lunes, 9 de marzo de 2015

La señora Cler y una navajera de Santa Eulalia / Apunte de Argárico

La señora Cler es una señora y su marido un hombre en sus manos... por todavía enamorado, claro. Cuando Valcárcel fue a buscar de urgencia a Cartagena al presidente de la Asamblea Regional, Francisco Celdrán, ante el primer gran fiasco judicial del 'delfín' y así poder escapar de una vez por todas las que antes no pudo a disfrutar de lo suyo en Bruselas, se encontró con una férrea negativa familiar para la interinidad y aquel sugirió entónces el nombre de su vicepresidente y abogado Alberto Garre para que Valcárcel tuviese otras opciones impensadas a cambio de ofrecer al voluntario la presidencia de la Asamblea tras las elecciones, si se gana, puesto que la salud de Celdrán ya no permite un nuevo mandato. 

Jamás se le habría pasado a Valcárcel por la cabeza este calerista de pro que es Garre, obligado a vivir de la política por una crisis profesional temprana aunque la señora Cler (hija de un pudiente marino mercante de Cartagena) aporte su dote y su criterio universitario a la sociedad de gananciales, trasladada en su día de San Javier y Torre-Pacheco a Murcia (que no a Cartagena) por aquello de las relaciones sociales y estudios en la capital para sus dos hijos treintañeros.

Consultada al respecto la señora Cler (por cierto, consuegra en potencia de la non nata presidenta del TSJRM, la muy meritoria doña Pilar Alonso Saura, 1.160 puestos de antigüedad por encima del preferido por Valcárcel ante la coyuntura judicial que se le presenta) por su marido, poco predispuesto en principio al 'marrón', hay que dejar constancia, ésta casi le obligó a decirle un 'sí' incondicional a Valcárcel tras hacer unos primeros cálculos como la lechera del cuento. ¿Cómo iba 'el cebollino' a pasar de la gran rambla desbordada y asesina al 'glamour' del 'Hispano' y del palacio? 

Las cuentas no le cuadraban a la señora Cler que, aunque sea de Letras, sabe afinar el bolígrafo y, si la dejasen con algunos, el polígrafo también. Pensó, sin pensarlo algo más, por no tener costumbre, que su marido era providencial para el PP olvidando que, por su honestidad, no llega a ser ni un 'valcarcelista' converso.

Luego fueron otros quienes le llenaron la cabeza de pájaros a Garre y otros más quienes desde algún medio añejo, con facturas antiguas de publicidad pendientes de cobro en San Esteban, repitieron aquello del espejo de la bruja en Blancanieves, hasta el punto de que el hombre se vió guapo y rejuvenecido para los carteles electorales, jaleado, seguro, por la señora Cler. Los dos 'ictus' sufridos hace poco parecían ya para él y para ella, cosas del pasado y casi sin importancia. Pero seguro que Valcárcel llegó a pensar que eran un gran obstáculo para tentaciones políticas mayores, conociendo como conocía a la señora Cler. También se equivocó el ex presidente por las prisas y los apretones sobre ilusiones lógicas en hombre ya madurito.

Pero Garre es un político sin dignidad política y sin la más mínima idea de contexto. Tenía que haber dimitido en el primer minuto tras la proclamación de Pedro Antonio Sánchez el pasado jueves como candidato a San Esteban para no quedar ahora como un 'pato cojo' (si decimos palomo estaríamos sugieriendo otra cosa) aunque, además, el actual Presidente sea un verdadero 'palomo' como ha demostrado al ponerse también en manos del diputado Martínez-Pujalte y de su cuñado el señor Cerdá, ambos tributarios del señor Valcárcel por razones obvias, pero también de ellos mismos, hasta que se ha comprobado que estaban utilizando a Garre para sus fines de hacerse en su momento con el santo y la limosna tras sorprender en Madrid a un ya muy debilitado jefe regional del partido.

Han sido los del entorno del presidente Garre, comenzando por la señora Cler, quienes han confundido a este hombre y abogado, por otra parte impoluto, diciéndole que Sánchez estaba demasiado enredado en los tribunales como para poder optar finalmente a San Esteban. De hecho, también así lo pensaba María Dolores de Cospedal, que es otra de las personas que hicieron errar a Garre hasta que ésta comprobó que nunca tendría el apoyo de Valcárcel y el resto del aparato inmutable del PPRM controlado por Sánchez Carrillo, socio o ex socio de Carlos Valcárcel Siso, otro buen calculador y, dicen, cerebro en la sombra para la intendencia familiar. 

Por si acaso, agazapado estaba Martínez-Pujalte, al estilo Alfonso Armada, por si en el último minuto se necesitaba una segunda solución de urgencia y compromiso apoyada desde Madrid para no cargar finalmente con Sánchez, tal como anhelaba la señora Cospedal y, hasta es posible intuir que, el propio Mariano Rajoy pese a estar en la línea de que aquí jueguen los imputados ante la debacle electoral que aventa el gallego en Valencia y Murcia. Así paga aquel a Garre el logro de traer hasta Murcia a un Martínez-Pujalte, una vez sin sitio en la lista del PP en Valencia, para que siguiese siendo diputado a Cortes con la ayuda además, del ex diputado Arsenio Pacheco.

