MURCIA. La Consejería de Agricultura y Agua, a través
del Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y
Alimentario (IMIDA), ha incrementado en 2013 el banco de germoplasma
para la recuperación y conservación de razas ganaderas autóctonas en
peligro de extinción, como la vaca murciana-levantina y la gallina
murciana.
De este modo, el director del IMIDA, Adrián Martínez, indicó "el
equipo de Mejora Genética Animal trabaja desde hace años en la
recuperación de estas razas, poniendo a punto programas y técnicas de
apoyo a la conservación, tales como la creación de un banco de
germoplasma, en el que se almacenan espermatozoides, ovocitos y
embriones de estas especies, en colaboración con la Universidad de
Murcia".
Begoña Peinado, investigadora del citado Equipo de Mejora Genética
Animal del IMIDA, destacó que a lo largo de 2013 se realizó un
seguimiento de la calidad seminal, tras la extracción espermática
realizada a nuevos gallos murcianos. Así, el número de dosis seminales
crioconservadas y almacenadas en nitrógeno líquido asciende ya a 450.
Y es que, en 2014 el IMIDA inseminará a gallinas murcianas con
semen congelado, lo que indicará la calidad espermática en vivo a la
descongelación, y el grado de fertilidad de dicho semen, para garantizar
la conservación de esta raza aviar, según han informado fuentes del
Gobierno regional en un comunicado.
En relación a la vaca murciano-levantina, el mencionado equipo ha
incrementado el banco de germoplasma, a través de la crioconservación de
las células espermáticas de dos nuevos toros, hasta alcanzar las 520
dosis seminales.
También ha mejorado las técnicas convencionales de predicción de
fertilidad aplicadas en esta raza y se ha puesto a punto una técnica de
recongelación que permite la criopreservación de dosis seminales
descongeladas, a las que se aplica tecnología que permite mejorar sus
cualidades. Todo ello es objeto de una tesis doctoral que lleva a cabo
una de las investigadoras del equipo de Mejora Genética Animal del
IMIDA.
Por otro lado, el IMIDA también realiza estudios productivos de
los animales y sus transformados, en colaboración con empresas
ganaderas, los cuales han dado paso al uso comercial de transformados
cárnicos tan importantes como los procedentes del cerdo chato murciano.
Fruto de la colaboración con otros equipos de investigación, en
octubre de este año se presentó la tesis doctoral sobre 'Tecnología y
caracterización de productos cárnicos curados obtenidos a partir de
cerdo chato murciano'.
Igualmente, se ha presentado al Instituto Nacional de
Investigación Agraria (INIA), para obtener financiación, un proyecto
titulado 'Influencia de parámetros histológicos, fisicoquímicos y
organolépticos de la materia prima en la calidad de derivados cárnicos
del cerdo chato murciano (lomos, paletas y jamones)'.
Este proyecto está coordinado por el IMIDA, y es continuación de
los ensayos preliminares que se vienen realizando, en los que participan
investigadores universitarios y la empresa Airemar Restaurante S.L.,
dedicada a la comercialización de carne de chato murciano y sus
transformados.
El director del IMIDA, Adrián Martínez, destacó la importancia que
la FAO atribuye a las razas autóctonas en la agricultura "por su
adaptación a las condiciones locales y por poseer material genético
único para los programas de mejora".
Explicó asimismo que "todas estas razas son objeto de protección
especial desde que los estados firmaron los protocolos de la Conferencia
sobre Biodiversidad, auspiciada por la ONU, y celebrada en Río de
Janeiro en 1992".
Los cambios en las tendencias de producción y consumo en la Región
fueron desplazando a estas razas autóctonas colocándolas al borde de su
desaparición. Según Ángel Poto, investigador responsable del equipo de
Mejora Genética Animal del IMIDA, la raza porcina chato murciano
presentaba un crecimiento lento y pocas crías en cada parto, por lo que
fue sustituida en los años sesenta por razas porcinas mejoradas que
crecían de forma más rápida y producían amplias camadas y una carne
altamente proteica.
La raza bovina murciano-levantina se utilizaba como elemento de
tracción en las tareas agrícolas y rurales, además de proporcionar leche
y carne de alta calidad. Sin embargo, fue cayendo en el olvido al
imponerse los vehículos de tracción mecánica, como los tractores y
camiones.
Finalmente, la gallina murciana, junto con los pollos corraleros y
los capones, producían huevos y carne de calidad, lo que aportaba un
plus a las economías familiares de la huerta tradicional de Murcia. No
obstante, la disminución de su censo se produjo en los años cincuenta
con la llegada de la moderna avicultura, que introdujo en España unas
aves de rápido crecimiento y puesta muy abundante.
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