viernes, 10 de octubre de 2014

El SCRATS exige un acuerdo en el precio del agua desalada si no hay PHN

MURCIA.- El presidente del Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo Segura (SCRATS), José Manuel Claver, ha exigido hoy un acuerdo para bajar el precio del agua desalada para la agricultura en lo que resta de legislatura si no va a haber un Plan Hidrológico Nacional (PHN) que contemple un nuevo trasvase.

Claver, que ha hecho estas declaraciones en el Palacio de San Esteban tras reunirse con el presidente autonómico Alberto Garre, ha reclamado un acuerdo que permita el uso del agua desalada en cuanto al precio y que evite "una factura que haga que nos comamos los rendimientos", en referencia a que el actual precio no es competitivo para el sector.
El dirigente del SCRATS ha trasladado a Garre la inquietud de los regantes con el tema y los posibles problemas que se pueden presentar en diciembre sin un cambio meteorológico, e indicó que existen comunidades de regantes de por sí deficitarias que en una situación de escasez de agua como la actual les aboca a una mayor preocupación.
Indicó que Garre ha estado muy receptivo y que se ha comprometido en liderar a todo el sector, no solo al SCRATS, sino también a exportadores, cooperativas y sindicatos agrarios, en torno al tema del agua, buscando una solución definitiva, sobre lo que Claver se mostró "muy esperanzado", si bien advirtió que habrá que ver cómo se desenvuelven los acontecimientos.
"No tenemos mucho tiempo", remarcó, y reconoció que siendo realistas "hoy por hoy no puede ser" la aprobación de un nuevo trasvase de agua "y con las cartas que hay tenemos que actuar", agregó.
La Comisión Central de Explotación del Trasvase Tajo Segura, según Claver, está previsto que apruebe hoy un envío de 38 hectómetros cúbicos de agua para el mes de octubre y similar cantidad para noviembre, mientras que en diciembre la previsión apuntaría a lo que en las normas de explotación se conoce como "nivel 3", es decir, en el que es la ministra de Agricultura la que apruebe el desembalse de manera discrecional con un máximo de 20 hectómetros, con un mínimo asegurado para abastecimiento humano de 7,5 hectómetros.
Claver indicó al respecto que al volumen que se apruebe se resta el diez por ciento considerado como pérdidas en el envío del agua desde la cabecera del Tajo al Segura, y teniendo en cuenta que el 25 por ciento es para abastecimiento, la reducción será de casi la mitad del volumen que necesitarían.
A juicio de Claver, una de las primeras decisiones que la administración debería adoptar sería la aprobación de la situación de sequía con la apertura de pozos que empiecen a aportar recursos hídricos.
En cuanto a acudir a la desalación, indicó que por el momento es la opción más compleja porque "levanta antagonismos entre las comunidades de riego" y el precio es todavía inviable. "A mi personalmente el agua desalada siempre me ha puesto un poco en guardia", aseveró, ya que estimó que ese recurso "sólo puede servir en un caso de situación excepcional".
Comentó que los Presupuestos Generales del Estado incluyen una partida para conducciones de agua desde las plantas desalinizadoras a las zonas regables.
Recordó que el pasado año hidrológico tuvieron 344 hectómetros cúbicos de agua más 15 de reservas y algún volumen adquirido en vía a los denominados "bancos del agua", pero ni con todo ese volumen ha sido un año bueno porque "se las han visto y deseado" los agricultores para sacar adelante sus cosechas.
Preguntado por la posibilidad de que se haya incrementado la superficie regable, rechazó tal posibilidad porque la policía fluvial y la Comisaría de Aguas de la Confederación Hidrográfica del Segura están vigilantes y cuentan con el posicionamiento UTM de todas las fincas con derecho a agua del trasvase.
Al respecto, aclaró que el 20-25 por ciento de mayor demanda experimentada en el último año se ha debido a que muchas personas han tenido que abandonar el negocio de la construcción para recuperar de nuevo sus fincas con derecho a riego y plantar en ellas todo tipo de cultivos, con lo que la superficie en barbecho que se contabilizaba antes ha sido recuperada.
Interrogado por la fórmula para abaratar el agua desalada, Claver respondió que al tratarse de empresas privadas las propietarias de estas plantas se dificulta la negociación aún cuando el Ministerio esté interesado en ello.

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