lunes, 16 de marzo de 2015

Amparo Gil Alcázar, hija, esposa y madre de legendarios empresarios murcianos / Paco Poveda


La pasada madrugada ha muerto Amparo Gil Alcázar, hija, esposa y madre de empresarios murcianos, entre ellos el actual presidente de la CROEM, José María Albarracín Gil. Pero también hermana de Ramón, Reme, Carmenchu, Victoria Eugenia y los demás Gil Alcázar.

Hasta hace pocas semanas, Amparito (así la llamaban los amigos de siempre) acudía a diario cada noche a comunicarse con su gente residente lejos de Murcia - de Australia a Brasil- a través del 'Facebook' desde su casa en la Dehesa de Campoamor. Junto a sus tremendas ganas de vivir para los demás, encerraba un resignación cristiana con su enfermedad y hasta que ha podido, hace un mes, ha hecho vida normal con sus amistades en Torrevieja y también las que cuidaba en la lejanía por Internet.

Nacida en el seno de una familia católica y de raigambre conservera de Molina de Segura y de pertenecer a otra de emprendedores muy relacionada históricamente con el norte del Mar Menor, mujer de enorme belleza en su juventud y siempre por dentro y por fuera, Amparo contrajo matrimonio con el empresario del pimentón afincado en Espinardo, José María Albarracín Bernal, gerente de la legendaria empresa JJ Albarracín, y fallecido hace pocos años en Murcia.


De ese matrimonio nacieron siete hijos, doce nietos y tres bisnietos hasta hoy. Mujer que no aparentaba para nada su edad, ni física ni mentalmente, Amparo Gil era una murciana universal permanentemente joven de espíritu y acostumbrada a viajar con sus hijas y nietas por los países más exóticos y compartir esas vivencias, casi en tiempo real, con la gente a la que quería y apreciaba.

Aparte de sus hijos, nietos y bisnietos, Amparo deja a otros siete hermanos, gente toda muy conocida en la ciudad de Murcia por sus actividades profesionales o empresariales, de la que ella era la mayor y hasta hoy la madre de todos.

Ahora que ya no volveremos a comunicar por 'Facebook' cada día, estoy seguro que algún mensaje suyo recibiré desde allá donde esté, como esos de los últimos meses donde siempre encontraba en la Naturaleza el sentido que buscaba y le gustaba trasmitir a los demás para ayudar a que también encontrasen el mismo sentido de la existencia. En nombre de esa pequeña gran comunidad le doy las gracias por todo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Esta era mi Abuela que conoci para 9 años y con la que vivi sus ultimas semanas.