martes, 10 de junio de 2014

El PP comienza a hundirse electoralmente en la Región, hasta perder la mayoría absoluta para poder gobernar

MURCIA.- El PP volvería a ganar las elecciones autonómicas en la Región de Murcia si se celebrasen mañana, pero no con mayoría absoluta al perder casi 20 puntos porcentuales sobre su registro de mayo de 2011, pasando del 60 por ciento de los votos obtenidos en esas pasadas elecciones al 40,9 por ciento que obtendría ahora, según el Barómetro de la Región correspondiente a la primavera de 2014 elaborado por el Centro de Estudios Murcianos de Opinión Pública (CEMOP).

Por su parte, el Partido Socialista de la Región de Murcia vería mermado su rendimiento electoral de 2011, descendiendo en algo más de cuatro puntos porcentuales su votación, al pasar del 24,4 por ciento al 20,1 por ciento de los votos, según dicho barómetro.
Los grandes beneficiados tanto de la caída de la votación popular como del ligero retroceso socialista serían los partidos que están compitiendo en los nichos ideológicos de los grandes partidos; así, Izquierda Unida incrementaría su votación en más de 6 puntos porcentuales, pasando del 8 por ciento a más del 14 por ciento, y Unión Progreso y Democracia entraría en la Asamblea Regional triplicando casi sus apoyos de 2011 y obteniendo cerca del 12 por ciento de los apoyos populares.
Por su parte, "otros" partidos pasarían de sumar el 2,9 por ciento de los votos en las anteriores elecciones autonómicas a representar el 12,7 por ciento del total.
Lo "más significativo" del Barómetro en cuanto a la distribución del voto, según el CEMOP, sería el exponencial crecimiento de fuerzas minoritarias que hasta el momento no habían tenido presencia en la política regional.
El conjunto de estas fuerzas suma casi el 13 por ciento de los votos a candidaturas, casi diez puntos más que en la anterior elección. La cercanía con la elección al Parlamento Europeo donde estas fuerzas sumaron uno de cada cinco apoyos en la Región explica su presencia actual en las preferencias de los ciudadanos de cara al 2015, según las mismas fuentes.
"Todo ello en un contexto de alta desafección que se plasma en un nivel de participación estimado de casi cinco puntos porcentuales más bajo que el de 2011", al pasar del 65,3 por ciento del censo al 60,9 por ciento, añade el CEMOP.
Así se desprende del barómetro del CEMOP, que fue elaborado del 12 al 16 de mayo de 2014 mediante encuesta telefónica en la Región de Murcia a personas de 18 y más años, empadronadas en el ámbito de estudio. En concreto, el tamaño de la muestra fue de 700 personas, repartidas de forma proporcional por estratos de población.
Según la encuesta, uno de cada diez murcianos considera como buena o muy buena la situación política de la Región. En relación con el Barómetro de 2013 se observa un pequeño repunte en las valoraciones positivas y una pequeña caída de las percepciones negativas, aunque siguen siendo éstas las expresadas por más de la mitad de los murcianos.
Cuando se les pide que valoren la situación política actual de la Región, el 10,4% de los entrevistados consideró que es "buena" o "muy buena", casi cinco puntos porcentuales más que en enero de 2013, frente al 52,0% que la considera "mala" o "muy mala" (ocho puntos porcentuales menos que en 2013). Como es lógico, son los votantes del PP, o los que no votaron, los que mejor valoran la situación política, mientras que los votantes de IU y del PSOE son los que la aprecian más negativamente.
No obstante, el CEMOP precisa que sigue existiendo, como sucedía en anteriores Barómetros, bastante contraste entre la valoración de la situación política de la Región y la que realiza el conjunto de los españoles sobre el país.
