miércoles, 15 de mayo de 2013

El hidrogeólogo Turrión advierte sobre el riesgo de contaminar los acuíferos del Segura con prácticas de 'fracking'


CALASPARRA.- El hidrogeólogo Francisco Turrión ha dicho en el Centro Cultural de esta población que en la cuenca del Segura “vivimos sobre una mar de aguas subterráneas”, del que se desconoce su volumen total. Desmintió las ideas circulantes sobre el déficit hídrico en nuestra Región, pues, dijo, “nos faltan por sumar unos 800 Hm3. que no se computan”. E hizo referencia a que las reservas de aguas subterráneas en las cuencas de Socovos, Hellín, Jumilla, Yecla, Villena, Calasparra, Cazorla… superan los 50.000 hm3. Y, si no se utilizan, es porque “nuestras aguas subterráneas están secuestradas por disposiciones oficiales”. 

Turrión se mostró partidario de que se concedan autorizaciones para apertura de pozos a pequeños agricultores, pues eso no va a afectar significativamente al nivel de nuestros acuíferos.
Tras esta introducción, pasó a exponer sus conocimientos sobre la técnica de fractura de rocas para la extracción de hidrocarburos (fracking, en inglés). La autorización en zonas de nuestra Región parte de un acuerdo de la consejería de Universidades, Empresa e Investigación (BORM número 105), por el que se autoriza a la multinacional Gas and Oil Capital SL el permiso denominado “Escorpio”, para el inicio de prospecciones en los términos de Cehegín, Calasparra y Moratalla, aunque el territorio afectado es mayor.
La técnica extractiva, que se conoce también como ’fracking’, consiste en perforar un pozo verticalmente unos cientos o miles de metros hasta llegar a la capa de roca de la que pretende extraer el gas. Una vez en dicha capa, se procede a perforación horizontal, uso de explosivos para romper la roca e inyección de una mezcla de agua, arena y decenas de productos químicos muy tóxicos. Después se recoge un porcentaje variable de esta mezcla y se extrae el gas que se libera de la roca.
A pesar de ser una técnica relativamente nueva en Europa, hay ya una experiencia de su uso en Estado Unidos por varios años, la cual ha destapado los alarmantes riesgos ambientales y para la salud asociados al uso del fracking. Entre los casos claramente demostrados, se citan: el uso de aditivos químicos en los pozos; la contaminación de acuíferos por gases ascendentes, y la presencia de sustancias radioactivas (radón) en los sótanos de las viviendas en una cantidad que duplica los límites normales.
En nuestra Región, otros riesgos para la salud y el medio ambiente son, además, los terremotos inducidos por las inyecciones que pueden representar un grave riesgo en una zona activa sísmicamente como la Cuenca del Segura.
Afirmó este hidrogeólogo que no se ha demostrado que el fracking sea rentable en Europa, pero es que, además, la Ley de Aguas española, en sus artículos 97 y 100, prohíbe la inyección de todo tipo de contaminantes en el terreno. La Dirección General de Política Interior de la UE exige también la “participación pública en la toma de decisiones”.
Francisco Turrión concluyó: “Tenemos agua para siempre”.

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