lunes, 14 de julio de 2014

'Huermur' ultima un catálogo de árboles singulares de la Huerta de Murcia para pedir su protección


MURCIA.- La Asociación para la Conservación de la Huerta de Murcia (Huermur) está ultimando la elaboración de un catálogo de árboles singulares de este espacio agrícola productivo con el objetivo de promover su protección. 

«Ya hemos recopilado bastante ejemplares, aunque se trata de una tarea complicada debido a las numerosas pedanías y lo difícil de localizar árboles singulares por su edad o rareza escondidos por la Huerta» comenta un portavoz de dicho colectivo. 
El trabajo también pretende sensibilizar a la población sobre esta riqueza natural. «A veces, el principal problema es la poca concienciación que hay sobre el valor de estos árboles», añade.
El Ayuntamiento de Murcia solo tiene protegidos quince árboles y arboledas históricas y monumentales en todo el municipio. A juicio de Huermur, se trata de un registro «poco riguroso, porque algunos ya han desaparecido y otros, a pesar de esa protección, se encuentran abandonados a su suerte, como ocurre con los pinos de Churra; o el palmeral de Zaraiche, que ha sufrido incendios en los últimos años».
El portavoz de Huermur precisa que «el fin de nuestro trabajo de catalogación es solicitar al Ayuntamiento que sean incluidos para su protección muchos más árboles y que esta protección sea efectiva y se conciencie a la población sobre su valor». 
En este sentido, el portavoz de Huermur cita el caso de una morera (en la imagen), de unos 200 años, que hay junto a una antigua casa en el carril de los Chornos de La Arboleja. «Parece ser que este árbol molesta a alguien y ha intentado secarla cortando el tronco y con podas salvajes».
Entre los árboles ya catalogados, dicha asociación ha localizado en la pedanía de Puebla de Soto un almez «muy interesante por su gran porte». También se ha incluido el pino piñonero de Torre Falcón, junto a la urbanización de Joven Futura; el plátano de La Sartén, en el paseo del Malecón, y los plátanos de sombra que quedan en un tramo de la antigua carretera de El Palmar. 
Además, «hay olmedas y otras especies protegidas por ley que se encuentran amenazadas por planes parciales o por los entubamientos de acequias y azarbes», precisan desde Huermur.
En el catálogo municipal figuran tanto árboles singulares que hunden sus raíces en jardines de la ciudad como otros ejemplares que crecen en zonas rurales. Ahí están, por ejemplo, las casuarinas que rodean el Teatro Romea, el ficus de Santo Domingo y cinco alcornoques del Majal Blanco.

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