miércoles, 12 de noviembre de 2014

Manuel Ureña, ex obispo de Cartagena, renuncia a la archidiócesis de Zaragoza "por motivos de salud" dice


ZARAGOZA/CIUDAD DEL VATICANO.- El ex obispo de Cartagena y actual arzobispo de Zaragoza, el valenciano de Albaida, Manuel Ureña Pastor, anunció este miércoles su renuncia al cargo por motivos de salud porque, según dijo, el ministerio pastoral exige "la donación de toda la persona" y, aunque está "espiritualmente fuerte" y físicamente no está mal, la situación lo aconseja "por el bien de la Iglesia".

El Papa Francisco ha aceptado la renuncia presentada por el Arzobispo de Zaragoza, Monseñor Manuel Ureña Pastor, en conformidad con el artículo 401.2 del código de Derecho Canónico, según ha informado el Vaticano a través de un comunicado de prensa. Monseñor Manuel Ureña ha renunciado por motivos de salud, según ha añadido luego el Arzobispado de Zaragoza en otro comunicado.
Según este comunicado del arzobispado, Ureña Pastor "agradece al Obispo de Roma su solicitud paternal sobre su persona y sobre toda la iglesia diocesana de Zaragoza. Al mismo tiempo, agradece a todos los fieles de la archidiócesis de Zaragoza su afecto y cariño durante estos años. Y encomienda su presente y su futuro a la Virgen del Pilar".
Ureña reveló posteriormente en una rueda de prensa que presentó hace unos meses su renuncia al papa Francisco, que la aceptó, y señaló que el estrés, los viajes y los asuntos propios del cargo aconsejan que no ponga en riesgo su salud y que cese porque, además, el próximo 4 de marzo cumplirá "70 marzos".
El arzobispo recordó que en los últimos seis años se sometió a varias operaciones, entre ellas una de corazón por la que lleva dos "bypass" en las arterias, además de una "seria de próstata" en 2012, que descartó la existencia de cáncer, y otra del menisco de la rodilla izquierda en el último año.

Todo ello da como resultado una situación que, sumada a las exigencias del cargo, hace aconsejable su renuncia "sobre todo, por el bien de la Iglesia", insistió.
Tras afirmar que puede haber nuevo arzobispo en enero próximo, su marcha abre un proceso ordinario que pasa por el nombramiento de un administrador diocesano, que será elegido mañana por la tarde por el Colegio de Consultores, formado por doce sacerdotes.
Ureña reconoció que "han empezado a sonar nombres" para sustituirle pero no citó expresamente el de monseñor Lorca Planes, actual obispo de Cartagena y anteriormente de Teruel.
Ureña mostró su convicción en que la Santa Sede se esmerará "como siempre" en esta sucesión para Zaragoza, la quinta ciudad de España, y enviará a una persona "experimentada y que haya tenido cargos de relevancia".
Ureña seguirá viviendo en Zaragoza, de momento en el Palacio Arzobispal y, posteriormente, en un piso que le han ofrecido los canónigos, explicó.
Desde su asunción como arzobispo de Zaragoza, el 19 de junio de 2005, tras ser nombrado por el Papa el 2 de abril de ese año, dijo que ha sido "muy feliz en Aragón" y espera seguir siéndolo "hasta que el Señor" le lleve, aseguró.
"Para un valenciano venir a Aragón es una cosa maravillosa porque es venir a su casa", enfatizó, tras recordar la renuncia al papado de Benedicto XVI e insistir en que debería de tener una salud "de hierro" para seguir siendo obispo.
El arzobispo Ureña, que fue ordenado sacerdote el 14 de julio de 1973 en Valencia, desempeñó su labor sacerdotal durante tres años en la parroquia Nuestra Señora del Olivar en Alaquás y obtuvo en Roma la licenciatura y el doctorado en Filosofía Pura por la Pontificia Universidad Angelicum.
Llegó a Zaragoza procedente de la diócesis de Cartagena-Murcia, -en la que había sido nombrado obispo el 1 de julio de 1998-, en sustitución de monseñor Elías Yanes.
Previamente, el 23 de julio de 1991, fue nombrado primer obispo de la diócesis de Alcalá de Henares, obispo de Ibiza, el 8 de julio de 1988, así como administrador apostólico de Menorca entre abril de 1990 y junio de 1991.
 En la Conferencia Episcopal Española ha sido miembro de las Comisiones Episcopales de Pastoral Social, de Seminarios y Universidades, y del Comité Episcopal 'Pro vita'. En la actualidad es miembro de la Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe.
Con esta renuncia de monseñor Ureña, la jubilación del cardenal Rouco y el 'destierro' a Valencia como arzobispo del cardenal Cañizares, la posición del presidente de la UCAM, el valenciano José Luis Mendoza, queda aún más comprometida en Roma tras haber prescindido de él el Papa Francisco en la última renovación del Consejo Pontificio de la Familia, ya que todos ellos eran sus grandes valedores en el Vaticano y quienes lo introdujeron y avalaron ante Juan Pablo II y Benedicto XVI, con cuyo mayordomo, Paolo Gabriele, quedó relacionado a raíz de revelarse el envío de dinero a éste desde Murcia en cantidad nada despreciable, 100.000 euros, y con un fín que nunca quedó muy claro pese a las explicaciones dadas por Mendoza, que nunca por Gabriele.
De hecho, Ureña no estará mañana jueves en el acto de apertura de curso en la UCAM por primera vez en muchos años.

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