MURCIA.- El abogado defensor de A.D.J.H., el
funcionario de la Consejería de Agricultura que figura como principal
acusado en un juicio por la adjudicación de contratos públicos a una empresa participada por su esposa e hija, afirmó que «los once tomos que constituyen la causa son humo».
Durante su
intervención en la primera sesión de la vista oral que se desarrolla
ante un jurado popular en la Audiencia Provincial de Murcia, adelantó
que el fiscal del caso no va a poder demostrar que su defendido, junto
con las otras cuatro personas igualmente acusadas, maniobraron para
adjudicarse los concursos públicos a una sociedad de la que formaban
parte familiares.
«El ministerio público se guía por indicios», apuntó el defensor, para quien «no estamos ante un caso de corrupción», y añadió que
la demostración de que la Consejería de Agricultura del gobierno
murciano, convocante de los concursos, no sufrió perjuicio alguno es que
no se ha personado en las actuaciones judiciales.
El fiscal acusa a los
cinco imputados por un delito de negociaciones prohibidas a los
funcionarios.
El funcionario, jefe de sección en el servicio medioambiental de la Consejería de Agricultura y Agua, aseguró que no fue consciente en ningún momento de haber infringido la ley cuando participó presuntamente en las adjudicaciones de decenas de contratos públicos a una sociedad -Thader Consultoría- participada por su mujer y una de sus hijas. «Legalmente era mi obligación y no había ninguna ley que me lo impidiera», recalcó, según recoge 'La Verdad'.
Este empleado público, que se enfrenta a una multa de 90.000 euros y a cinco años de inhabilitación, está siendo juzgado esta semana por un jurado popular junto con su mujer, una de sus hijas y otros dos socios de la empresa -el biólogo Antonio R. y el delineante Jesús Z.-.
Antonio D. J., que reconoció su firma en numerosas facturas aprobadas a favor de esta sociedad -entre ellas varias relativas a la regeneración de la 'balsa Yenny'-, relató que llegó a explicar su situación, en el año 2000, a un jurista de la Comunidad Autónoma, pero que éste le aseguró que «no había ningún problema». El funcionario explicó que, dada la opinión de este experto, no llegó a comunicar a ninguno de sus superiores en la Administración la existencia de su hija en esa sociedad ni creyó pertinente abstenerse en las tramitaciones que pudieran guardar relación con ésta.
Un fiscal especialista, adscrito a la Fiscalía Anticorrupción de Madrid, se trasladó a Murcia para sostener ante los miembros del jurado que «el funcionario informó -sobre estos contratos- cuando sabía que no podía hacerlo porque beneficiaba a su hija, a su esposa y en conclusión a sí mismo».
El representante del Ministerio Público reconoció que el importe de todos los contratos adjudicados a Thader Consultoría no llegan al medio millón de euros, pero recalcó que «por pequeño que sea el beneficio, estos delitos se tienen que perseguir y sancionar. No se pueden consentir», recoge 'La Verdad'.
Algunos de los letrados defensores explicaron, además, que este caso derivó de las investigaciones que la Fiscalía Anticorrupción había realizado en torno a la regeneración de la 'balsa Yenny' y sostuvieron que no existía ninguna ilegalidad. «Estas diligencias apuntaban a lo más alto de la Comunidad», remarcó el letrado Aurelio Llanes, defensor del biólogo Antonio R., «pero fueron un fracaso como un piano».
El funcionario, jefe de sección en el servicio medioambiental de la Consejería de Agricultura y Agua, aseguró que no fue consciente en ningún momento de haber infringido la ley cuando participó presuntamente en las adjudicaciones de decenas de contratos públicos a una sociedad -Thader Consultoría- participada por su mujer y una de sus hijas. «Legalmente era mi obligación y no había ninguna ley que me lo impidiera», recalcó, según recoge 'La Verdad'.
Este empleado público, que se enfrenta a una multa de 90.000 euros y a cinco años de inhabilitación, está siendo juzgado esta semana por un jurado popular junto con su mujer, una de sus hijas y otros dos socios de la empresa -el biólogo Antonio R. y el delineante Jesús Z.-.
Antonio D. J., que reconoció su firma en numerosas facturas aprobadas a favor de esta sociedad -entre ellas varias relativas a la regeneración de la 'balsa Yenny'-, relató que llegó a explicar su situación, en el año 2000, a un jurista de la Comunidad Autónoma, pero que éste le aseguró que «no había ningún problema». El funcionario explicó que, dada la opinión de este experto, no llegó a comunicar a ninguno de sus superiores en la Administración la existencia de su hija en esa sociedad ni creyó pertinente abstenerse en las tramitaciones que pudieran guardar relación con ésta.
Un fiscal especialista, adscrito a la Fiscalía Anticorrupción de Madrid, se trasladó a Murcia para sostener ante los miembros del jurado que «el funcionario informó -sobre estos contratos- cuando sabía que no podía hacerlo porque beneficiaba a su hija, a su esposa y en conclusión a sí mismo».
El representante del Ministerio Público reconoció que el importe de todos los contratos adjudicados a Thader Consultoría no llegan al medio millón de euros, pero recalcó que «por pequeño que sea el beneficio, estos delitos se tienen que perseguir y sancionar. No se pueden consentir», recoge 'La Verdad'.
Algunos de los letrados defensores explicaron, además, que este caso derivó de las investigaciones que la Fiscalía Anticorrupción había realizado en torno a la regeneración de la 'balsa Yenny' y sostuvieron que no existía ninguna ilegalidad. «Estas diligencias apuntaban a lo más alto de la Comunidad», remarcó el letrado Aurelio Llanes, defensor del biólogo Antonio R., «pero fueron un fracaso como un piano».
3 comentarios:
Yo tampoco me creo que haya corrupción en el Ayuntamiento de Murcia ni en la UMU, ni en la base de Alcantarilla, ni en el Obispado, ni en la Cofradía de la Sangre, ni en la Administración de Justicia, ni en Tráfico, ni en la Aduana de Cartagena, ni en la CROEM, ni en la Cámara de Comercio... no creo que haya casi en ningún sitio porque todo es un invento para la lucha política a falta de otros argumentos
Lo de la corrupción es un invento de los periodistas pagado por Venezuela, la ETA, Corea del Norte, y el Estado Islámico para favorecer a PODEMOS
Ya me lo dijo un empresario murciano que mantuvo tratos con dictadores africanos de corte patriótico como los funcionarios de la Consejería . ! Estos tíos son incorruptibles!. Pues lo mismo tenemos que suponer de los funcionarios de alto nivel de la Consejería de Agricultura.
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