MURCIA.- La Consejería de Presidencia, a través de la
Dirección General de Medio Ambiente, ha realizado un proyecto de
recuperación y conservación en las salinas de Marchamalo con el objetivo
de garantizar los aportes hídricos necesarios que ayuden a conservar
los ecosistemas y mantener las poblaciones de fauna marina, como el
fartet, y aves acuáticas de este espacio.
La iniciativa ha consistido en la introducción de agua marina en
las charcas salineras mediante sistemas de bombeo de modo
ininterrumpido, con el objetivo de dotar de un volumen adecuado de agua y
garantizar un hábitat diversificado para las numerosas especies de
fauna y flora de este lugar tan emblemático y valioso del entorno del
Mar Menor.
El director general de Medio Ambiente, Amador López, ha explicado
que se ha empleado una bomba eléctrica, con capacidad de 50 litros por
segundo, para llevar a cabo el llenado de las salinas de Marchamalo. Se
han incorporado así unos 120 hectómetros cúbicos de agua a los
estanques.
Con esta actuación, ha señalado director general, "se ha detectado
una importante profusión de aves acuáticas típicas de estos
ecosistemas" como por ejemplo, el flamenco, el tarro blanco, la garza
real, la garceta común, la avoceta, la cigüeñuela, el archibebe claro,
oscuro y común, el chorlito dorado, el chorlitejo grande y patinegro,
así como las gaviotas picofina, reidora, audouin, patiamarilla y
sombría.
Las salinas de Marchamalo son un enclave de gran valor ambiental,
amparado por varias figuras de protección regional, nacional, europea e
internacional, tales como la de Paisaje Protegido y Lugar de Interés
Comunitario, Zona de Especial Protección para las Aves, Zona
Especialmente Protegida de Interés para el Mediterráneo y Humedal de
Importancia Internacional-Ramsar.
"Este proyecto se incorpora como un eslabón importante en la
cadena de proyectos ecológicos que hemos llevado a cabo en los últimos
años en el entorno del Mar Menor y que vamos a seguir impulsando para el
mantenimiento y conservación de sus valores naturales", ha
manifestado Amador López.
En esa línea, la Consejería ha acometido un proyecto de adecuación
biológica de los humedales incluidos en la Zona de Especial Protección
para las Aves (ZEPA) del Mar Menor, en concreto, las salinas del Rasall y
las salinas de Marchamalo, con el objetivo de mantener las poblaciones
de fartet (pez en peligro de extinción que habita en estas salinas) y
conservar los ecosistemas y la presencia de aves acuáticas.
Su finalidad ha sido la de dotar a estos espacios naturales de
capacidad suficiente para autoabastecerse de agua marina y posibilitar
su mantenimiento, conservación y mejora del hábitat.
Para ello, en las salinas de Marchamalo, ubicadas en el litoral
sur del Mar Menor y próximas a Cabo de Palos, se han realizado obras que
han permitido acondicionar los canales de entrada, conducción y
distribución de agua, la mejora de las casetas de bombeo y la
adquisición de nuevos equipos de bombeo.
Por su parte, en las salinas del Rasall, situadas en el Parque
Regional de Calblanque, Monte de las Cenizas y Peña del Águila, se ha
mejorado el sistema de llenado, el dragado y la impermeabilización de
las balsas almacenadoras, la adecuación de los canales y la mejora de
las balsas cristalizadoras y del servicio de mantenimiento de los
procesos biológicos.
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