Y es que los murcianos valoran de forma más positiva el escenario político de la Región que la percepción que tiene el conjunto de los españoles sobre la situación política de España, donde un 79,5% de los entrevistados sostienen que la situación política general de España es "mala" o "muy mala", 27,5 puntos porcentuales más de los que lo hacen en la Región de Murcia y, por el contrario, sólo un 2,3% la consideran como "buena" o "muy buena", ocho puntos porcentuales menos de los que lo hacen a nivel regional.
En la Región de Murcia, son las mujeres, los de entre 25 y 44 años, los universitarios, los que están trabajando o parados y los votantes del PSOE, IU o UPyD los que valoran más negativamente la situación política.
Por otro lado, como hace un año, cuando se trata de valorar la percepción que se tiene sobre la situación política dentro de un año, la mayoría de los murcianos considera que estará "igual", un 15,6% que estará "peor" y sólo uno de cada cuatro consideran que la situación política mejorará dentro de un año. También en este caso, la percepción de los murcianos es mucho más optimista que la del conjunto de los españoles.
Los que perciben la situación política futura con mayor optimismo son los más mayores en edad (65 años y más), los que se sitúan en la escala ideológica más a la derecha, los votantes del PP, los que no tienen estudios pero saben leer y escribir o sólo tienen estudios primarios y los que están jubilados o son pensionistas.
Al valorar la situación económica actual de la Región de Murcia, el 5,4% de los entrevistados señala que ésta es "buena" o "muy buena", frente al 60,3% que la considera "mala" o "muy mala". Ante la misma pregunta en 2013 (Barómetro del CEMOP), el 2,2% de los encuestados consideraba la situación económica de la Región como "buena" o "muy buena", frente al 70,7% que la percibía como "mala" o "muy mala".
Esta evolución implica un descenso en el último año de 10,4 puntos porcentuales en la percepción negativa de los murcianos sobre la situación económica de la Región que, aunque se sigue mayoritariamente percibiendo de forma negativa, viene a significar un menor grado de pesimismo.
En el mismo sentido, si se comparan estos datos con la percepción del conjunto de los españoles sobre la situación económica del país, el CEMOP explica que se observa que el pesimismo en la valoración de la situación económica es mucho mayor en el conjunto de España que entre los ciudadanos de la Región de Murcia, que ofrecen una valoración mucho más positiva.
Así, el saldo de percepción negativa en España es de menos 84,0 puntos porcentuales, ya que un 1,2% calificaba la situación económica como "buena" o "muy buena", frente al 85,2% que la calificaba como "mala" o "muy mala"; mientras que en la Región de Murcia este saldo es de menos 54,9 puntos porcentuales, puesto que el 5,4% califica la situación económica como "buena" o "muy buena", frente al 60,3% que la califica como "mala" o "muy mala".
Por otro lado, y aunque la valoración de los ciudadanos de la Región es similar entre todos los segmentos considerados, los que peor valoran la situación económica son los que están parados, ya que el 2,8% califica la situación económica como "buena" o "muy buena", frente al 76,0% que la califica como "mala" o "muy mala" y los que están trabajando en la actualidad (desempleo potencial), con un 3,0% que califica la situación económica como "buena" o "muy buena", frente al 61,3% que la califica como "mala" o "muy mala".
Según la edad, los que peor valoran la situación económica son los que tienen edades situadas entre los 25 y los 34 años y por nivel de estudios los que tienen estudios universitarios. Según el voto en las últimas elecciones autonómicas de 2011, los que votaron PP son los que, en mayor porcentaje, valoran como "regular", "buena" o "muy buena" la situación económica, mientras que los que votaron otras opciones (PSOE, IU y UPyD) consideran muy mayoritariamente que la situación económica es "mala" o "muy mala".

