sábado, 9 de febrero de 2013

Los promotores murcianos parecen no tener bastante con una burbuja inmobiliaria

MURCIA.- Los promotores inmobiliarios murcianos han dejado claro que no están en contra de la protección ambiental, ya que entienden que "hay valores ambientales que se deben proteger por encima de todo, dado que aportan valor a la sociedad y a la Región". 

   Sin embargo, muestran su rechazo a "proteger por proteger sin criterios claros y transparentes, como si impedir cualquier tipo de actividad sobre un suelo fuera sinónimo de protección".
   Así se desprende del informe de la Asociación de Promotores Inmobiliarios de la Región de Murcia (Apirm), que pone de manifiesto la existencia incluso de ganaderos, agricultores y promotores que "han hecho más por la preservación del medio ambiente que muchos ecologistas".
   Prueba de ello es que hay informes de biólogos de reconocido prestigio que afirman que "en determinadas zonas un desarrollo urbanístico con campo de golf es más sostenible que una explotación agrícola, consume menos recursos hídricos y facilita la nidificación de especies autóctonas".
   Por ello, el presidente de Apirm, José Hernández, afirma que este escenario "está adquiriendo tintes especialmente preocupantes en los últimos años por un exceso de regulación, o mejor dicho una regulación extra".
   Europa, a través de sus directrices, "nos impone una regulación en materia medio ambiental y dicha normativa se traspone por el estado y se convierte en legislación nacional y luego llegan las comunidades e incorporan más protecciones, requisitos y obligaciones que convierten en inviable cualquier proyecto".
   En esta línea, Hernández llama la atención sobre el hecho de que "ahora es un conjunto de factores los que están impidiendo poner en marcha proyectos", dado que "a la ausencia de financiación y demanda se une una legislación urbanística y planeamiento que no ayuda, una presión fiscal que va en aumento y un exceso de burocracia que desincentiva la inversión".
   De ahí que considere que "no se ha definido una hoja de ruta a seguir", tras lo que puntualiza que en estos últimos años "se han puesto en marcha muchos proyectos de obra nueva para venta y ahora se dice que debemos rehabilitar o alquilar viviendas y no iniciar nuevos proyectos".
 "Parece que solo se aceptan los extremos", lamenta.
   Tras dejar claro que no se opone a la rehabilitación o el alquiler, expresa su rechazo a "una economía dirigida desde el poder público, porque a la sociedad hay que ofrecerle todas las opciones para que libremente decida".
   Para terminar, reflexiona argumentando que "ha llegado el momento de no obsesionarse tanto por recortar gastos y centrarse más en generar ingresos", abogando por "ver la forma de captar inversión y poner nuevos proyectos en marcha".

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