemania, y conseguir mayor valor para sus producciones.

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