lunes, 9 de junio de 2014

Encendido discurso del nuevo presidente de Murcia en favor de la Monarquía de 1978

MURCIA.- El nuevo presidente de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia, Alberto Garre, afirmó hoy en el Día de la Región que, ante el relevo en la Corona de España de Su Majestad el Rey Don Juan Carlos I por el Príncipe de Asturias, Don Felipe de Borbón, el nuevo monarca “encarna la imagen de una monarquía actual, moderna, cuyo compromiso con los españoles será, a buen seguro, eficaz garante de nuestro progreso y entendimiento en los próximos años”. 

Asimismo, añadió, en éste XXXII aniversario del Estatuto de Autonomía, que “es momento de recuperar la ilusión y la capacidad de los españoles para trabajar juntos, como hicieron aquellos que acompañaron el inicio del reinado Juan Carlos I hace 39 años”.
El presidente de esta Comunidad inició su intervención con una referencia al sistema político que impulsó la Constitución de 1978 en España, y que marcó un camino cuyo fin no era otro que la libertad y la igualdad de todos los españoles; un texto legal con el que nacía un modelo autonómico sustentado en la Carta Magna.
Y en este camino de “libertad e igualdad” que las diferentes comunidades autónomas emprendieron en el marco de la Constitución Española, destacó el “impulso y la dirección” de Su Majestad el Rey Juan Carlos.
“Don Juan Carlos”, remarcó, “ha dignificado el sistema político de la monarquía parlamentaria, convirtiendo a la Corona en un referente de entendimiento de los españoles, de impulso y progreso para nuestra Nación”, y su reinado, por tanto, “merece el reconocimiento unánime de todos los españoles, porque los españoles de hoy, como los de mañana, tendremos siempre una deuda de perpetua gratitud”.
De igual manera, afirmó que, a diferencia del momento histórico en que Don Juan Carlos fue proclamado Rey, “contamos hoy con unas instituciones nacidas del consenso democrático, con unas normas aprobadas con el respaldo de los españoles en las urnas”.
Por este motivo, hizo una llamada a utilizar este principio democrático “para modificar aquello que sea preciso, siempre en busca del bienestar y el avance de todos, sin olvidar que tiene razón quien más apoyo tiene, no quien eleva más su voz”, y que “el diálogo ha sido, es, y ha de seguir siendo, una herramienta imprescindible”.

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