viernes, 5 de diciembre de 2014

Fran / Joaquín Ángel de Domingo *

Este, que dicen que es pequeño, nos ha abierto los ojos sobre cómo funcionan ciertos servicios públicos en esta España picardeada. La Tía más que la Cía, parece si es verdad lo que el citado Fran cuenta. Oiga, que tiene 20 años, y ya está en posesión de múltiples fotos con Aznar, con Florenciano, etc. Que está en el balcón de la calle Génova cuando Rajoy gana las elecciones, que es invitado a la proclamación como rey de Felipe VI, que felicita a Juan Carlos I cuando abdica, a través de móvil, porque tiene el número privado de uno de los teléfonos del mismo, y éste le contesta dándole un millón de gracias, que se va a Ribadeo, o donde quiera que sea, con coche oficial, conductor y escolta. Negocia con la familia Pujol. Negocia con Ezquerra Republicana. Negocia con Manos Limpias. Negocia con el secretario de la infanta Cristina, y ésta cuando lo ve le da las gracias con un beso.

Después de esto no me negarán ustedes que este tipo algo tiene de especial. Tendrá más o menos delirios de grandeza o simplemente ganas de protagonismo. Pero eso no varía el sentido y la existencia de una verdad. Tiene documentos, conversaciones, encargos, amigos, eventos, fiestas en áticos por su cumpleaños con gente muy importante. Se muestra seguro hablando, no se pone nervioso, bebe agua sin prisa, no inclina el hombro izquierdo como cuando uno está inseguro. No le tiembla la voz ni las manos, a pesar de estar en televisión diciendo cosas que afectan a todas las instituciones de este país. No tiene tics nerviosos, no se toca repetidamente el pelo, no esquiva la mirada. Oiga, que está diciendo al verdad. A mí un testigo me habla así en juicio y lo creo.

Desde cuándo Asuntos Internos, que solamente, creo yo, investiga presuntas infracciones criminales cometidas dentro de un cuerpo de seguridad del Estado por alguno de sus miembros, desplaza tres coches (dada la peligrosidad evidente del individuo) a detenerlo y llevarlo esposado al calabozo. ¿Hay delito o simplemente es un aviso porque sabe demasiado y se ha pasado de listo? Pues si era eso lo que se proponían han conseguido el efecto justamente contrario. Fran no se calló sino que se fue a la tele y a la prensa para contar con pelos y señales, hasta donde el secreto sumarial lo permite, sus andanzas con la política y con altas instituciones del Estado.

Por cierto, hasta ahora no he visto que la vicepresidenta del Gobierno nacional, que es a la que más afecta todo esto, según Nico o Fran, haya salido a la palestra a negar claramente todas las afirmaciones de éste. Sólamente hay comunicaciones oficiales de desmentidos, pero yo quiero verles la cara a esos personajes „y no sólo por escrito„, como he visto en la tele la cara de Fran, para poder opinar si dicen la verdad o no.

Nico o Fran no miente en mi opinión. Lo único que ha sucedido es que con sus supuestos e hipotéticos delirios de grandeza se les ha escapado de las manos y se ha convertido en una hemorroide continua y aparente (como las servidumbres legales) y también dolorosa. No matemos al mensajero. Mejor planteémonos cómo este personaje con tan pocos años ha podido acceder a todo lo que ha narrado. Incluido el teléfono personal del rey Juan Carlos I. 

Qué fuerte. Y encima que digan que se lo ha inventado todo... ¡Vamos, anda!

(*) Magistrado

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