viernes, 21 de junio de 2013

Un total de 800 alumnos solicita las ayudas del fondo social de emergencia de la UMU para pagar sus matrículas

MURCIA.- La Universidad de Murcia ha recibido más de 800 solicitudes de alumnos que dicen no poder pagar sus matrículas este curso 2012/2013 o que se han visto perjudicados por el cambio de criterio aplicado por el Ministerio de Educación a la concesión de becas, y que esperan poder beneficiarse del fondo social de emergencia habilitado por la institución docente para ayudarles, según ha hecho saber el secretario general de la UMU, Joaquín Lomba Maurandi.

   Efectivamente, Lomba ha advertido que muchas familias "se encuentran en dificultades económicas" y que hay muchos alumnos con problemas "serios" para afrontar el pago de las matrículas. Con el fin de ayudarles, la UMU abrió una convocatoria extraordinaria dotada con 80.000 euros en total, aunque la ayuda individual no podía sobrepasar los 2.000 euros.
   La ayuda, que se podía solicitar hasta el pasado 7 de junio, estaba destinada a solucionar, por un lado, los problemas sobrevenidos a alumnos que, por ejemplo, realizaron sus matrículas a principio de curso y, a lo largo del mismo, se han encontrado con sus padres en paro o con que su familia tiene una orden de desahucio, entre otros motivos.
   Asimismo, el fondo estaba destinado a ayudar a personas que se habían visto perjudicadas por el cambio de criterio del Ministerio de Educación en la concesión de las becas y el endurecimiento de los requisitos, que establecen una nota mínima superior para acceder a las ayudas y tener todas las asignaturas aprobadas.
   Actualmente, la institución docente está revisando las solicitudes, porque no basta con tener dificultades económicas sino que, además, "hay que acreditarlas". Para seleccionar las ayudas, la UMU tendrá que descartar las que no reúnan con los requisitos y, posteriormente, priorizar la entrega en función de la renta de los destinatarios u otras variables.
   Lomba admite que 80.000 euros es una cifra "seguro que insuficiente, pues las necesidades se han multiplicado" y que, como mucho, podrá cubrir "unas 100 o 200 solicitudes" de las 800 presentadas, pero lamenta que "es lo máximo que la UMU puede hacer en estas circunstancias, con un presupuesto que se ha visto mermado un 45 millones en los últimos tres años".
   La mayoría de las 800 solicitudes han sido presentadas por alumnos que se han encontrado con situaciones "sobrevenidas" a lo largo del curso, mientras que los becarios afectados por los cambios de criterio del Ministerio representan un cupo menor. Sea como sea, asegura que los 80.000 euros "serán invertidos de forma íntegra" repartidos entre una partida u otra.
   Lomba, quien junto con las vicerrectoras de Estudiantes y Empleo y de Estudios, se encarga de recibir personalmente a los alumnos que se encuentran en estas circunstancias, remarca que se trata de situaciones "horrorosas", y que no son personas desinteresadas, que no trabajen o que pasen de todo, sino que están "desesperadas y no saben qué hacer para poder seguir estudiando".
   La UMU también ha planteado otras soluciones a los alumnos que no pueden pagar, con quien ha renegociado los pagos, aplazando el pago o refraccionando la deuda, entre otras cosas. Gracias a estas medidas, la UMU ha podido salvar este curso 2012/2013 a más de cien estudiantes que, de no haber sido por ello, habrían tenido que abandonar sus estudios.
   El secretario general de la UMU destaca que, en los últimos cinco años han ido subiendo progresivamente los casos de impago. Así, en el año 2007 se registraron poco más de 200 casos, que pasaron a ser 320 en el 2011.
   En 2012, esta cifra no está cerrada todavía pero, hasta hace dos meses, la cantidad rondaba los 280 casos, sin tener en cuenta a los cien a los que se les ha renegociado el pago. Lomba prevé que la cifra aumentará "con absoluta seguridad hasta el final de año, cuando se cierre el curso dentro de tres meses, y superará los datos del año anterior".
   De momento, hay 280 personas "a las que les ha llegado la carta a sus casas advirtiéndoles que tenían que pagar y han dicho que era imposible, que no podían hacer absolutamente nada y ni siquiera han acudido a las oficinas de la UMU a pedir una renegociación", según Lomba, quien lamenta que las cantidades que no pueden afrontar  rondan, muchas veces, los 60 ó 150 euros en los varios plazos que adeudan aún, por ejemplo.
   Lomba achaca también esta situación a la subida de tasas llevada a cabo en el presente curso, que en Murcia ha sido muy baja pero que tiene un efecto perverso en las segundas matrículas. Con todo, señala que la subida en la Región de Murcia se correspondió a la subida del IPC y fue más moderada que en otras comunidades, donde el precio se incrementó "mucho más" y la situación es "más grave".
   Esta subida generó un efecto de retraimiento, de forma que hubo más estudiantes matriculados, pero de menos créditos, "asustados porque creían que no se podían permitir ese lujo". Si se hubiera mantenido la ratio entre alumnos y créditos, cree que la cifra de impagos "habría sido seguro superior a la registrada".
   Donde hay un problema "grave", agrega Lomba, es en la matriculación de asignaturas ya suspendidas o 'segundas matrículas', porque sufren "una penalización muy notable, con aumentos de hasta el 50 por ciento", algo "insostenible" si la situación familiar es delicada o si el alumno es becario.
   Lomba llama especialmente la atención sobre la situación de los becarios, que ahora deben de aprobar el 100 por cien de las asignaturas y cumplir con un nivel mínimo en sus calificaciones. A priori, el secretario general de la UMU admite que puede parecer bien "aumentar los requisitos", pero explica que este discurso "es falaz si no se completa".
   Por ejemplo, muestra casos reales de alumnos becados que, hasta ahora, han cumplido con las expectativas pero que, como resultado de una situación "sobrevenida", de repente se encuentra con sus padres en paro y una situación "horrible en casa". Como consecuencia de eso, el alumno "no está como debe de estar y suspende una asignatura", quedándose sin beca.
   Y si se queda sin beca, Lomba se pregunta cómo va a estudiar. Aunque reconoce que "tampoco se puede generalizar y afirmar que todos los alumnos que suspenden comparten esta situación", destaca que este tipo de problemas "surgen cuando se legisla con carácter general sin atender del modo que se merecen situaciones que antes eran particulares, minoritarias, y que ahora se están generalizando".
   La UMU, que tiene 29.000 alumnos matriculados en titulaciones oficiales, recibió 14.000 solicitudes de beca en el curso 2012/2013, de las cuales se concedieron 8.900, es decir, el 62 por ciento del total. En el curso anterior 2011/2012, los alumnos pidieron 13.000 becas y se concedieron 8.500. Explica este aumento porque las becas "están asociadas a la renta", y hay más becarios "porque hay más pobreza".
   Así, señala que el aumento de becarios en la zona "no es síntoma de más compromiso, sino de empeoramiento de las condiciones", y el descenso del 5% a nivel nacional es, probablemente, "el inicio de una tendencia que se va a acentuar si, como prevé el borrador del Real Decreto, por primera vez se establece un techo de gasto para este concepto, quedando entrecomillado la garantía del derecho al Estudio atendiendo a la equidad".
   Cuando acabe el año y se sepa el índice definitivo de fracaso, Lomba teme que habrá "una oleada de becarios que hayan incumplido, y el Ministerio de Educación va a empezar a requerirles la devolución". Esa situación va a desencadenar este curso un "problema importante" porque va a afectar a mucha más gente. Los alumnos que no cumplen los requisitos no solo deben devolver la beca, sino que también el importe de las matrículas.

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