MURCIA.- La Asociación para la Conservación de la Huerta de Murcia (Huermur)
está ultimando la elaboración de un catálogo de árboles singulares de
este espacio agrícola productivo con el objetivo de promover su protección.
«Ya
hemos recopilado bastante ejemplares, aunque se trata de una tarea
complicada debido a las numerosas pedanías y lo difícil de localizar
árboles singulares por su edad o rareza escondidos por la Huerta»
comenta un portavoz de dicho colectivo.
El trabajo también pretende
sensibilizar a la población sobre esta riqueza natural. «A veces, el
principal problema es la poca concienciación que hay sobre el valor de
estos árboles», añade.
El Ayuntamiento de Murcia solo tiene protegidos quince árboles y
arboledas históricas y monumentales en todo el municipio. A juicio de
Huermur, se trata de un registro «poco riguroso, porque algunos ya han
desaparecido y otros, a pesar de esa protección, se encuentran
abandonados a su suerte, como ocurre con los pinos de Churra; o el
palmeral de Zaraiche, que ha sufrido incendios en los últimos años».
El portavoz de Huermur precisa que «el fin de nuestro trabajo de
catalogación es solicitar al Ayuntamiento que sean incluidos para su
protección muchos más árboles y que esta protección sea efectiva y se
conciencie a la población sobre su valor».
En este sentido, el portavoz
de Huermur cita el caso de una morera (en la imagen), de unos 200 años, que hay junto a
una antigua casa en el carril de los Chornos de La Arboleja. «Parece
ser que este árbol molesta a alguien y ha intentado secarla cortando el
tronco y con podas salvajes».
Entre los árboles ya catalogados, dicha asociación ha localizado en
la pedanía de Puebla de Soto un almez «muy interesante por su gran
porte». También se ha incluido el pino piñonero de Torre Falcón, junto a
la urbanización de Joven Futura; el plátano de La Sartén, en el paseo
del Malecón, y los plátanos de sombra que quedan en un tramo de la
antigua carretera de El Palmar.
Además, «hay olmedas y otras especies
protegidas por ley que se encuentran amenazadas por planes parciales o
por los entubamientos de acequias y azarbes», precisan desde Huermur.
En el catálogo municipal figuran tanto árboles singulares que hunden
sus raíces en jardines de la ciudad como otros ejemplares que crecen en
zonas rurales. Ahí están, por ejemplo, las casuarinas que rodean el
Teatro Romea, el ficus de Santo Domingo y cinco alcornoques del Majal
Blanco.
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