MURCIA.- La Confederación Empresarial regional Croem ha realizado un informe en el que subraya la "importancia" del proyecto de la dársena de El Gorguel y su impacto en términos económicos para la Región e incluso para España. Resalta que "es imprescindible que el Estado declare el proyecto como de interés preferente nacional" y pide el apoyo "decidido" a la infraestructura por parte de la Comunidad Autónoma.
En este sentido, expone que la denominada "alternativa cero" -no
realizar la obra- "obvia que existe un elevado coste de oportunidad de
no realizar el proyecto actualmente, también en términos sociales y
económicos y contra eso se debe luchar desde todos los ámbitos en la
Región de Murcia, que acumula ya demasiadas alternativas cero en materia
de infraestructuras hídricas y de transporte en su historia más
reciente".
El primer aspecto que se destaca es que "debido a su situación
geoestratégica se trataría de una dársena portuaria de gran capacidad
(dos millones de TEUs en primera fase y hasta 3,5 en segunda) que
permitiría paliar parte del atraso en dotación de infraestructuras
logísticas, incluidas las portuarias, que padece la Región".
La dársena, según la patronal, "multiplicaría por siete la
capacidad actual del puerto en cuanto a almacenamiento de mercancía
general, y por más de 28 la capacidad de carga y descarga de TEU, lo que
permitiría mejorar la cuota de la Región de Murcia en el transporte
marítimo en un mercado en clara expansión".
Como tercer aspecto positivo, el informe afirma que la dársena
"potenciaría la intermodalidad, un aspecto prioritario en las políticas
de la Unión Europea". Es decir, "permitiría la creación de sinergias con
el transporte por carretera; con el Corredor Ferroviario Ferrmed; y con
las Zonas de Actividades Logísticas de Murcia y Cartagena, estas
últimas destino de actuaciones prioritarias del Ministerio de Fomento".
Para Croem, "el proyecto tendrá un gran impacto socioeconómico en
términos de generación de empleo, aumento del valor añadido bruto y
competitividad de la economía regional e incluso nacional". Además, las
estimaciones realizadas apuntan a una elevada rentabilidad financiera.
De hecho, solo la construcción "implicaría la inversión de 713
millones de euros en una primera fase".
La construcción de la dársena supone "efectos ambientales
negativos, como cualquier proyecto inversor". En particular, los
relativos a "la afección al paisaje, la biodiversidad terrestre y
marítima, la funcionalidad física del litoral y las masas de agua
continentales, pero también implica importantes efectos positivos que
lamentablemente no se analizan, a pesar de su destacada importancia,
cuando se debate sobre la sostenibilidad ambiental de la
infraestructura".
La Autoridad Portuaria se ha comprometido a establecer una amplia
batería de medidas destinadas a "prevenir el daño ambiental y reducir el
riesgo de pasivos ambientales". Al mismo tiempo, "se prevén medidas
correctoras y otras iniciativas adicionales".
Reivindica, asimismo, que se "llegue a un acuerdo para poder
obtener las autorizaciones necesarias que permitan garantizar el
desarrollo de un proyecto que ha contado, cuenta y contará con el apoyo
pleno de la confederación empresarial".
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