En Génova 13 siempre han querido a Valcárcel ganando elecciones en Murcia y nada más. Y todavía quedan muchos allí que lo prefieren aquí antes que en Bruselas, donde no ha dado la más mínima talla política incluido el ridículo del otro día en Kiev para sonrrojo de algunos compañeros de partido con pretensión de integrar la próxima lista del PP al Parlamento Europeo.
Sabedor de esa losa, Valcárcel trata ahora de escapar como sea de su sino del burro de la noria, siempre con el mismo recorrido. Pero por varias razones no termina de enhebrar la salida y de ahí que no pare de ir por Génova 13 para demostrar que cuenta con suficientes alternativas a su propio liderazgo. Me quedaré aquí y espero la discreción de Jaime García-Legaz en este punto porque yo también voy a serlo para que no se me tache de dinamitero.
El imprevisto procesal de su teórico sucesor ha trastocado y mucho los planes de Valcárcel tras la desafección de Juan Bernal a las normas del PP de una mínima transparencia. El cantado sucesor mermó así las alternativas y colocó al ex alcalde de Puerto Lumbreras en una mejor posición; de ahí que fuese llamado a un nuevo cargo en la capital. Pero algo no le contó Pedro Antonio a Valcárcel en su día y el esqueleto ha salido del armario en el momento más inoportuno para ambos.
Presunción de inocencia, por supuesto, la duda es por qué el consejero no termina de aportar los documentos que le viene demandando de meses la Justicia para evitar su imputación y eventual procesamiento por cohecho. No huele nada bien y el magistrado Pérez-Templado fué muy allá con el sobreseimiento sin ver esos papeles, tanto que lo ha revolcado el fiscal y su compañero Abadía pese a estar ahí el bueno de Almería, cuya única rosa que le gusta es la suya.
Muy contrariado y con prisas ahora, aunque trate de disimularlo con llamadas al sosiego, Valcárcel va ya contra reloj para cerrar de una puñetera vez su propia sucesión. Y sabedor de que Rajoy y Cospedal no desean problemas añadidos en este ecuador de legislatura, con signos claros de cierta recuperación económica, correr el riesgo de optar por Sánchez y que días después termine imputado, sabe perfectamente que significa, o no ir en la lista al Parlamento Europeo, o hacerlo en un puesto nada seguro. Item más, si no convence en Génova 13 con otra alternativa sin sobresaltos, es hasta posible que le pidan que se quede y deshaga el entuerto antes de la próximas elecciones autonómicas de 2015.
El Presidente sabe el único camino que le queda y me consta que lo exploró días atrás, sabedor con tiempo seguramente de la que se avecinaba en el TSJ con el interino del Puerto, hasta llegar a testarlo con quienes debía. Tuvo suerte, mucha suerte, y se vino a Murcia con el camino expedito para la opción D, llegado el caso. Ahora trata de agotar los tiempos consciente de que reaccionó medianamente bien para no quedar obligado a cerrar en falso todo este vodevil político murciano. Porque lo que en verdad le aterra es seguir en San Esteban prisionero de los recalcitrantes de Génova y de su amigo el de Patiño.
En los últimos meses Valcárcel ha hecho todo lo que ha estado en su mano para conjurar su sino político, hasta el punto, dicen algunos ilustres militantes del PP murciano, de copiar el 'método Zaplana' para congraciarse con los sucesores de Bárcenas tras la que está cayendo sobre la financiación del PP en la Comunidad Valenciana y Baleares. Esa sería su mayor fuerza en tiempos de escasez y candilejas en Génova 13. Pero pudiera no ser suficiente si no aparece de nuevo por allí con la sucesión hecha y un 'mirlo blanco' que aleje cualquier tipo de nueva preocupación sobre una región menor. El dinero no siempre lo soluciona todo. Y en La Moncloa no viven para sobresaltos todos los días, precisamente por culpa de tanta codicia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario