MURCIA.- Los taxistas de la ciudad de Murcia,
según la nueva ordenanza reguladora de este servicio público, deberán
cuidar su aspecto e higiene personal y vestir de forma adecuada, lo que
prohíbe a los conductores el uso de prendas de baño, zapatos tipo
chancla, pantalones cortos, bermudas o camisetas sin manga.
El Ayuntamiento de Murcia ha aprobado hoy esta norma reguladora, que fue
remitida para su conocimiento a las asociaciones profesionales del
sector antes de su paso por la junta de gobierno, que le ha dado luz
verde.
Según esta ordenanza, los taxistas deberán disponer, en el
plazo máximo de dos años, de un módulo luminoso exterior que indique la
tarifa vigente, y de máquinas lectoras para el cobro con tarjeta de
crédito, entre otras novedades.
En virtud de este texto, que
desarrolla la ley del taxi de octubre pasado, el ayuntamiento es el
competente para otorgar nuevas licencias y lo realizará mediante
concurso público, si bien de forma excepcional, y previa audiencia de
las asociaciones profesionales, podrá otorgar licencias con una validez
temporal limitada a un tiempo determinado, en función de los
acontecimientos a celebrar en el municipio que hagan aconsejable el
incremento de la oferta.
Además, los nuevos taxis deberán cumplir
al menos una de las siguientes condiciones: estar adaptados a personas
con movilidad reducida; usar energías no contaminantes o de baja
contaminación, o sistemas híbridos de propulsión.
Los taxis que
presten servicio en Murcia no podrán superar la antigüedad de 12 años
contados desde su primera matriculación, mientras que las emisiones de
los vehículos nuevos no podrán superar los 160 gramos por kilómetro de
CO2.
En cuanto a los conductores, la ordenanza no les permite que
se nieguen a prestar el servicio, salvo que sean requeridos para
transportar un número de personas superior al de plazas autorizadas; que
el viajero se halle en estado de manifiesta embriaguez o intoxicación
por estupefacientes, y que por su naturaleza o carácter los bultos,
equipajes, utensilios, animales, excepto perros guía o silla de ruedas
que los viajeros lleven consigo, puedan deteriorar o causar daños en el
interior del vehículo, no quepan en el maletero o infrinjan con ello
disposiciones en vigor.
También se podrán negar a que suban a su
coche quienes sean perseguidos por los cuerpos y fuerzas de seguridad,
cuando el destino solicitado esté fuera del ámbito territorial de
aplicación de las licencias, o a zonas de especial conflictividad; o
cuando se pida el pago por adelantado y el usuario se niegue a ello.
Mientras, están obligados a entregar un tiquet o factura; a ayudar a
subir y bajar a quienes lo necesiten; a recoger el equipaje y colocarlo
en el maletero, hasta un máximo de 30 kilos, a seguir las citadas normas
de aspecto en el vestir; atender las peticiones del usuario en cuanto
al volumen de la radio y la temperatura; mantener un comportamiento
correcto; facilitar el libro de reclamaciones; depositar los posibles
objetos perdidos en un máximo de 48 horas, y facilitar cambio de moneda
hasta la cantidad de 20 euros.
Los usuarios tendrán derecho a
recibir un tique, pagar con tarjeta, a que le transporten el equipaje; a
viajar en vehículos en buen estado de limpieza y conservación, y a que
viajen de forma gratuita los perros guía o los elementos de ayuda a las
personas de movilidad reducida, entre otros.
La nueva ordenanza
del taxi también establece un rango de infracciones de leves a muy
graves, que comportan sanciones de entre 100 y 4.100 euros, y que en los
casos más graves se producirían si se presta el servicio sin tener
vigente el seguro de responsabilidad civil, con el permiso retirado, en
condiciones que pueden afectar a la seguridad o bajo la influencia de
alcohol o drogas, entre otras.
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