MURCIA.- Después de cinco anualidades en
las que la economía murciana ha permanecido en recesión, decreciendo a
una tasa media del 1,95 por ciento, 2014 supondrá la vuelta al
crecimiento, a un ritmo moderado, pero capaz de crear empleo, según
recoge el Boletín de Coyuntura Económica que elabora trimestralmente la
Cámara de Comercio de Murcia.
Sin embargo, según indica
el Gabinete de Estudios de la Cámara, "hay que tener presente
determinados factores que pueden influir en las favorables previsiones,
algunos externos como la evolución de las economías de los países de la
Unión Europea, principales destinos de nuestras exportaciones, o los
derivados de tensiones geopolíticas, junto a otros internos como el
ritmo de disminución de la elevada tasa de paro y el incremento de la
productividad, o el impacto en el crecimiento que puedan suponer las
medidas necesarias para corregir el incumplimiento del objetivo de
déficit, que ya se rebasó en julio".
De tal forma, la
mejora de la economía regional se aprecia en indicadores como el número
de empresas con trabajadores a su cargo, que desde 2008 disminuyó
consecutivamente hasta volver a crecer en 2013, un aumento que ha ganado
dinamismo a lo largo de 2014, alcanzando en agosto un 2,9 por ciento
respecto al año anterior. La misma evolución registran los Trabajadores
Autónomos, con un aumento interanual en septiembre del 3,9 por ciento.
Por su parte y según la Encuesta de Población Activa (EPA), la
ocupación creció en el segundo trimestre un 3,5 por ciento, lo que unido
a la reducción del paro (-9,4), confirma la reconducción del mercado
laboral regional, en sintonía con los datos del paro registrado y la
afiliación a la Seguridad Social.
De esta manera, la
tasa de paro en la Región ha logrado reducirse hasta el 25,12 por
ciento, desde los máximos del 29,91 por ciento del primer trimestre de
2013, aunque sigue tratándose de un nivel inasumible para una economía
desarrollada.
Las previsiones indican que en los
próximos meses se seguirá profundizando en este camino de creación de
empleo, en la medida en la que la recuperación económica gane
intensidad, afirma el ente cameral.
Asimismo, se observa
una mejora en la aportación al crecimiento agregado del consumo,
influido por la disminución de la incertidumbre, el avance de la renta
disponible de las familias como consecuencia de la contención de los
precios, el mantenimiento de unos tipos de interés en niveles
históricamente bajos y la moderada mejora del mercado laboral. Así, el
índice de ventas del comercio al por menor aumenta hasta alcanzar en los
ocho primeros meses del año el 1,3 por ciento.
Respecto al sector primario y a pesar de la sequía, se observa un
mantenimiento de la actividad y de los precios en los primeros meses.
Sin embargo, tras el veto ruso en agosto a las exportaciones de
determinados productos agroalimentarios procedentes de países de la
Unión Europea, el exceso de oferta repercutió en una bajada temporal de
los precios.
Mientras, la actividad industrial avanza
moderadamente según el Índice de Producción Industrial del INE, pues con
los descensos de los meses estivales retrocede un 0,2 por ciento
acumulado hasta agosto. A pesar de ello, su evolución mejora la de los
años anteriores.
Amdeás los indicadores relativos al
sector de la construcción señalan una menor intensidad e la contracción
del sector, aliviada por la actividad de la obra pública, ya que la
licitación oficial supera en junio los escasos montantes de los tres
años anteriores, creciendo un 68,4 por ciento el total licitado doce
meses antes.
Por el contrario el stock de viviendas
sigue condicionando la escasa actividad de la obra residencial, con un
descenso en la compraventa del 15,2 por ciento acumulado hasta agosto,
en un contexto de precios que modera su ritmo de caída, añade la Cámara
de Comercio en comunicado.
La actividad del sector
servicios se recupera impulsada por la positiva evolución del turismo,
la mejora de las actividades del transporte de mercancías por carretera y
marítimo, y el comercio. Su índice de actividad señala un aumento de la
cifra de negocio en todos los meses de este año respecto al anterior,
alcanzando en julio un aumento del 3,8 por ciento.
Por
su parte, el sector turístico ha tenido un positivo comportamiento,
influido por la mejora de la competitividad, la calidad de los servicios
turísticos y los conflictos geopolíticos en regiones competidoras.
Así, hasta agosto se ha producido un aumento del 4 por ciento del
número de viajeros y un 2,3 el de pernoctaciones, elevando en un 6,5 por
ciento el grado de ocupación.