jueves, 4 de diciembre de 2014

Los de la ceja se pasan a 'Podemos' / Joaquín Abad *

No lo digo yo, que también, lo acaba de declarar el periodista y escritor Gregorio Morán en la presentación de su último libro, El Cura y los Mandarines, donde pone en su sitio a los de la Real Academia de la Lengua. 
Refiriéndose a los intelectuales, a los artistas, dice que después de 1976 hubo un periodismo punzante y peleón, "pero con el PSOE llegó el final de ese periodismo. Y en la Cultura el PSOE lo compró todo. El PSOE fue un cáncer cultural." Vamos, que los intelectuales pasaron de ser firmes opositores al régimen franquista en los sesenta a convertirse en reaccionarios en los ochenta. 

Pues ya lo he dicho muchísimas veces. Recuerdo que cuando a comienzos de los ochenta buscaba periodistas para la redacción de un nuevo diario en Almería, La Crónica, todos los que me encontraban eran de los llamados "periodistas progresistas". Todos contra el centro, el partido que gobernaba, la UCD, y propagandistas del pesoe. Cuando el 28-O ganó Felipe González por mayoría absoluta toda la redacción, como una piña, brindaba la llegada de los socialistas al poder. Y luego, babeaban literalmente ante todos los cargos del sistema socialista. 

El pesoe, a diferencia de los partidos de la derecha, sí paga a traidores y sus palmeros. Todos los periodistas que brindaron la llegada del nuevo régimen, en la Almería que yo viví, fueron colocados en medios controlados por la Administración. Todos. Hasta los más ineptos, pero fieles al nuevo régimen instaurado en Andalucía. Y al periodista que no se unía al clan, lo estigmatizaban.

Ahora esos intelectuales, culturetas de pacotilla, directores de cine fracasados, etc, que en la época del iluminado Zapatero formaron el club de La Ceja, como ratas abandonan su militancia activa del pesoe y se pasan a Podemos.  Han olido que el barco de Pedro Sánchez zozobra y no les va a garantizar subvenciones zapateriles y se pegan a esa nueva izquierda que está haciendo estragos en el llamado bipartidismo de la casta. 

Por último, no me resisto a quitarme el sombrero ante las últimas declaraciones de otro periodista valiente como Arturo Pérez Reverte: "Yo creo que los malos siempre ganan. Y tú puedes asociarte al malo o, de una forma más quijotesca, tratar de hacer que el malo no duerma bien, que sepa que en cualquier momento alguien se puede levantar y cortarle el sueño, o el negocio. Que el malo sepa que no es tan fácil ser malo, y que incluso puede ser peligroso”. 

Pues eso, que los periodistas estamos para tocarle los cataplines al malo, ese que siempre gana, que siempre gobierna. Y no como la mayoría de los periodistas de la casta, que babean ante el  poder y no cumplen con su misión.
(*) Periodista y editor de www.muyconfidencial.com

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