lunes, 29 de septiembre de 2014

El 'Niño de Mula' regresó hoy en romería a su ermita del Balate pese a la nueva amenaza de lluvia


MULA.- La Cofradía del Niño Jesús de Belén decidió esta mañana, pese a la nueva amenaza de lluvia y tormentas, celebrar la tradicional romería a la ermita del Balate suspendida el pasado lunes día 22 y que registró una asistencia menor que otros años pese a celebrarse excepcionalmente en domingo. 

A partir de las once horas la imagen del 'Niño de Mula' ya era transportada en andas hacia su camarín tras recorrer varias calles del casco histórico de la población (Las Monjas, Martín Perea, Boticas, General Valcárcel, Federico Balart) desde el Real Monasterio de la Encarnación, donde había sido expuesta al culto durante toda la semana, había sido custodiada por las madres clarisas y que había abandonado hacia las 9,30 de esta mañana.

Con un cielo cubierto a ratos pero con amenaza de lluvia, el cortejo aceleró su paso para recorrer cuanto antes los casi cuatro kilómetros de recorrido por la antigua carretera comarcal de Caravaca, acompañado de decenas de romeros (algunos descalzos) llegados mayoritariamente de los confines más cercanos y próximos, como Campos del Río, Albudeite, Calasparra, Caravaca, Bullas, Murcia, Moratalla o Cehegín.

El paso de la talla ha sido anunciado por distintas tracas, cohetes y los vítores de los muleños y forasteros devotos mientras se iban sucediendo los turnos para portar su pequeño trono-urna al que los agricultores muleños quisieron adornar a su paso con albahaca, una planta típica del lugar que suele acompañar a la imagen en romería en estas fechas.

El recorrido se realizó hoy más rápido que otras veces, unas tres horas escasas, por esa amenaza de lluvia y tormentas, y terminó sin mayores complicaciones ya pasado el mediodía, en que el 'Niño de Mula' fue introducido en su camarín del altar mayor en espera de su próximo traslado al pueblo tras la primera semana de septiembre de 2015. 

Posteriormente se celebró la Misa habitual de todos los años aunque esta vez no en el exterior de la ermita sino en el interior de un templo abarrotado de fieles, algunos esperando en familia a la imagen desde muy primera hora de la mañana.

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