lunes, 16 de febrero de 2015

El 'lobby' murciano del agua vuelve a la carga con la voracidad de siempre y en precampaña electoral

MURCIA.- El 'lobby' murciano del agua vuelve a la carga con la voracidad de siempre y así, en tiempo preelectoral y un poco a la desesperada, utiliza ahora a un supuesto experto, el profesor Melchor Senent, para que diga aquí y ahora lo que más conviene, en una especie de mitin especializado donde han actuado hoy teloneros habituales como el imputado consejero de Agricultura, Antonio Cerdá,  el más que dócil presidente de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), Miguel Ángel Ródenas, y el tristemente célebre Francisco Cabezas, director del conocido montaje en Santomera, del autodenominado Instituto Euromediterráneo del Agua.

Presentado en acto precipitado como uno de los coordinadores del libro 'Sobreexplotación de acuíferos en la cuenca del Segura. Evaluación y perspectivas', el profesor Senent ha defendido hoy el "famoso" trasvase del Ebro como "una de las soluciones de la aportación de agua externa a la cuenca", ya que "si se pudiera hacer estaba todo solucionado y habría que sustituir los caudales que se sobreexplotan por caudales externos y paralizar los pozos que están en explotación". 
Además, ha alertado que "la solidaridad entre las regiones escasea, prácticamente ha desaparecido, y eso puede producir grandes problemas".
Si no llega ese trasvase, este supuesto experto ha apostado por "procurar hacer una gestión lo más adaptada posible, pero no deja de haber una demanda que hay que satisfacer, la riqueza agrícola". Y es que, ha advertido, "la sobreexplotación de los acuíferos se dedica a riego exclusivamente y si se cerraran los pozos que están sobreexplotados desaparecía el 50 por ciento de la riqueza agrícola creada".
"Murcia y la Cuenca del Segura no se pueden permitir perder el 50 por ciento del sector primario, la agricultura, porque no nos queda nada más que el turismo y la agricultura y somos una región muy dependiente de estos dos sectores", ha aseverado.
Siguiendo la línea de la sobreexplotación, el profesor Senent ha manifestado que se trata "de un problema importante para la Región y la dificultad que tiene es que son soluciones políticas que intervienen de distintas autonomías".
A su juicio, "se debe hacer una gestión acuífera más seria, que no afecte a temas de medio ambiente y que haya mejor distribución de las explotaciones".
De ahí que este trabajo, en el que también participa como coordinador José Luis García, "pretende ser un estudio imparcial de hidrogeólogos con experiencia de más de 30 ó 40 años en la cuenca y que está hecho por gente independiente que ha participado en libertad de opinar".
"Hay que tomar decisiones antes para evitar problemas mayores", ha destacado este supuesto experto, quien recuerda que se intentó con las desaladoras, aludiendo, en este sentido, al excesivo coste del agua desalada que el agricultor no puede pagar. "El agricultor tiene un techo de coste de la producción que no lo aguanta la desalación, que está por 0,80 euros/m3 y su coste máximo para el agricultor es de 0,50 euros/m3 como máximo", ha explicado.
Según el estudio, los principales problemas de sobreexplotación en la cuenca del Segura "se encuentran en los acuíferos del Altiplano, Ascoy-Sopalmo, Valle del Guadalentín y acuíferos del sureste de Albacete".
En total, continúa el trabajo, "de las 63 masas de agua subterránea existentes en la Demarcación Hidrográfica del Segura, 40 han sido declaradas con riesgo seguro por problemas más cuantitativos".
Por acuíferos, "la mayor parte de la sobreexplotación se centra en los acuíferos de Ascoy-Sopalmo y el Alto y Bajo Guadalentín, que aglutinan más del 40 por ciento de la sobreexplotación de acuíferos de la cuenca".
Apunta el estudio que el caso más extremo es el de Ascoy-Sopalmo, "cuyos recursos disponibles por entradas al acuífero se estiman en unos 2 hm3/año y las salidas por bombeo superan los 53 hm3/año, más de 25 veces sus recursos disponibles"; de ahí que "habría algunos acuíferos que para recuperar sus niveles iniciales necesitarían varios cientos de año".
Atendiendo a la Directiva Marco del Agua, que obliga al buen estado de las masas de agua subterráneas, "la hipótesis de estabilizar los niveles piezométricos de los acuíferos para 2015 supondría la eliminación de la sobreexplotación de 354 hm3/año en cinco años, pero llevaría aparejado un elevado coste económico y dejaría los acuíferos con un vaciado de reservas de unos 12.520 hm3". Para la hipótesis del año 2027, el vaciado de reservas total ascendería a unos 14.640 hm3.
Las proyecciones futuras en términos de costes económicos indican que "si se mantienen los caudales actuales de bombeo en los acuíferos sobreexplotados de la cuenca del Segura considerados en el estudio (460 hm3), el coste de la extracción de estas aguas subterráneas aumentaría a unos 125 millones en el año 2015 y el coste total de distribución y uso en regadíos ascendería a unos 135 millones, lo que supone unos incrementos respectivos del 33 y el 4 por ciento".
Así, "el coste final del uso en regadío de esas aguas ascendería para ese horizonte a 260 millones de euros al año, un 16 por ciento más que en el año de referencia".

Intervención politica

Por su parte, el imputado consejero de Agricultura y Agua, Antonio Cerdá, que ha presentado hoy lunes este estudio, junto con el presidente de la CHS, Miguel Ángel Ródenas; y el director general del autodenominado Instituto Euromediterráneo del Agua, el ingeniero Francisco Cabezas, ha vuelto a expresar su convencimiento de que para resolver el problema de los acuíferos "tiene que ser con aportación de agua procedente de cuencas externas, llámense del Ebro principalmente, del Guadalquivir o del Duero, pero con aportación de agua de otras cuencas, como estaba planificado en el Plan Hidrológico que se derogó en 2004".
En esta línea, ha recordado que desde el Gobierno murciano "se están haciendo muchos esfuerzos" y se pone a disposición de la agricultura más de 100 hm3 de agua "perfectamente depurada y eso también tiene que aliviar el tema, pero tiene que resolverlo el Ministerio con la planificación nacional".
Desde la CHS, Ródenas ha reconocido el "grave problema de la sobreexplotación, ya que se explotan más de lo que se va recargando" cuando la fecha para solucionarlo, según ha establecido la UE, es 2027.
A nivel de cuenca, ha explicado que "se aplican todos los recursos posibles, como la reutilización de aguas residuales, implantación de agua desalada y mejor control de todos los regadíos".

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