jueves, 24 de octubre de 2013

El BCE examinará a BMN y Sabadell, que podrían suspender de no superar la prueba

FRANCFORT.- El Banco Central Europeo (BCE) examinará a partir del próximo mes de noviembre y hasta octubre de 2014 la situación de 128 entidades europeas pertenecientes a 18 países de la UE, incluidas 16 españolas, en el marco de su nuevo rol como supervisor bancario dentro del mecanismo único de supervisión, informó la institución, que ha fijado para estas pruebas un umbral de capital mínimo del 8%.

   Entre las entidades españolas que, en principio, serían examinadas por el instituto emisor en colaboración con las autoridades nacionales competentes y la consultora Oliver Wyman se encuentran Banco de Sabadell y Banco Mare Nostrum.
   Asimismo, también participarían en este ejercicio Cajas Rurales Unidas (Cajamar) .
   El instituto emisor subrayó que este ejercicio tiene como objetivos fundamentales la transparencia, mejorando la información disponible a los mercados, el saneamiento, identificando las medidas correctivas necesarias, y la generación de confianza.
   "Una única y exhaustiva valoración, uniformemente aplicada a todas las entidades significativas, representativas de alrededor del 85% del sistema bancario de la eurozona representa un importante paso adelante para Europa y para el futuro de la economía del euro", indicó el presidente del BCE, Mario Draghi.
   "La transparencia será el objetivo primario. Esperamos que esta valoración fortalecerá la confianza del sector privado en la solvencia de los bancos de la eurozona y la calidad de sus balances", añadió.
   En este sentido, el BCE informó de que pretende publicar los resultados de estos ejercicios desglosados por países y entidades, así como una serie de recomendaciones, antes de asumir efectivamente su rol como supervisor único en noviembre de 2014.
   El BCE precisó que el umbral mínimo de capital que será empleado en las pruebas ha sido fijado en el 8% de 'common equity Tier 1', cantidad que se compone de una ratio del 4,5% de capital básico, a la que se añadirá un 2,5% como 'colchón' conservador y un 1% adicional que será exigido a las entidades significativas, el total de las finalmente examinadas por el BCE.
   Por otro lado, la institución informó de que la valoración de la calidad de los activos de la banca de la eurozona tomará en cuenta la situación de los balances de las entidades a 31 de diciembre de 2013 e incluirá tanto la exposición a los mercados y al crédito, así como las posiciones fuera de balance.
   "Todas las clases de activos, incluyendo préstamos en riesgo de mora, préstamos reestructurados y exposiciones soberanas, serán cubiertas", indicó la institución, que llevará a cabo esta valoración de activos en referencia a definiciones armonizadas.
   Asimismo, de manera complementaria a esta valoración de activos, el BCE en colaboración con la Autoridad Bancaria Europa (EBA) llevará a cabo pruebas de estrés a las entidades con el fin de proporcionar una estimación de la capacidad de los bancos de absorber potenciales dificultades. Los detalles de estos test de estrés serán comunicados "a su debido tiempo", añadió el BCE.
   Una vez concluidos los exámenes, el BCE subraya que, allí donde corresponda, deberán adoptarse las medidas correctivas necesarias, bien mediante la recapitalización de bancos, la suspensión del dividendo o desinversiones. En este sentido, la entidad añade que los plazos para aplicar dichas medidas será parte de los resultados de las pruebas.
   "Es esencial garantizar que cualquier banco con un modelo de negocio viable, pero que requiera capital adicional por razones prudenciales, sea capaz de obtenerlo en un marco temporal apropiado", subrayó el BCE.
   Así, la institución considera que los déficit de capital de las entidades viables deberán ser cubiertos en primer lugar mediante fuentes privadas, aunque en caso de que estas no fueran suficientes o no estuvieran disponibles, "podrían necesitarse recursos públicos".
Desde Nueva York, llega que el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, ha asegurado que la institución no dudará en suspender a aquellas entidades que no superen las nuevas pruebas diseñadas para valorar la calidad de los activos de las entidades, así como su posición de liquidez y capacidad de resistencia ante un potencial empeoramiento de la situación.
   "Si tienen que suspender, tienen que suspender. No hay ninguna duda al respecto", indicó el banquero italiano en una entrevista concedida a Bloomberg TV, donde apunta que es necesario que haya suspensos entre las entidades examinadas para demostrar la credibilidad de las pruebas.
   "El fin último (de los exámenes) es restaurar o fortalecer la confianza del sector privado en la solvencia de los bancos y la calidad de sus balances", dijo Draghi, quien confía en que el resultado de las pruebas sirva para que la inversión privada retorne al sector bancario.
   En este sentido, el máximo responsable de la política monetaria de la eurozona expresó su confianza en que los gobiernos de la región estarán listos para cubrir las necesidades de capital de las entidades viables que pudieran detectarse a través de estas pruebas.
   "No tengo dudas de que estas redes de protección estarán listas, lo que no significa que vayan a uilizarse, porque primero y ante todo es el dinero privado el que deberá usarse", dijo Draghi. "Existe un compromiso explícito de contar con apoyos apropiados a nivel nacional cuando se lleven a cabo los ejercicios", añadió.
   Por otro lado, en declaraciones a la cadena estadounidense CNBC, el presidente del BCE indicó que estas nuevas pruebas a las que serán sometidas 128 entidades de la eurozona, incluyendo 16 españolas, no representan un punto final, sino un punto de partida.
   "No debe repetirse lo que ha sucedido en el pasado... Las cosas han mejorado en el sector bancario, pero no, no se trata de un punto final, es sólo el principio de una nueva manera de hacer las cosas", señaló el banquero.
   En este sentido, Draghi reiteró que la recuperación de la economía de la eurozona es todavía débil y subrayó que la banca desempeña un papel "crucial" en Europa como principal fuente de crédito para pequeñas y medianas empresas. "Por esta razón es tan importante que hagamos todo lo necesario para que funcione bien", añadió.

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