jueves, 31 de julio de 2014

El consejero imputado se va de excursión por el pasado ante lo duro del presente

MULA.- El consejero de Educación, Cultura y Universidades, Pedro Antonio Sánchez, acompañado por el alcalde de Mula, José Iborra, y la directora general de Bienes Culturales, María Comas, visitaron este miércoles el yacimiento arqueológico de la villa romana de Los Villaricos. 

En esta nueva campaña de excavaciones, organizada por el Ayuntamiento de Mula, la Universidad de Murcia y la Fundación Cajamurcia, participaron un total de 25 alumnos de diferentes universidades españolas y extranjeras que fueron dirigidos y coordinados por los profesores de la Universidad de Murcia, Rafael González y Francisco Fernández, y por el arqueólogo municipal del Consistorio muleño, José Antonio Zapata.
La campaña de este año sirvió también para la formación de alumnos de Arqueología, ya que, según fuentes regionales, se organizó un 'Curso de Introducción a la Arqueología de Campo' en colaboración con el Centro de Estudios del Próximo Oriente y la Antigüedad Tardía.
Así, el consejero de Cultura aseguró que, desde la Consejería que dirige, agradecen «a todos los participantes en este proyecto, tanto profesores y Ayuntamiento como alumnos, su esfuerzo, dedicación y entusiasmo en su trabajo», gracias al cual «podemos poner en valor una parte de nuestra historia que nos habla de nosotros mismos, de nuestro pasado, y por tanto, de vital importancia para el conjunto de nuestra sociedad».
En este yacimiento se encontró un gran 'torcularium' (almazara) para producir aceite, que se identificó como la más grande documentada de la Hispania romana.
Las mismas fuentes especificaron que este 'torcularium' tiene unas dimensiones de 39 metros de largo por 17 de ancho, con un total de 663 metros cuadrados, donde se hallaron hasta ahora tres grandes naves dedicadas al prensado de la aceituna, con cinco prensas de viga, al área de accionamiento de las prensas, con cinco contrapesos y a la zona de decantación del aceite, con seis piletas y tinajas.
Precediendo las mismas, se documentaron dos nuevas estancias, la zona de molienda, con dos grandes molas olearias, así como el 'tabulatum' o zona de recepción de la aceituna. 
El hallazgo de esta nueva área productiva, explican desde el Gobierno regional, pone de manifiesto la gran producción y comercialización de aceite a la que se dedicaba la villa durante los siglos III-IV d. C.
Dada la importancia que estas excavaciones han supuesto, el consejero de Cultura ha concluido su visita asegurando que «desde la Consejería queremos, debemos, y está dentro de nuestras principales prioridades, preservar estos yacimientos», ya que «enriquecen aún más nuestro patrimonio cultural y nos tienden un puente hacia nuestro pasado que nos ayudará a conocernos mejor».

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