sábado, 12 de julio de 2014

La joven murciana atropellada y muerta en Irlanda el pasado miércoles será enterrada mañana domingo


MURCIA/LIMERICK.- Los restos mortales de la joven murciana de 30 años, Natalia Jiménez Martínez, atropellada y muerta por un camión articulado el pasado miércoles en Limerick (Irlanda) cuando iba montada en su bicicleta, llegarán al Tanatorio de Jesús, de Murcia, al filo de las doce de la noche de hoy sábado desde el aeropuerto de Alicante y la inhumación tendrá lugar mañana domingo, a partir de las once y media de la mañana, en el cementerio de Nuestro Padre Jesús, tras una misa 'corpore insepulto' en la misma capilla del centro funerario, según fuentes de la familia.

Natalia llevaba cinco años viviendo en Limerick y fue atropellada por el camión con remolque mientras se dirigía en bicicleta a su trabajo en Castletroy a primera hora de la mañana del pasado miércoles, según fuentes periodísticas locales.
La joven murciana, que vivía en Bishops’ Quay, trabajaba en el Cook Medical del National Technological Park, en Plassey, un centro avanzado en investigación, desarrollo e implementación de conocimientos médicos, quirúrgicos y biológicos para mejorar la salud humana.
La fatal colisión ocurrió en el cruce urbano de Rutland Street, Fr Matthew Bridge y Charlotte’s Quay, frente al Hunt Museum, se supone que cuando ambos giraban a la derecha en dirección a Clare Street, siempre según las mismas fuentes.
Hunt Museumpoco antes de las siete y media de la mañana, siempre según las mismas fuentes.
Literalmente la bicicleta y Natalia se metieron debajo del camión cuyo conductor tuvo que ser asistido por médicos de urgencia en el lugar, preso de una crisis de ansiedad.
Sin embargo, aún no se conoce oficialmente la determinación de la responsabilidad directa del accidente al estar las pesquisas bajo secreto judicial.
Esos servicios médicos de urgencia habían acudido de inmediato pero Natalia murió en el acto y su cuerpo fue posteriormente trasladado al Hospital Universitario de Limerick para su preceptivo exámen forense.
El citado cruce fue cerrado al tráfico durante casi todo el día para que la Policía irlandesa recogiese los datos sobre el terreno mientras el vehículo y los restos de la bicicleta de Natalia quedaban inmovilizados en espera de la inspección ocular y verificaciones de la brigada de atestados, una vez rescatados por los bomberos.
La dirección del Cook Medical fue informada del accidente por correo electrónico después de que Natalia fuese identificada con certeza, al tiempo que por la Policía se entraba en contacto telemático oficial con las autoridades consulares españolas en Dublín y la Europol para que pusiesen inmediatamente en conocimiento de la familia en Murcia la trágica suerte de Natalia, y se localizaba, también en Limerick, a Paul, el novio irlandés de la chica y quien primero dió por teléfono la triste noticia a sus padres en España.
Inmediatamente padres y hermanos de Natalia viajaron a Irlanda, junto a otros dos hermanos de la madre, para las gestiones de repatriación del cadáver de esta joven murciana licenciada en ADE y que hace tan solo veinte días estuvo en su tierra para asistir a la boda de una prima hermana.
Durante su triste estancia en Irlanda, desde el jueves a hoy sábado, los familiares de la joven han estado asistidos en todo momento en Limerick por personal diplomático español, en concreto el funcionario consular Ángel Carrascal, para todas las gestiones de tipo legal y político que acelerasen los trámites para así poder adelantar todo lo posible el traslado del cadáver a nuestro país, sin forzar en exceso el ordenamiento irlandés al respecto, al estar ya el tema en un juzgado de instrucción con jurisdicción en Limerick.
Natalia Jiménez viajó por primera vez en su vida a Limerick como estudiante del Programa Universitario 'Erasmus' y allí conoció a quien hoy era su pareja.

5 comentarios:

Unknown dijo...

Es una desgracia muy grande, yo conocí a Natalia en Limerick, estuvimos allí el mismo año de erasmus, coincidíamos en algunas fiestas y era una chica simpatiquísima, la última vez que la vi fue un año después del erasmus por casualidad en una discoteca, después he sabido esta terrible noticia a través de un amigo y desde entonces tengo el estómago encogido, no la conocía tanto, ni siquiera tengo manera de hacer llegar a su familia o sus amigos mis condolencias, aún así rezo y mando fuerza a todos los que estaban cerca de ella para sobrellevar esta pena, aunque las palabras sirven de poco en un momento así.

Anónimo dijo...

Es una pena que no se haga el mismo esfuerzo informativo para los hijos del resto de anónimos murcianos. Lamentable.

Anónimo dijo...

Resulta curioso que el resto de los periódicos murcianos haya ignorado practicamente la noticia con excepción de un suelto el pasado jueves en La Opinión y la esquela de Natalia ayer en La Verdad

Anónimo dijo...

La gran cantidad de gente anoche y hoy en el tanatorio justifican mas que de sobra el interés prestado a esta noticia y a este caso, tanto por el liderazgo de Natalia entre sus compañeros de Facultad, muchos de ellos llorando y deshechos, como por la gran cantidad de amigos de sus padres, con independencia de otras consideraciones tanto más respetables, como la circunstancia de profesora de su msdre o la condición profesional del padre, ambos en la ciudad de Murcia y que también contribuyen al impacto en la sociedad murciana de esta prematura desaparición de una chica trabajadora y emigrante

Anónimo dijo...

Desde aquí elevemos nuestra oración por ella aparte de ser conscientes de que permanecerá viva entre nosotros mientras la sigamos teniendo presente en nuestro recuerdo