martes, 14 de mayo de 2013

Los geólogos lamentan que no se haya implantado un plan integral de prevención del riesgo sísmico en España

MADRID.- El Colegio de Geólogos ha lamentado que dos años después del terremoto de Lorca no se haya implantado en España un plan integral de prevención del riesgo sísmico y lamenta que los poderes públicos se limitan a "medidas curativas de remediación de los daños causados".

   Los geólogos advierten de que estamos en un periodo de retorno en el que podría producirse un terremoto próximo a magnitud de 7 grados en la escala de Richter y recuerda que, tras el seísmo de Lorca, se  elaboró un decálogo con el objetivo de minimizar el riesgo sísmico, el cual fue enviado a las administraciones públicas (ayuntamientos, comunidades autónomas y Gobierno) que, según explican, no han llegado a concretar nada.
   En este sentido, apunta que sólo obtuvieron respuesta de la Consejería de Presidencia, de Murcia, para realizar cursos de autoprotección en técnicos municipales y profesorado, aunque, señala que, a día de hoy, no se ha concretado nada.
   "Los poderes públicos a nivel local, autonómico y estatal se han limitado a medidas curativas para remediar los daños causados, pero no se está tomando ninguna medida de prevención", señala este colegio profesional.
    Los geólogos recuerdan que España y, concretamente, el sur-sureste peninsular están en una zona de actividad sísmica moderada, en la que el último terremoto se produjo en 1884 en Arenas del Rey. "Estamos en un periodo de retorno donde podría producirse un terremoto de magnitud similar", ha reiterado.
   El decálogo, que se envió el 30 de mayo de 2011, aconseja abordar la reforma de la Norma de Construcción Sismorresistente, que data de 2002, con el objetivo de que en el plazo más breve posibles recoja las experiencias del terremoto de Lorca y que establezca con "mayor rigor" la necesidad de cumplir los requisitos antisísmicos e incorporar las aportaciones de la paleosismicidad y de fallas activas.
   En este término, el ICOG se ofrece a participar en la Comisión Permanente de las Normas Sismorresistentes, junto a otros colegios profesionales competentes en la materia.
   Además, el decálogo insta a potenciar la realización de los estudios de peligrosidad y vulnerabilidad sísmica por el Instituto Geológico y Minero de España (IGME), tomando como modelo el Servicio Geológico Americano (USGS).
   Asimismo, aconseja reformar la inspección técnica de edificios (ITE) para que se exija en las zonas de peligrosidad sísmica la adaptación de los edificios a la Norma Sismorresistente en el plazo de cinco años. Al mismo tiempo, recomienda abordar la obligatoriedad del visado de los estudios geotécnicos en la seguridad en lo que se refiere a las condiciones geotécnicas de la edificación, para reforzar los controles de seguridad en lo que se refiere a las condiciones geotécnicas del suelo, en especial, del riesgo sísmico.
   Igualmente, el decálogo llama a impulsar que los órganos legislativos de las comunidades autónomas desarrollen el vigente Texto Refundido de la Ley del Suelo estatal, en concreto su artículo 15, donde se establece la obligatoriedad de la elaboración de mapas de riesgos naturales en los informes de sostenibilidad de los Planes Generales de Ordenación Urbana, armonizando estos instrumentos con la normativa de edificación.
   Además, pide gestionar desde las consejerías competentes en la ordenación del territorio de las comunidades autónomas situadas en zonas de peligrosidad sísmica, la elaboración de estudios de peligrosidad y vulnerabilidad sísmica, a fin de que se adopten medidas de prevención en la tipología de las construcciones, en los usos del suelo, en los condicionantes urbanísticos y en vías de comunicación. A estos efectos el ICOG se pone a disposición de aquellas comunidades autónomas que soliciten nuestros conocimientos.
   También recomienda realizar cursos de sensibilización y de formación para el personal técnico de los municipios, a través de la FEMP, tomando como referencia la 'Guía Metodológica para la Elaboración de Cartografías de Riesgos Naturales en España', realizada por el ICOG en colaboración del extinto Ministerio de Vivienda.
   Al mismo tiempo, el decálogo busca que se informe a los ciudadanos residentes en zonas de riesgo sísmico sobre las pautas de autoprotección adecuadas durante e inmediatamente después de la ocurrencia de un terremoto. Con ello, se evitarían muchas víctimas mortales en plena calle, debido fundamentalmente a desprendimientos de cornisas, tabiques, balcones, o colapsos de edificios. Asimismo se deberían elaborar manuales de prevención de riesgos sísmicos que puedan ser impartidos en el ámbito escolar.
   En noveno lugar, pide la aprobación de un plan de rehabilitación de los edificios construidos antes de la promulgación de las normas sismorresistentes, especialmente las infraestructuras críticas y los referenciados como de especial importancia en la Norma de Construcción Sismorresistente parte general y edificación (NCSR-02) tales como hospitales, edificios de comunicaciones, de bomberos, depósitos de agua y gas, centrales eléctricas, etcétera.
   Por último, el decálogo insta a mejorar los mecanismos de control del cumplimiento de la norma sismorresistente en los proyectos de edificios, mediante el visado de proyectos y certificados de cumplimiento de la Norma Sismorresistente por los colegios profesionales.
   En la actualidad, existen dos modalidades de control: por parte del proyectista, a través de los ayuntamientos y colegios de arquitectos, y una segunda a través de los organismos de control técnico (OCT). Para los geólogos, sería necesario introducir un tercer mecanismo de verificación a través de muestreos por parte de las administraciones, mediante el reclutamiento de técnicos competentes en las actuaciones sobre el terreno.

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