MURCIA.- El delegado del Gobierno en la Región de
Murcia, Joaquín Bascuñana, ha vuelto a desmentir "rotundamente" que se negara a
identificarse ante la Guardia Civil durante un control de alcoholemia el
pasado sábado. Al contrario, ha asegurado que fue él mismo quien se
detuvo y se identificó como delegado para interesarse por el trabajo que
estaban llevando a cabo los agentes, momento en el que uno de ellos no
le reconoció y le pidió que se identificara.
Así lo ha hecho saber el delegado en un contacto con los medios de
comunicación ofrecido junto al coronel de la 5ª Comandancia de la
Guardia Civil, José Ortega, al ser preguntado por la información que
apuntaba a que el propio Bascuñana "se negó a entregar a la Benemérita
el DNI", según el contenido de un documento redactado por el Instituto
Armado.
El delegado del Gobierno ha asegurado que "en ningún momento hay
detención por parte de la Guardia Civil, sino que en el propio control
van pasando los vehículos", y cuando al coche en el que viajaba le dicen
que siguiera adelante, el delegado se dirigió al agente y le dijo:
"buenas noches agente, ¿hay alguna novedad?".
Bascuñana afirma que su interés "en todo momento" a esa hora era
"interesarse por el trabajo que estaba llevando a cabo la Guardia
Civil".
En segundo lugar, ha afirmado que la Guardia Civil no le pidió "en
ningún momento" el DNI, sino que el agente fue el que le pidió que se
identificara, una vez que Bascuñana dijo ser el delegado del Gobierno.
"El agente me dijo: usted no se ha identificado", ha zanjado.
Asimismo, el delegado ha asegurado que ninguno de los ocupantes
del vehículo en el que viajaba se negó a hacer el control de
alcoholemia, "porque no se nos pide", y los agentes les habían dicho que
continuaran.
Por otro lado, Bascuñana ha señalado que el número de personas
que, según se ha publicado, viajaban en el vehículo "no se corresponde
con el real", por lo que "no hay exactitud a la hora de dar la
información".
Igualmente, el delegado ha desmentido que tuviera síntomas de
embriaguez, sino que "estaba en perfectas condiciones en todo momento", y
que "lo único que pretendía, después de saludar al agente, era
interesarse por el trabajo que estaban llevando a cabo".
En este sentido, ha dicho comprender "perfectamente" que el agente
en cuestión "no entendiera o pudiese creer que lo que le estaba
diciendo pudiera ser una broma". Todo ello, "en las condiciones que
están los agentes tras las horas que llevan trabajando en esos
controles, y habiendo mucha gente que les puede gastar algún tipo de
broma, como me han dicho", ha zanjado.
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