Alrededor de de 11.000 personas están esperando en la Región las ayudas de la Dependencia

MURCIA.- Un total de 11.338 personas de la Región de Murcia con estatus de personas dependientes reconocido están a la espera de percibir las ayudas o servicios que establece la Ley de la Dependencia, lo que representa un cuarto del total de 38.181 personas que hay en la Comunidad con este derecho adquirido. 
 
Su tiempo de espera llega a alcanzar incluso los tres años, cuando el límite máximo legal es de seis meses. Así lo hizo saber Lorenzo Gutiérrez Díez, coordinador del Colegio de Trabajo Social de la Región de Murcia, un organismo que aglutina a cerca de 800 profesionales, una parte de los cuales están atendiendo a las personas con dependencia en los diferentes ayuntamientos y asociaciones que se encargan de esta materia en la Región.
Gutiérrez explicó que la cifra de personas con dependencia que está a la espera de recibir las ayudas llegó a alcanzar los 14.000 de octubre de 2011 a mayo de 2012, pero ha ido descendiendo en los últimos años. Sin embargo, argumentó que esta bajada no se debe a que se hayan incorporado a los servicios, ya que la cifra de beneficiarios actual es inferior al número de beneficiarios que había en junio de 2011, sino que ha descendido porque los beneficiarios han ido falleciendo o porque están desistiendo dado que se están reduciendo los servicios y prestaciones económicas, así como por falta de recursos suficientes para afrontar los elevados copagos impuestos en los últimos años.
No obstante, destacó que la lista de espera está «prácticamente paralizada» desde julio de 2012. Estas personas llevan esperando uno, dos y hasta tres años desde el momento en el que los técnicos reconocieron su dependencia y, en muchos casos, han tenido incluso la propuesta de resolución hecha, a la espera solo de la firma del director general de la Comunidad y del director gerente, según Gutiérrez. Por tanto, el coordinador del Colegio advirtió que no se trata de un problema de recursos humanos y técnicos que evalúen la dependencia, sino que es un problema que tiene que definir la Comunidad Autónoma.
En concreto, lamentó que la Administración suele esgrimir que existe un «problema económico», y que cumplirá cuando la situación económica mejore. Sin embargo, Gutiérrez recordó que este problema existe en la Región desde el 1 de enero de 2007, cuando la Ley entró en vigor, ya que «no ha existido desde el primer momento una voluntad de poner en marcha las medidas que implica».

Cajamar negocia con Apollo y Cerberus la venta de su gestora inmobiliaria

MADRID.- Cajamar ha preseleccionado a las fondos de inversión Apollo y Cerberus como posibles adquirentes de la gestión de su plataforma inmobiliaria en una operación que podría cerrarse esta semana, dijo una fuente con conocimiento de las negociaciones.

"Esta semana es posible que se cierre la venta de la plataforma inmobiliaria porque las negociaciones ya están muy avanzadas y la preselección ha recaído de momento en Apollo y en Cerberus", explicó la fuente, que no aportó datos sobre el importe de la venta.
El diario Cinco Días cifra el importe de la venta de la gestión plataforma inmobiliaria de Cajamar en algo más de 200 millones de euros.
Ni Cajamar, ni Apollo, ni Cerberus hicieron comentarios a la información.
La primera cooperativa crédito, que tiene unos activos de unos 42.000 millones de euros, llevaba meses negociando la venta de la gestión de su plataforma inmobiliaria de Cimenta2, que tiene unos activos de aproximadamente 7.000 millones de euros.
En la actualidad, la cabecera bancaria del grupo Cajamar busca captar entre 300 millones y 350 millones de euros de capital dando entrada a inversores extranjeros y compañías de capital riesgo con el objetivo de aprovechar oportunidades de crecimiento y reforzar su balance antes de enfrentarse a las pruebas de estrés en Europa, dijo recientemente su presidente en una entrevista.
La banca española está siendo muy proactiva en el traspaso de sus gestoras inmobiliarias a fondos de inversión extranjeros y subcontrata sus servicios para que les ayuden a gestionar la venta de estos activos en un intento de conseguir capital sin ceder la propiedad de los inmuebles adjudicados.
Además, la banca suele anotarse plusvalías por la ventas de la gestión de este tipo de carteras gracias a las fuertes provisiones o coberturas realizadas para este tipo de negocios.
Entre las entidades que han realizado operaciones similares figuran Santander -- con la venta de su plataforma inmobiliaria Altamira a Apollo --, Banco Popular, Caixabank, Bankia y Catalunya Banc.
El traspaso de estas unidades de negocio se ha acelerado ante la caída de los precios inmobiliarios que, según algunos, permiten vislumbrar que el mercado inmobiliario estaría más cerca de tocar suelo. Desde el pinchazo de la burbuja del ladrillo entre finales de 2007 y principios de 2008, los precios de las viviendas en España han caído en torno al 40 por ciento.
La venta de la gestión del ladrillo permite a las entidades centrarse en su negocio bancario al tiempo que le libera de la pesada digestión del ladrillo que, a la postre, fue la responsable de que España acabara utilizando unos 41.300 millones de euros de una línea de crédito europea de 100.000 millones de euros para sanear el balance de sus entidades.