viernes, 30 de enero de 2015

La recuperación puede derrotar a 'Podemos' / A.R. Mendizábal

Primero por la analogía con Syriza en Grecia y luego por La Marcha del Cambio de este sábado en Madrid, Podemos cosecha los últimos días una nueva ola de curiosidad internacional. Los análisis de su meteórica irrupción en la escena política española ofrecen una doble paradoja. Por un lado, casi antes de empezar el partido de Pablo Iglesias ya ha prestado un gran servicio a España. Por otro, eso puede ser fatal para sus aspiraciones electorales.

Son las con­clu­siones de los dos ar­tículos más lla­ma­tivos sobre Podemos apa­re­cidos en la prensa in­ter­na­cional las úl­timas ho­ras. Casi todos los de­más, y son mu­chos, tratan de ca­li­brar hasta qué punto pueden ex­tra­po­larse a España pro­yec­ciones de la ex­pe­riencia griega. A favor o en con­tra, según le vaya al primer mi­nistro Alexis Tsipras. Pero las co­lumnas de Rob Cox y de Natalie Nougayrède son otra cosa. Ven as­pectos más pro­fundos porque han ido más allá en sus ob­ser­va­cio­nes.
Rob Cox es uno de los co­lum­nistas de Breakingviews, una sec­ción es­pe­cia­li­zada de gran pres­tigio de la agencia Reuters. El tí­tulo de la co­lumna es algo cho­cante: ‘Podemos puede me­jorar el ca­pi­ta­lismo es­pañol’. Pero in­cluso el tí­tulo se queda corto, porque en el texto da por pro­bado que el nuevo par­tido ya ha con­tri­buido al sa­nea­miento y a la trans­pa­rencia en las ins­ti­tu­cio­nes. Para llegar a esa con­clu­sión cuenta en de­talle cómo fue el apla­za­miento de la OPV de Aena.

Para acortar el pro­ceso ya sa­bido de la ex­clu­sión de PwC como au­di­tora y la ad­ju­di­ca­ción pos­te­rior a Ernst & Young, bastan dos cortas frases de Cox. Una: ‘El pro­blema era un po­ten­cial con­flicto de in­te­rés’. Y dos: ‘El mi­nistro de Economía, Luis de Guindos, había di­ri­gido an­te­rior­mente las ope­ra­ciones fi­nan­cieras de PwC’.

La ex­pli­ca­ción: ‘La anéc­dota re­vela hasta qué punto va a ir el Gobierno del pre­si­dente Mariano Rajoy para ga­ran­tizar que sus ope­ra­ciones están blin­dadas a cual­quier acu­sa­ción de ami­guismo o co­rrup­ción’. Es de­cir, que la lle­gada de Podemos ha for­zado el én­fasis en la pre­ven­ción de la co­rrup­ción. Y ya hay bas­tante, como cuenta Cox al men­cionar los casos de las tar­jetas black de Caja Madrid y al­gunos otros es­cán­da­los, como el de Urdangarin y la Infanta.

Este es el ser­vicio que ya ha hecho Podemos, opina el co­lum­nista de Breakingviews: ‘Los mer­cados que se rigen por la trans­pa­ren­cia, la com­pe­tencia y re­glas claras son siempre me­jores que los del ami­guismo y el fa­vo­ri­tismo. Podemos pro­ba­ble­mente no des­cri­biría así su mi­sión, pero si ese es el primer re­sul­tado del mo­vi­miento, España ya se ha be­ne­fi­ciado de él’.

La se­gunda co­lumna se pu­blica en The Guardian y en el tí­tulo lleva la pre­gunta y la res­puesta: ‘¿Va a unirse España a la re­vo­lu­ción griega? No cuente con ello’. Su au­tora, Natalie Nougayrède, fue di­rec­tora de Le Monde, uno de los dia­rios que más cer­ca­na­mente ha se­guido siempre las cosas de España. En este caso, la cer­canía es to­tal: cuenta una vi­sita a las ofi­cinas de Podemos en el ba­rrio ma­dri­leño de Lavapiés.

Igual que Rob Cox, Nougayrède hace notar que el pro­grama de Podemos to­davía está un poco di­fuso. Pero in­cluye además una amis­tosa crí­tica al citar los li­bros de Lenin, Gramsci, Louise Michel y Ernesto Laclau, y la re­tó­rica de Pablo Iglesias: ‘Declaraciones como que el cielo no se tome por con­senso, se toma por asalto, han fa­ci­li­tado a sus crí­ticos el acu­sarle de ten­den­cias au­to­ri­ta­rias, in­fluido por ideo­lo­gías tras­no­cha­das’. En otro mo­mento habla de que el líder de Podemos ‘ha re­ba­jado su re­tó­rica sobre re­vo­lu­ciones bo­li­va­rianas y ahora re­vin­dica que quiere emular a las so­cial­de­mo­cra­cias del Norte de Europa’.

Y ahí puede estar el talón de Aquiles, según la co­lum­nista. España no es Grecia, efec­ti­va­mente: ‘Después de Grecia, España es pro­bable que sea el si­guiente país en en­trar en te­rri­torio po­lí­tico des­co­no­cido en 2015, pero sería in­genuo pensar que el re­sul­tado elec­toral será tan ní­ti­do’. ¿Por qué? Porque ‘la re­cu­pe­ra­ción eco­nó­mica hará más di­fícil a Podemos que a Syriza ganar las elec­cio­nes’.

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