Garre no se atrevió (otro gran error, por miedo a una moción de confianza en la Asamblea a presentar por el PP contra él) a cesar, de entrada, hace un año a los imputados que le impuso Valcárcel en el Gobierno. Si lo hubiese hecho, Sánchez no sería hoy candidato ni Cerdá le hubiese hecho la jugada de desaforamiento intencionado e imprevisto que ha quemado del todo a Garre por confiado y desinformado. Y, sobre todo, habría mermado considerablemente la capacidad de maniobra de Valcárcel y los infiltrados que tiene en San Esteban junto al incauto presidente. 

Al tema de la adjudicación, cuestionada por gran parte de la sociedad civil, recurrida en su momento por el letrado Diego de Ramón y suspensa por Montoro, de la '7RM' al grupo 'Secuoya' de la mano de Martínez-Pujalte y el bueno de Martínez Asensio, me remito. Por no hablar de los disparates legislativos del consejero Bernabé por indicación de Valcárcel pero que se terminarán imputando a Garre si antes no deja de presidir el ejecutivo regional o cesa al ambicioso y temerario ex alcalde de La Unión, de donde tuvo que salir de escape tras las revelaciones del Tribunal de Cuentas.

Quienes crean que Valcárcel pasó en Bruselas los últimos días parecen unos cándidos. Aparte de tener que permanecer en España preparando su defensa ante los jueces y fiscales tras su preimputación por el magistrado Abadía (¿por casualidad primo del polémico Trinitario Casanova Abadía?) con la colaboración inestimable del fiscal anticorrupción y contra el crimen organizado, Valcarcel no ha abandonado Madrid, siempre en compañía de Martínez-Pujalte y Sánchez, para atender diversos frentes: primero intentar doblar a la Fiscalía con él y su 'delfín' tras conseguir la elección de Pascual del Riquelme frente al TSJRM en vez la de, con muchos más méritos,  magistrada próxima a Garre y, segundo, de paso, apuntalar la candidatura de Sánchez a San Esteban en los pasillos y despachos de una no muy convencida Génova 13. 

(De haberse impuesto para presidir el TSJRM la candidatura de la señora Alonso, a estas alturas muchos estarían temblando de miedo porque ya dijo ella ante el CGPJ que su prioridad era extirpar la corrupción en la Región de Murcia. ¿Habló de más allí y alertó a los de aquí tras la larga tranquilidad con los 'mansos' Pérez-Templado y Martínez Moya más el apoyo moral siempre del vecino y prestigioso lorquino, el presidente de la Audiencia Provincial, el ilustre magistrado Andrés Pacheco?)

En esa semana, la última de febrero, Garre se cayó definitivamente de esa cartel en el que ya lo veía la señora Cler, como sucede en Estados Unidos con las parejas aspirantes a la Casa Blanca, y el consejero de Presidencia, José Gabriel Sánchez, otro de los 'traidorzuelos' a Valcárcel, ahora más preocupado por los efectos en la salud de su hija Rosario de los pasos procesales del magistrado Abadía (no estuvo éste, por cierto, en la toma de posesión de Pascual del Riquelme) y con un bebé en edad de amamantar, fruto de su matrimonio con otro de los imputados, el que ha metido a BMN (Caja Murcia) en un buen lío si se prueban las acusaciones contra él. 

Y es aquí es donde aparece la 'navajera de Santa Eulalia' despanzurrando a la señora Cler, nada acostumbrada a la faca política porque dedica su tiempo a lo que una señora culta y de su edad suele hacer: a la lectura y a cultivar su espíritu a través del cuidado inteligente del cuerpo. 

Si la señora Cler fuese amiga del ex consejero y ex delegado del Gobierno, que no lo sé si es, el veterinario e hijo de militar de cierta graduación, Francisco Marqués, imagino que éste le habría advertido sobre los métodos que gasta 'la navajera' con quienes osan jugarsela a su amor desde la juventud. Eso no obsta para que Marqués tenga seriamente advertido a Valcárcel de que si a él le pasa algo malo en los tribunales para que otros salven el pellejo, jurado está que se lo lleva por delante al ponerselo en bandeja al magistrado Abadía, él sabrá bien cómo, aunque la colaboración del cesado ex delegado especial de la Agencia Tributaria, el inspector de Finanzas del Estado Cristóbal Osete, pienso que ahora sí que no le va a faltar a la Fiscalía ni al magistrado instructor en todo lo que pueda serles de utilidad para aclarar actuaciones sospechosas de políticos y adláteres.

Por cierto, que el citado juez ha pedido la grabación insidiosa de Valcárcel sobre él, donde pone en cuestión su imparcialidad con insinuaciones que denotan un nerviosismo del que nunca había hecho gala, hasta ahora, este europarlamentario que se está jugando su escaño en Bruselas-Estrasburgo, aparte del honor familiar que esgrime bien aconsejado desde dentro. ¿Dice en privado Valcárcel que Abadía hace años le pidió el favor de que le ayudase a estar en la terna de la que salió elegido presidente del TSJRM Juan Martínez Moya? ¿O más bien se remite, incluso, al fuerte incidente en su día con el, parece que, primo del juez, Trinitario Casanova Abadía, ambos de Orihuela, por su paso atrás presidencial en el caso de la finca aguileña de 'La Zerrichera'

Vete a saber que clase de porquería va a emplear el reo. Pero si 'la navajera de Santa Eulalia' echa mano al cinto para rajar a la Justicia, flaco favor le hará a los suyos a tenor de lo que sigue ahora, donde hasta el imputado delegado del Gobierno, el promiscuo Bascuñana, puede salir en globo si la Guardia Civil de Tráfico, ¡sí de Tráfico!, procura a la Opinión Pública una gran noticia largamente esperada aunque el jefecillo gallego actual en Madrid, 'Cuco', se empeñase en censurarla de oficio, precisamente por ser gallego de Ferrol y tener negocios, al parecer, en varios puertos españoles, no sé si en el de Cartagena ahora.

P.D.) Parece que la Policía Judicial (ahora que se sabe la existencia del gran arsenal argumental oculto del magistrado Abadía para utilizar en su momento en esa tan esperada Exposición Razonada a la Sala Penal del Supremo si antes de 30 días, desde el auto de preimputación, Valcárcel no comparece a declarar ante él) tiene sometido a discreta vigilancia el edificio 'Siervas de Jesús', en Murcia, donde ocupa un despacho (¿de joyería?) el cuñado de Valcárcel por hermano de su esposa Charo, Juan Francisco Cruz Alfaro, casado a la sazón con la hija del transportista molinense Pedro Hernández Filardi, actual vicepresidente de la Autoridad Portuaria de Cartagena, que preside su íntimo amigo el ingeniero Antonio Sevilla, ex miembro del consejo de administración de la empresa de transportes de Filardi (extremo que aquel oculta en su currículo público), y que ambos frecuentan, junto al ex concejal Antonio Sánchez Carrillo, ex consejero de la CAM y ex vicepresidente de 'Caja Murcia', amén de socio o ex socio del abogado Carlos Valcárcel y hermano de otro de los imputados de rebote por Abadía, el arquitecto Juan Sánchez Carrillo. 

El empresario Hernández Filardi pasa por ser el principal financiador, con mucho, del PPRM y con derecho a imponer sus decisiones, tanto a Valcárcel como a Antonio Sánchez Carrillo, lo que explica el nombramiento y nuevos usos-costumbres de Antonio Sevilla en la Autoridad Portuaria de Cartagena, a juicio de algunos de sus contratistas de moda con sede en Elche, que presumen de un nuevo estilo, 'más ágil', de gestión en comparación con la más escrupulosa de Adrián Ángel Viudes en cuanto a las exigencias técnicas de cualquier proyecto a informar. Garre estaría arrepentido ahora de haber sido utilizado por Valcárcel para imponer aquí a su clan aprovechando las malas relaciones del saliente con Puertos del Estado. Porque ya a las primeras de cambio el señor Sevilla apareció acompañado por 'la navajera de Santa Eulalia' en gestiones de presentación con proveedores de la dársena.

Así, tanto el flamante candidato Sánchez (que se prepare ante lo que le aguarda con cierta derecha económica no consultada, incluso orillada, aunque antes de fin de año 'apuñale' a su mentor por la espalda) como el ex rector Ballesta (ayudado a ser aspirante a la alcaldía de Murcia por la fuerza residual de Carlos Egea - que deja así tirado una vez más a Fayrén- a instancias de don Tomás y por empeño de Sánchez Carrillo para tranquilizar a Cámara) saben a quien deben única disciplina una vez que Valcárcel desaparezca de la escena y todos crean que es él, y sólo él, quien los maneja a distancia -el verdadero amo del carro y su capataz huertano-. 

Porque quienes seguirán mandando en el partido aquí son los que pagan, con independencia de los que vea el público en un guiñol donde los votantes se limitan a aplaudir las gracias y ocurrencias de los muñecos movidos por estas gentes que no se presentan a las elecciones aunque sean los grandes beneficiados con la ficción de una democracia en una región autónoma... pero mediterránea. 

Me pregunto qué pintaba el fiscal lorquino Manuel Campos enmedio de toda esta trama y situado a barlovento por el ya citado Egea, también de Lorca. Algún día se explicará el fiscal, esperemos.

Si 'Podemos' y 'Ciudadanos' llegan tienen por dónde comenzar a cortar la tela tras las decisiones estratégicas y tácticas a tomar para que la hidra no se los coma nada más empezar.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Argárico, como siempre, magistral. Chapeau!. Eres un auténtico crack. Lástima que ofrezcas tu apuntes con cuentagotas.

Anónimo dijo...

Deberían darte el Premio al Folletón Murciano y pasearte por la Trapería con una Hoja de Laurel.

Anónimo dijo...

No tienes ni idea