viernes, 3 de octubre de 2014

¿Dirá Diego donde dijo digo? / Joaquín Contreras

La visita de los directivos de ADIF al ayuntamiento de Murcia, 29 de septiembre, fue en resumen y para que todos nos enteremos, una forma más de vender una moto que veremos quién compra. Una moto incomprable, que no es lo que Murcia desea, que no es lo que marca el Plan General de Ordenación Urbana, PGPU, en el Plan Especial del Carmen, ni tampoco lo convenido, ni lo que marca la Declaración de Impacto Ambiental, a pesar de que la han envuelto de tal manera que parece que la van a cumplir. Pero prometen hacerlo, una vez más, en un futuro desconocido; vamos, que entonaron el «vuelva usted mañana» para el prometido soterramiento, es decir, nunca. 

Hemos podido saber que, en la reunión, los técnicos separaron y deslindaron la llegada del AVE del soterramiento; porque una cosa es lo que ellos llaman permeabilización „en lenguaje vulgar y sin rodeos, la llegada del tren en superficie a la Estación del Carmen„ y otra muy distinta el soterramiento. La llegada en superficie será licitada dentro de quince días y las obras se harán rápidamente para ver si el día de mañana se hace el soterramiento; todo ello afirmado por un directivo, sin reunión con la ministra y sin que intervenga Murcia Alta Velocidad, la sociedad creada para tal fin. Un nuevo despropósito y desprecio a Murcia; como para echarnos a reír... o a llorar. 

El coste de la llegada en superficie es de ochenta millones de euros que según ellos pagará Adif, aunque en realidad estos fondos provienen de Europa, que paga en su totalidad la integración del AVE en Murcia bajo el proyecto del soterramiento, lo que es denunciable en Europa y así lo haremos. Lo mejor de todo esto es que restarían 220 millones para la obra completa, según ellos mismos. ¿Dónde quedan las cifras del exconsejero Sevilla, Valcárcel y otros políticos del PP; aquellos más de seiscientos millones que, decían, costaba el soterramiento que los vecinos pedíamos? Y ahora, bien que acerca a lo valorado en 2006: 195 millones. Cuando les interesa asustar, más de seiscientos millones; cuando quieren convencer, poco más de doscientos. ¿A quien pretenden seguir engañando con este baile de cifras? 

Por cierto, 220 millones que si repartiéramos de acuerdo con el convenio corresponderían: unos quince millones de euros al Ayuntamiento, que paga once millones anuales para el mantenimiento del tranvía; cincuenta o sesenta millones, la Comunidad Autónoma, la tercera parte de lo que nos va a costar el aeropuerto, y el resto lo tendría que poner el Estado que, como todos sabemos, en Murcia, para ellos el culo del mundo, no quiere gastar un euro, a pesar que llevan casi un siglo sin invertir aquí. Al final vamos a echar de menos a nuestros caciques del XIX que nos trajeron la estación como provisional y se quedará para siempre.

Seamos serios, lo único que han sacado en claro de la reunión es que el tren va a llegar en superficie, lo queramos o no, y que lo hacen, como en la Edad Moderna, por vía de gracia y no de justicia y sin licitación de por medio, sino porque ellos son los jefes, trasgrediendo el estudio informativo aprobado en 2011, proponiendo dividirlo en cinco fases que pueden ser construidas independientemente entre sí, dejando al alcalde y a los concejales que decidan cuáles son y ¡viva la improvisación y la demagogia! nos van a vender que serán los barrios de continuación „San Pio X, Barriomar...„ los agraciados con un nuevo carrusel, aun cuando todavía no tienen claro cómo van a continuar para Andalucía. Y lo que es peor, a nadie se le ocurrió preguntarles por el bypass del Reguerón o dónde están las licitaciones de todo esto. 

Vamos, que nos la quieren meter doblada y además sin reunión con la ministra, que han sustituido como una reunión con dos técnicos que llevan años vendiendo proyectos, incluido el del soterramiento; recordemos que Antonio Gutiérrez, uno de los visitadores, fue Director de Proyectos en Ferrocarriles en la época de ZP, cuya capacidad de decisión en estos ámbitos sin PGE son nulas por mucho que quieran vender una moto que al alcalde le viene muy bien para salvar los muebles en los barrios de la estación, aunque no tengamos proyecto ni tampoco presupuestos ni compromiso de ningún tipo para que se convierta en financiación plurianual; proyecto que, según dicen, tardarán dieciocho meses en redactar a partir de que lo decida la sociedad Murcia Alta Velocidad, sin presidente actualmente (ha pasado a ser ministro de Justicia) a la que Fomento ´ha pasado el muerto´ del nuevo proyecto y las fases, que no veremos a mediados de 2016.

Ahora sólo falta que el alcalde venda la tan cacareada unidad, se ponga a vender la moto para no pelearse con su partido, olvide lo de iniciar gestiones jurídicas o impedir otorgar licencia alguna para que el tren llegue soterrado a la ciudad de Murcia, tal y como reiteradas veces se había prometido en los plenos. Esperemos que donde dijo digo, Cámara no diga diego.

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