MADRID.- BMN, el banco de Caja Murcia, Caja Granada, Sa Nostra y Caixa Penedès,
ha convocado a la representación sindical a una reunión que se celebrará
el próximo jueves día 18 de abril, enmarcada en el periodo previo de consultas
que establece el convenio colectivo, a fin de minimizar los efectos en
el empleo de estos procesos.
Dentro del orden del día figura como punto primero el “Tercer Plan de Adecuación”. En realidad, de lo que se trata es de retomar los contactos con vistas a que, seguramente a fin de mes, se abra oficialmente el periodo de consulta y negociación que la legislación vigente fija con carácter previo para una regulación de empleo.
Según han señalado los sindicatos con representación en la entidad (CCOO, UGT, UOB, SECP, CGT, ACCAG, SIC y SELG) en una circular conjunta, la parte sindical acude a este tercer plan de ajuste consecutivo “con la firme decisión de defender, desde la unidad y como prioridad absoluta, el empleo y los puestos de trabajo, y que por razones obvias, no vamos a permitir que a la plantilla de BMN se le mida con el mismo rasero de una entidad nacionalizada”.
La unidad sindical y la unidad de la plantilla son “la mejor garantía para frenar este nuevo ataque a nuestro trabajo y condiciones laborales”, señalan los representantes de los trabajadores.
El plan de BMN aprobado por Bruselas a cambio de los 730 millones de euros de ayudas públicas, por su parte, exige un recorte de 863 empleos. Desde el cierre de 2009, se ha producido una reducción de 1.374 personas, un 15,43% del total de la plantilla, entre los trabajadores de las cajas fundadoras.
Dentro del orden del día figura como punto primero el “Tercer Plan de Adecuación”. En realidad, de lo que se trata es de retomar los contactos con vistas a que, seguramente a fin de mes, se abra oficialmente el periodo de consulta y negociación que la legislación vigente fija con carácter previo para una regulación de empleo.
Según han señalado los sindicatos con representación en la entidad (CCOO, UGT, UOB, SECP, CGT, ACCAG, SIC y SELG) en una circular conjunta, la parte sindical acude a este tercer plan de ajuste consecutivo “con la firme decisión de defender, desde la unidad y como prioridad absoluta, el empleo y los puestos de trabajo, y que por razones obvias, no vamos a permitir que a la plantilla de BMN se le mida con el mismo rasero de una entidad nacionalizada”.
La unidad sindical y la unidad de la plantilla son “la mejor garantía para frenar este nuevo ataque a nuestro trabajo y condiciones laborales”, señalan los representantes de los trabajadores.
El plan de BMN aprobado por Bruselas a cambio de los 730 millones de euros de ayudas públicas, por su parte, exige un recorte de 863 empleos. Desde el cierre de 2009, se ha producido una reducción de 1.374 personas, un 15,43% del total de la plantilla, entre los trabajadores de las cajas fundadoras.
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