martes, 1 de octubre de 2013

La Comunidad Autónoma alega daño a los intereses generales para pedir la entrega del aeropuerto de Corvera

MURCIA.- La Comunidad Autónoma ha alegado hoy la existencia de perjuicios para los intereses generales al reclamar ante el Tribunal Superior de Justicia de la Región de Murcia (TSJ) la "inmediata entrega" del aeropuerto de Corvera y, en consecuencia, el levantamiento de las medidas cautelares que lo impiden.

En el transcurso de la vista desarrollada ante la Sala de lo Contencioso del TSJ para decidir sobre el mantenimiento o suspensión de esas medidas, acordadas por el propio tribunal la pasada semana, el abogado de la Comunidad Autónoma ha dicho que la concesionaria de las obras del aeropuerto "no tiene ningún título jurídico para seguir allí".
El abogado Manuel Pino ha añadido que "existe una grave perturbación del interés general", para señalar también que el Ejecutivo autónomo puede verse obligado a hacer frente al aval de 200 millones de euros que suscribió en su día para afrontar el proyecto.
Asimismo, ha indicado que los intereses generales también se ven afectados porque el mantenimiento de las medidas cautelares y la imposibilidad de hacerse cargo de las instalaciones dificulta las gestiones que la Comunidad desarrolla en las últimas semanas para proceder a una nueva licitación.
Por otra parte, ha censurado la actitud de la concesionaria, "que ha comunicado la prohibición de que el personal de la Comunidad pueda acceder a las instalaciones".
Para este abogado, "hay un hecho indiscutido, que es que la titularidad del aeropuerto corresponde a la Comunidad Autónoma, por lo que ésta puede, y debe, tomar posesión del mismo".
Por su parte, el letrado José María Fernández, en nombre de la empresa Sacyr, una de las integrantes de la concesionaria, ha pedido a la Sala el mantenimiento de las medidas cautelares, además de señalar que "la Administración regional ha actuado con un poder exorbitante, y por la vía de hecho, olvidando las garantías que la ley recoge en favor del administrado".
Fernández se refería así a la actuación del director general de Transportes, Antonio Sánchez-Solís, cuando se personó en las instalaciones, acompañado de agentes de la Guardia Civil, para hacer un inventario de los bienes existentes en las mismas.
"Fue un exceso por parte de la Administración", ha dicho el letrado, para añadir que la orden del Ejecutivo regional por la que acordó la resolución del contrato no suponía un título que la habilitara para adoptar esta medida, y tratar de tomar posesión sin haberse procedido antes a realizar las operaciones de liquidación.
Igualmente ha dicho que el vehículo en el que la Comunidad pensaba que se trataba de sacar bienes de las instalaciones lo único que transportaba era material sobrante de las obras, que la concesionaria tenía perfecto derecho a retirar de allí para destinarlo a otros usos.

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