sábado, 6 de diciembre de 2014

Alemania baraja reformar su sistema de financiación regional para así beneficiar a las zonas deprimidas

BERLÍN.- La canciller Angela Merkel abogó hoy por reformar el impuesto solidario interalemán para que, a partir de 2019, también zonas deprimidas del oeste del país -y no sólo la antigua Alemania oriental- puedan beneficiarse de estos ingresos.

Así lo aseguró la canciller en su habitual videomensaje de los sábados, en el que abordó la política de financiación regional alemana en previsión del encuentro que mantendrá el próximo jueves con los presidentes de los "Länder", sobre el que planea la sombra del fracaso por falta de consenso.
"Por supuesto que seguiremos empleando los ingresos del suplemento de solidaridad tras el final del pacto solidario", indicó la jefa del Gobierno alemán en relación al impuesto que se introdujo tras la reunificación del país para reflotar económicamente a la parte oriental.
No obstante, agregó que estas partidas no se destinarán exclusivamente a tareas en los "nuevos estados federados", una forma de denominar a los incorporados en la reunificación, sino también a atajar "debilidades estructurales en regiones de los estados federados antiguos".
De esta forma Merkel tomaba postura de cara al encuentro con los presidentes de los "Länder" de esta semana, una cumbre que se prevé compleja tras la cancelación intempestiva de la reunión preparatoria de responsables de Finanzas prevista para el lunes.
Un portavoz del Ministerio de Finanzas alemán confirmó hoy que el encuentro se había aplazado tras varias informaciones que apuntaban a que los representantes de los estados federados habían decidido "plantar" al ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, ante las palpables diferencias entre unos y otros.
El impuesto solidario es uno de los principales caballos de batalla entre los "Länder", que quieren reformar el actual sistema de financiación.
Varias regiones del oeste del país han denunciado que sus condiciones macroeconómicas y sociales son más precarias que las del este y que merecen más que éstas el apoyo financiero del impuesto solidario (que ellos deben pagar y el este no).
En la batalla de la financiación regional los estados más ricos quieren reducir su contribución, los más pobres mantenerla o aumentarla, y Berlín hacer caja a cuenta de su capitalidad, mientras otros apuestan por gestionar directamente cierto porcentaje de esos ingresos en lugar de que los administre totalmente el Estado central.

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