AMSTERDAM.- La universidad holandesa de Wageningen es la única en
el mundo que analiza aspectos relacionados con la agroalimentación que
van desde contemplar al planeta Marte como suelo cultivable o pensar en
un restaurante como laboratorio humano para saber por qué gusta más una
croqueta que una judía.
Bajo el mismo techo, este centro universitario aúna conocimiento
científico e investigación aplicada sobre la totalidad del ciclo
agroalimentario para crear, por ejemplo, un mecanismo que mida los pasos
de una vaca o un dispositivo para conocer la verdadera caducidad de los
alimentos.
El director gerente de la Universidad y Centro de Investigación
Aplicada de Wageningen, Aalt Dijkhuizen, explica que contar con la
"práctica y la teoría unidas así como la colaboración estrecha con el
mundo empresarial y el gobierno", son la clave que les permite afrontar
los grandes retos actuales en materia agrícola y nutricional.
Uno de esos retos es el de asegurar alimentación para una población
mundial creciente, lo que llevó a esta universidad a organizar el pasado
año la primera conferencia internacional sobre seguridad alimentaria.
Para el investigador Martin van Ittersum, contribuiría a ese fin
saber los lugares y las razones por las que se cultiva con una
productividad más alta, así como reciclar los fosfatos (indispensables
para el crecimiento de los cultivos) acumulados en la tierra.
La doctora Imke de Boer explicó a la prensa que se centra en la
sostenibilidad de la producción animal, a lo que ayudaría "comer más
proteínas animales en los países asiáticos o Asia y menos en los
europeos".
Para la experta, la producción de alimentos no tiene que estar reñida
con el bienestar de los animales, "a los que hay que permitir espacio
para que puedan mostrar su actitud".
Un chip que mide los pasos que dan las vacas en una determinada
superficie del terreno ayuda a la hora de calcular las dimensiones
mínimas de los campos de pastos o los establos, según De Boer.
El Centro de Calidad Alimentaria ligado al campus de Wageningen
("Qualitron"), investiga la forma de mejorar la conservación de los
productos frescos.
Estadísticas facilitadas por esa universidad indican que de media en
Europa se generan unos 280 kilos de desperdicios alimenticios, contando
con producción, venta y consumo.
Así, la gerente de "Qualitron", Annemieke Beers, indicó que tienen en
fase de estudio un sensor que registra la temperatura, la humedad y
otros indicadores "para saber exactamente cuanto tiempo de vida tiene un
producto", ayudaría a desperdiciar menos alimentos.
Por ahora se piensa en colocar el dispositivo en los contenedores que
transportan fruta, verdura o flores, pero "un escenario de futuro sería
que acompañe al producto hasta el supermercado, para lo que se necesita
su producción rentable a gran escala", según la experta.
Wageningen también está implicada en la investigación puntera aplicada a invernaderos.
En Holanda, donde el sector agrícola ingresa unos 7.000 millones de
euros anuales, esas instalaciones producen hasta "75 kilos de tomates
por metro cuadrado, en comparación con los 10 kilos por metro cuadrado
al aire libre", señaló por su parte Sjaak Bakker, investigador en el
centro de horticultura de la universidad de Wageningen, situado
en Bleiswijk, cerca de La Haya.
Allí, han comprobado que con mayor iluminación se puede doblar el
porcentaje de vitamina C en un tomate o que la forma de las hortalizas
cambia según el color de la luz, y también ponen a prueba el uso de
insectos como sustitutivo de fertilizantes.
En el Centro de Investigación estudian desde hace tres años con
bioreactores la forma más eficiente de producir microalgas a gran escala
para su uso como biocombustible, así como las posibilidades de este
producto como fuente nutricional.
Con 4.000 estudiantes de licenciatura y 1.700 de doctorado
provenientes de cien países diferentes, incluso el restaurante de la
universidad, dotado de cámaras, es un laboratorio para el estudio de la
actitud del consumidor.
Así investigan, por ejemplo, la influencia de la iluminación o el estado anímico a la hora de elegir lo que se come.
Wageningen, considerada en 2013 la mejor universidad agrícola del
mundo de acuerdo con la clasificación de la Universidad Nacional de
Taiwán, cuenta con 25 centros de investigación, repartidos entre
Holanda, Chile, China, África y Oriente Medio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario