En Gran Bretaña, la oposición parlamentaria forma el "gabinete en la sombra" o shadow cabinet,
que tiene un acceso privilegiado a los asuntos del gobierno, ministerio
por ministerio, y debate directamente con él en la Cámara de los
Comunes con una envidiable libertad y frecuencia en las intervenciones.
En España no hay "gobierno en la sombra" ni en la oscuridad del Tártaro.
No hay ni oposición. Al menos en estado parlante. No la dejan hablar.
El gobierno se niega a comparecer en sede parlamentaria y adar explicaciones de sus actos.
con el argumento de que ya lo ha hecho muchas veces. En primer lugar, eso es falso. El gobierno no ha dado explicación alguna sobre corrupción desde aquella remota comparecencia un 1º de agosto de 2013 en la que, además, mintió. En segundo lugar, aunque fuera cierto, ya que las gentes a veces se creen sus propias trolas, ¿qué? Tan abundantes explicaciones no han servido para nada porque las cosas están peor que nunca. En cualquier momento un juez puede llamar a declarar a Rajoy. Hay mucho que explicar.
¿Y
la oposición? Quejándose amargamente y repitiendo la letanía de la
falta de respeto al Parlamento, el gobierno autoritario, el rodillo, el
abuso de mayoría y otras figuras poéticas. Pero a tragar. A tragar con
el silencio y escuchar al portavoz Hernando decir de Podemos que "se han
puesto morados" con el chavismo. Él, que parece haberse puesto morado
con los sobresueldos.
Tragan
porque quieren, porque les gusta que los ninguneen y los desprecien. De
otro modo, ya habrían presentado una moción de censura. Es su derecho y
es su deber.
(*) Catedrático emérito de Ciencia Política en la UNED
No hay comentarios:
Publicar un comentario