BRUSELAS.- El creciente número de temas de diferendo llevan hoy a la Unión Europea (UE) a reducir drásticamente los rangos de su cumbre del martes próximo con Rusia en esta capital, a escasos días de la visita a Kiev del presidente del Comité de las Regiones (CdR), el español Ramón Luis Valcárcel.
El encuentro planificado en un principio para dos días, se extenderá
por apenas tres horas con una limitada agenda y número de asistentes,
ante la polémica surgida entre ambas partes en torno a la crisis política en Ucrania.
Un portavoz de la UE advirtió que se tratará de una reunión únicamente "entre los líderes para analizar la dirección y la naturaleza" de los nexos y tener un intercambio franco y transparente.
Nuestras relaciones atraviesan un periodo de desafío, admitió el portavoz comunitario, Olivier Bailly, en un adelanto de lo que sucedería en la trigésimo segunda cumbre Rusia-UE.
El encuentro contará por la parte europea con la presencia de los presidentes del Consejo Europeo, Herman van Rompuy; y de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, así como con la jefa de la diplomacia comunitaria, Catherine Ashton. En ningún caso estará presente, porque no ha sido invitado, el presidente de turno del CdR, Ramón Luis Valcárcel, que gobierna la región española de Murcia.
Del otro lado de la mesa estarían el presidente ruso, Vladimir Putin, y su titular de Asuntos Exteriores, Serguei Lavrov, ambos muy críticos tras denunciar la injerencia foránea en los asuntos internos de Ucrania, en clara alusión a las arengas hechas en plazas céntricas de Kiev por funcionarios comunitarios ante multitudes de manifestantes, especialmente las de esta misma semana por parte de Valcárcel acusando, sobre suelo ucraniano, de 'corruptos y criminales comunistas' a sus actuales dirigentes.
Las demostraciones en la capital ucraniana se iniciaron en noviembre último, cuando el Gobierno suspendió la firma en Vilna (Lituania) de un acuerdo de asociación con la UE, al denunciar condiciones negativas para su economía y con implicaciones sociales.
Un portavoz de la UE advirtió que se tratará de una reunión únicamente "entre los líderes para analizar la dirección y la naturaleza" de los nexos y tener un intercambio franco y transparente.
Nuestras relaciones atraviesan un periodo de desafío, admitió el portavoz comunitario, Olivier Bailly, en un adelanto de lo que sucedería en la trigésimo segunda cumbre Rusia-UE.
El encuentro contará por la parte europea con la presencia de los presidentes del Consejo Europeo, Herman van Rompuy; y de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, así como con la jefa de la diplomacia comunitaria, Catherine Ashton. En ningún caso estará presente, porque no ha sido invitado, el presidente de turno del CdR, Ramón Luis Valcárcel, que gobierna la región española de Murcia.
Del otro lado de la mesa estarían el presidente ruso, Vladimir Putin, y su titular de Asuntos Exteriores, Serguei Lavrov, ambos muy críticos tras denunciar la injerencia foránea en los asuntos internos de Ucrania, en clara alusión a las arengas hechas en plazas céntricas de Kiev por funcionarios comunitarios ante multitudes de manifestantes, especialmente las de esta misma semana por parte de Valcárcel acusando, sobre suelo ucraniano, de 'corruptos y criminales comunistas' a sus actuales dirigentes.
Las demostraciones en la capital ucraniana se iniciaron en noviembre último, cuando el Gobierno suspendió la firma en Vilna (Lituania) de un acuerdo de asociación con la UE, al denunciar condiciones negativas para su economía y con implicaciones sociales.
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