martes, 5 de noviembre de 2013

José María Albarracín Gil, virtual presidente de la CROEM, comanda la empresa más antigua de la Región de Murcia

MURCIA.- El candidato a la presidencia de la CROEM y virtual presidente de la patronal territorial murciana, José María Albarracín Gil, actual líder de la Asociación de la Empresa Familiar, comanda la más antigua de la Región de Murcia (hoy con 160 años) y es nieto de dos grandes empresarios del sector del Pimentón y de la Conserva Vegetal en Espinardo y Molina de Segura así como bisnieto de históricos y legendarios emprendedores industriales murcianos adelantados a su tiempo en el sector agroalimentario clásico regional.

Hace dos años ya se escribía así sobre él en el diario 'La Verdad'.

«Sí, se puede decir que soy el pimentonero por excelencia de la Región». Y no por el hecho de que José María Albarracín Gil (Murcia, 1961) sea un fiel seguidor del Real Murcia, que lo es, continuando con la pasión de su padre, José María Albarracín Bernal, que llegó a ser socio número 1 del club grana -y del Casino de Murcia-, sino porque el pimentonero, entendido como mero adjetivo, «se refiere al fabricante o productor de pimentón. A quien transforma la ñora en polvo y luego vende ese pimentón». La empresa Juan José Albarracín S.A. llena de color y sabor murciano los platos y guisos de los cinco continentes desde hace unos cuantos años. Exactamente 158, lo que la convierte en la empresa con más años de vida en la Región. 

José María, el segundo de siete hermanos, representa la quinta generación de empresarios murcianos dedicados a la producción y la venta de pimentón en todas sus variedades, pero en la compañía de Espinardo, fundada en 1854, ya trabaja Raquel, su hija mayor. Es decir, seis generaciones en torno a una empresa de la que, a buen seguro, nadie puede dudar de que sea más familiar que ninguna. Un buen argumento para que José María Albarracín sea además, presidente de la Asociación Murciana de la Empresa Familiar (Amefmur). 

En el ámbito empresarial, sus compañeros le reconocen como un hombre inquieto, motivado e interesado por su región «más allá del sector al que pertenece». El gran hombre que se esconde detrás de las pequeñas latas de pimentones 'La Estrella' tomó la voz cantante ante el presidente de la Comunidad, Ramón Luis Valcárcel, para exponer la situación de un colectivo que representa a más del 85% del tejido empresarial murciano y que genera más del 70% del empleo. 

Albarracín ha estado siempre muy involucrado en las asociaciones empresariales y formó parte del equipo fundador de la Asociación de Jóvenes Empresarios (AJE), de la que posteriormente fue presidente. Daba el perfil, puesto que el hoy consejero delegado de la empresa Juan José Albarracín entró por la puerta de la fábrica con 20 años para trabajar codo con codo con su padre y los miembros de su familia que por aquel entonces copaban los despachos y los pasillos. El apellido Albarracín sigue presente con José María, Carlos (su hermano pequeño, que es subdirector general), o la propia Raquel. Amor, la mediana de sus tres hijas, está preparándose con un máster para la vida empresarial. «La formación es lo primero», asegura su padre, que con 16 años se fue a Irlanda para aprender inglés y con 18 se fue a estudiar a Oxford. No fue en balde. Fue el primero de la clase. De Oxford a Nueva York. Y del inglés al francés, al italiano y al alemán.

El presidente de Amefmur procura caminar también, a diario y no de forma metafísica, unos cuatro kilómetros y medio para «liberar estrés y pensar con más claridad». Es el «poco deporte» que practica en la actualidad «porque el tiempo y la edad no dan para más». Algunos apuntan que el tabaco fumado también limita lo suyo. Pese a todo, este empresario de éxito de la Región, que reconoce que la crisis «también afecta a la empresa familiar, aunque menos que a la convencional», se arrogó además, por derecho propio, el adjetivo deportivo más huertano al lucir la camiseta 'pimentonera' en sus años mozos. Fue jugando en el Murcia Imperial, donde atajaba los ataques de los contrarios desde su posición de líbero.
José María Albarracín -que lleva volando muy alto más de media vida-, tiene en el pecho un rojo intenso. Un rojo murciano, gastronómico y deportivo. Un rojo que, se mire por donde se mire, le hace ser el pimentonero por excelencia.

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