lunes, 19 de enero de 2015

Rajoy, Sánchez e Iglesias pendientes de Draghi y de Tsipras / José Hervás *

Los líderes nacionales y europeos estarán pendientes esta semana de la decisión que adopte el Banco Central Europeo sobre el nuevo programa de estímulo económico el jueves y de lo que decidan los votantes griegos en las urnas el domingo. La expectación en ambos casos desborda lo sucedido hasta ahora.

La tan es­pe­rada compra de deuda so­be­rana por parte del Banco Central Europeo es la úl­tima bala con la que cuenta el su­per­visor eu­ropeo para atajar la te­mida de­fla­ción, pero po­dría ser una me­dida in­su­fi­ciente para calmar los mer­cados si ga­nara Alexis Tsipras y op­tara por tomar sus ya anun­ciadas me­didas drás­ti­cas.

El BCE le ad­vertía el jueves que si no al­canza un acuerdo con la Troika le re­ti­raría la ayuda de li­quidez que re­ciben los bancos griegos cada mes para poder se­guir con su ac­ti­vidad del día a día, es decir con­ce­diendo cré­ditos a la eco­nomía y a los par­ti­cu­la­res. No son can­ti­dades des­pre­cia­bles, ha­blamos de 10.000 mi­llones de eu­ros, según las ci­fras ofi­ciales apor­tadas por el Banco Nacional de Grecia.

Una rup­tura de las ne­go­cia­ciones pro­vo­caría la sa­lida de Grecia de la Unión. Aunque con­viene re­cordar que para adoptar esta de­ci­sión el Banco Central Europeo ne­ce­sita contar con el apoyo de dos ter­cios de su con­sejo de Gobierno com­puesto por 21 per­so­nas.

Frente a quienes con­si­deran que no existe la po­si­bi­lidad de que Grecia aban­done la Unión Europea, como es la teoría de la Comisión Europea, existen tam­bién al­gunos ex­pertos en de­recho co­mu­ni­tario que con­si­deran que el aban­dono de un país está con­tem­plado en el Tratado de Lisboa.

Entre los pri­me­ros, los que con­si­deran im­po­sible que un país aban­done el euro, está el eje­cu­tivo de Bruselas. Según la Comisión, el Tratado de Lisboa, en su ar­tículo 140, pá­rrafo 3, habla de la ad­he­sión de un Estado miembro de la Unión Europea al euro, pero en cambio no con­si­dera su sa­lida, por lo que esta sería im­po­si­ble.

Entre quienes de­fienden que sí está con­tem­plado el aban­dono de la mo­neda única re­cuerdan el ar­tículo 50 del mismo Tratado de Lisboa que dice “Todo Estado miembro puede de­ci­dir, de acuerdo con sus normas cons­ti­tu­cio­na­les, aban­donar la Unión”.

Pese a los re­pe­tidos men­sajes en las úl­timas se­manas en­viados desde Alemania de que Europa po­dría re­sistir sin que se pro­du­jera una con­vul­sión en el ám­bito de la Unión, la in­cer­ti­dumbre y la preo­cu­pa­ción ante la po­si­bi­lidad de que Grecia se viera for­zada a aban­donar el euro es enorme.

Tres días antes de las elec­ciones se es­peran las nuevas me­didas del Banco Central Europeo. La de­ci­sión del Abogado General del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, Pedro Cruz Villalón, al in­ter­pretar que el pro­grama de compra de deuda anun­ciado por el BCE en 2012 es, “en prin­ci­pio”, le­gal, allana el ca­mino a que el pró­ximo 22 de enero, su pre­si­dente, Mario Draghi, anuncie una compra ma­siva de deuda pú­blica para atajar los riesgos de de­fla­ción de la zona euro y es­ti­mular el cre­ci­miento.

En España tam­bién hay mucho in­terés por co­nocer esta se­mana los datos de la en­cuesta de po­bla­ción ac­tiva del cuarto tri­mestre de 2014 que se pu­blica el jue­ves.

(*) Periodista

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